MEXICO: Maquiladoras, entre el crecimiento y la polémica

Ajena a la ola recesiva que desde fines 1994 afecta a México y entre polémicas por su alta dependencia de insumos extranjeros y el trato que da a sus trabajadores, la industria maquiladora se consolida como puntal del comercio exterior.

Cifras oficiales difundidas este sábado indican que entre el primer bimestre de 1995 y el mismo período de este año la actividad maquiladora creció 6,6 por ciento, mientras el número de personal ocupado aumentó 13 por ciento.

En materia de ventas, las fuentes señalan que en los dos primeros meses las maquiladoras, que importan 98 por ciento de sus insumos, superaron los 2,5 millones de dólares.

Instaladas en México desde hace tres décadas, especialmente en la zona de frontera con Estados Unidos, las maquiladoras mantienen una dinámica de crecimiento que contrasta con las caídas registradas en otras ramas productivas a raíz del estallido de la crisis económica de fines de 1994.

En el primer bimestre, el nivel de empleo en las maquiladoras llegó a 696.577 personas, 9.000 más que a fines de 1995. En ese mismo lapso la tasa de desempleo nacional se ubicó en 6,3 por ciento promedio y la caída productiva se calculó en más de tres por ciento.

La maquila es una forma de subcontratación internacional en la que un país, generalmente desarrollado, provée capital, tecnología e infraestructura a otro, que pone mano de obra barata.

Las principales ramas productivas de esa actividad en México se dirigen a reconstruir equipos de transporte y a ensamblar accesorios electrónicos, prendas de vestir y muebles.

Sin las exportaciones de las maquiladoras, cuyas utilidades pertecenen en su mayoría a firmas estadounidenses, los superávit comerciales que viene obteniendo México desde hace más de 13 meses serían mucho menores, reconoce la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial.

Las condiciones dominantes en la industria maquiladora, donde la mayoría de empleados son mujeres, "facilitan la manipulación y sobreexplotación de los trabajadores, así como el recambio constante de la fuerza de trabajo", señala una investigación de las Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En las maquiladoras las condiciones de trabajo son difíciles, pues se realizan tareas repetitivas en jornadas de más de ocho horas y se impide la plena libertad de organización, sostiene la dirigente sindical Bertha Luján.

"Debe quedar claro que las maquiladoras son una extensión de empresas extranjeras que prefieren trabajar en México con sus insumos, pues les resulta mucho más barato que hacerlo pagando los sueldos de su país", expresó Luján.

Según el Comité de Orientación Obrera, grupo que actúa en las zonas de frontera, los administradores de las maquiladoras prefieren contratar mujeres, pues las consideran más "sumisas" y menos proclives a organizarse en sindicatos.

Para José Blanco, de la UNAM, "la maquila constituye un caso absolutamente obvio de trasnacionalización de capital y de producción en condiciones de superprivilegio para el capital extranjero". (FIN/IPS/dc/dg/if/96).

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