DESARME: No hubo actividad nuclear sospechosa en 1995, según IAEA

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no registró en 1995 evidencias de programas clandestinos que violen el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) en países que no cuentan con arsenal atómico, se informó en esta capital.

La agencia concluyó, tras más de 2.200 inspecciones, que los estados que la integran habían cumplido con las disposiciones del NPT, según su informe anual, de carácter confidencial.

De todos modos, varios problemas se mantienen, entre ellos las dudas sobre el programa nuclear de Corea del Norte y las trabas burocráticas impuestas al acceso de inspectores de la AIEA a algunos países.

Toda la información de que dispuso la agencia respalda la conclusión de que el material nuclear empleado o almacenado por países que no poseen armas de esa naturaleza fueron empleadas para actividades pacíficas u otras contempladas por el NPT, según el informe.

El documento, al que tuvo acceso IPS, fue aprobado este viernes por la Junta de Gobernadores de la AIEA, en su reunión trimestral.

El NPT, aprobado en 1970, prohibe a los países firmantes el desarrollo de armas nucleares si no contaban previamente con ellas. Las excepciones son las cinco naciones denominadas "potencias nucleares" (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia).

Las naciones que no poseen arsenal atómico suscriben acuerdos de salvaguarda con la IAEA en los que detallan la totalidad de sus materiales e instalaciones nucleares destinados a la generación de energía o la investigación.

En base a estos inventarios, la agencia efectúa inspecciones periódicas. Si se originan dudas, el organismo reclama más información. En caso de que algún país se niegue a colaborar, como ocurrió con respecto a Corea del Norte, la Junta de Gobernadores se hace cargo del asunto.

Las inspecciones tienen el objetivo de detectar el desvío de "cantidades significativas" de material nuclear desde las instalaciones mencionadas en los acuerdos de salvaguarda para asegurar que los gobiernos eviten violaciones al NPT.

Para la agencia, "cantidad significativa" es lo necesario para fabricar una bomba nuclear, o sea 25 kilogamos de uranio altamente enriquecido del isótopo 235 (HEU-235) u ocho kilogramos de plutonio altamente enriquecido del isótopo 239 (PU-239).

Estas cifras, de todos modos, fueron cuestionadas por expertos de varios países para quienes una bomba podría fabricarse con menos material nuclear.

"Se podría, pero para hacerlo se requiere experiencia suficiente en tecnología nuclear" que se puede medir con la cantidad de combustible producido, dijo a IPS un portavoz de la AIEA.

Los países que poseen esa experiencia son las cinco potencias nucleares, que no están sometidas a las restricciones de fabricación de armas del NPT. El régimen de salvaguardas e inspecciones se limita, entonces, a las naciones que no cuentan con arsenal nuclear.

La agencia efectuó más de 2.200 inspecciones en 226 reactores de energía nuclear y más de 300 de investigación, así como otras plantas, y llegó a la conclusión de que no se efectuaron desvíos clandestinos de material.

La cantidad de sustancias radiactivas inspeccionadas fue equivalente a 550 toneladas de HEU.

Aunque el régimen de salvaguardas e inspecciones resultó eficiente en términos de desalentar el desarrollo de armas nucleares en países que no las poseían antes de la firma del NPT, tuvo fallas en los casos de Iraq y Corea del Norte.

Iraq, como firmante del NPT, está obligado a renunciar al desarrollo y posesión de armas nucleares. Las inspecciones períodicas de la AIEA previas a 1991 no hallaron causas de sospecha.

Pero las inspecciones de la agencia posteriores a la guerra del Golfo descubrieron que Bagdad se había embarcado en un programa nuclear clandestino. El gobierno de Saddam Hussein había desviado combustible almacenado en un reactor de investigación bajo control de la IAEA para fabricar su bomba.

Los planes de Iraq acabaron cuando las fuerzas militares lideradas por Estados Unidos bombarearon en 1991 sus plantas nucleares. La junta de la IAEA decidió, entonces, establecer nuevas salvaguardas para evitar que se reiterara la situación.

La agencia resolvió que la obligación de los países no finalizaba con la mera declaración de la capacidad nuclear bajo las salvaguardas, y su capacidad de inspección se extendió a "cualquier material nuclear que debió haber sido declarado".

Los dos principales elementos del nuevo sistema consisten en el mayor acceso a todo el territorio de un país y a la información y en el uso de muestreos de tierra, aguas y vegetales para la detección de cualquier actividad no declarada en las salvaguardas.

La agencia reclama, además, la abolición de los requisitos de visado para sus inspectores o, al menos, la concesión de visas de entrada múltiple.

El informe sostuvo que, de 86 países visitados, apenas 16 aceptaron los documentos de viaje de Naciones Unidas sin un visado, mientras 27 solo concedieron visas de entrada simples, tres de ellos después de un retraso superior a tres semanas.

El sistema procurará otras medidas para evitar procedimientos burocráticos que obligan a la agencia a anunciar sus inspecciones con antelación, lo que permitiría a ciertos países a encubrir sus programas clandestinos.

"Muchos países temen que algunas de las nuevas medidas violen las soberanías nacionales", dijo un diplomático de un país en desarrollo. "Los únicos que las respaldan son las potencias nucleares, porque no los afectan", agregó un diplomático de un país occidental que no posee arsenal nuclear. (FIN/IPS/tra- en/ad/sr/mj/ip en/96)

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