Estados Unidos tendría listas nuevas sanciones para Colombia en la perspectiva de que el presidente Ernesto Samper sea absuelto en el proceso que le sigue la Cámara de Diputados por la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en su campaña electoral.
Las medidas, calificadas por los analistas Juan Restrepo y Juan Tokatlián como la "descertificación fase II", consistirían en la aplicación de sanciones comerciales a productos que gozan de preferencias arancelarias, restricción de vuelos y la cancelación de visas a jerarcas gubernamentales.
La Cámara de Diputados inició este lunes una fase decisiva en el proceso a Samper, en la que se definirá si se cierra la investigación o si se acusa al mandatario ante el Senado.
El comportamiento que han tenido las fuerzas políticas en el inicio del debate la semana pasada indica que Samper será absuelto, lo que según el diario estadounidense Washington Post dará pie a que el gobierno del presidente Bill Clinton aplique las nuevas sanciones.
La primera fase de la descertificación a Colombia se cumplió en marzo, cuando el gobierno de Clinton consideró deficiente la lucha del gobierno de Samper contra el narcotráfico.
Como consecuencia de esta medida Colombia perdió el aval de Estados Unidos para tramitar empréstitos ante los organismos multilaterales de crédito y las ayudas de las agencias de cooperación para proyectos de desarrollo.
El proceso de "descertificación" dio base también para que Washington aplique nuevas sanciones comerciales contra Bogotá en el momento en que el presidente Clinton lo estime conveniente.
Partes del informe del Washington Post reproducidas este lunes por los diarios locales El Tiempo y El Espectador señalan que tan pronto ocurra la absolución de Samper Washington profundizará sus presiones hacia Colombia.
En el plano comercial, se eliminarían las preferencias para productos colombianos que ingresan a Estados Unidos con arancel cero y la elevación de hasta 50 por ciento del arancel para otros como las flores.
Igualmente, se cancelaría la visa a cerca de 30 personalidades, entre ellas el ministro del Interior Horacio Serpa, a quien ya se le habría vetado la entrada.
Serpa es acusado por la Fiscalía, junto a otros dos ministros, de encubrimiento en el caso de la financiación de la campaña de Samper con dinero del narcotráfico.
El director del Partido Conservador (PC) Jaime Arias indicó que su grupo coincide con Washington respecto al desarrollo del juicio que se realiza en la Cámara a Samper pero protesta por las presiones que se pretenden ejercer, porque representan "una intervención en los asuntos internos" de Colombia.
"Aunque no apoyamos a Samper, en el caso de una confrontación con Estados Unidos si lo respaldaremos", destacó.
Juan Restrepo advirtió que en virtud de una directiva de octubre pasado, Estados Unidos ya vetó a 200 empresas colombianas por estar ligadas al narcotráfico.
Para Tokatlián, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Nacional (principal centro estatal) "todo indica que las relaciones entre Washinton y Bogotá entrarán en una fase crítica en las próximas semanas y meses".
Estados Unidos incrementará a cuentagotas su presión hacia Colombia en dos direcciones: la diplomática, por medio de la cancelación de visas a los dirigentes políticos, y la comercial.
El ministro de Comercio Exterior, Moris Harf, declaró sin embargo que autoridades comerciales estadounidenses le aseguraron la semana pasada que no tienen intención de aplicar sanciones comerciales a Colombia, aunque admitió que existen divisiones al respecto.
Mientras las secretarías de Comercio, del Tesoro y el representante de Comercio estadounidenses están de acuerdo en que las relaciones comerciales deben seguir en buenos términos, el Departamendo de Estado asumió una "posición política" y se inclina por las sanciones. (FIN/IPS/yf/dg/ip/96)
