El presidente de Alemania, Roman Herzog, aseguró hoy que América Latina es un un "importante actor" en los escenarios político y económico, al regresar a esta ciudad de una visita oficial a Nicaragua y Venezuela.
El viaje de Herzog se prolongó desde el 5 hasta este martes y comprendió una reunión en Managua con los seis presidentes de América Central y el primer ministro de Belice, Manuel Esquivel, y en Caracas con el jefe de Estado de Venezuela, Rafael Caldera.
Pese a la indudable importancia económica del sudeste de Asia, no hay que hay que pasar por alto ni olvidar el potencial que alberga América Latina, dijo Herzog en una entrevista de prensa difundida por radio a todo el país.
América Latina vuelve al escenario de la política mundial y lo hace de forma creciente, después de decenios de dictaduras militares y guerras civiles, agregó.
Herzog, que ya había visitado Brasil, señaló que su segunda gira por América Latina tuvo el carácter de "aprendizaje" y regresa convencido de que debe hacer "propaganda" en Alemania a favor de esa región.
El jefe de Estado se declaró "muy impresionado" y "traquilizado" al comprobar en Nicaragua el alto nivel de cooperación inicial entre los países centroamericanos, con cuyos gobernantes se reunió el día 8.
En cuanto a Venezuela, "no es en realidad un país en desarollo, pues una vez que resuelva su política interna será una importante potencia económica", aseguró.
La visita de Herzog a Nicaragua y Venezuela y el paralelo viaje del ministro de Relaciones Exteriores Klaus Kinkel a México, Perú, Chile y Paraguay respondieron a la "Nueva concepción latinoamericana", una iniciativa del gobierno alemán ya aprobada por el parlamento.
El mismo proyecto comprende una visita a América Latina del jefe de gobierno, Helmut Kohl, anunciada para fin de año.
Pero círculos diplomáticos en Bonn lamentaron que, a pesar de los numerosos periodistas incorprados a las dos delegaciones, las giras de Herzog y Kinkel tuvieron escaso impacto en los medios de comunicación de Alemania.
Sólo dos matutinos publicaron información de corresponsales sobre el viaje de Kinkel, que también es viceprimer ministro, y un tercero reprudujo despachos de la agencia alemana DPA. Los otros se limitaron a insertar sin regularidad breves noticias al respecto.
En radio y televisión, el jefe de la diplomacia alemana prácticamente brilló por su ausencia. Un trato no muy diferente mereció a los medios alemanes la gira de Herzog.
El desinterés de la prensa alemana por América Latina es creciente y contrasta con la renovada atención de los dirigentes políticos sobre esa región.
Diplomáticos latinoamericanos acreditados en Bonn puntualizaron que más preocupante aún resulta la progresiva pérdida de presencia de Alemania en los medios de comunicación de América Latina.
El "apetito" de algunos países latinoamericanos por el aumento de la presencia de Alemania en el continente se evidencia, por ejemplo, en la petición de Costa Rica de unos 1.000 a 1.500 educadores alemanes especializados en ciencias naturales.
Ese pedido no es difícil de satisfacer, ya que se cuentan numersos maestros desempleados en Alemania y Costa Rica propuso canjear parte de su deuda bilateral de 47 millones de dolares por el salario a pagarse a esos educadores.
Herzog informó que Venezuela estaría dispuesta a entregar a la justicia de Alemania a los ciudadanos alemanes acusados de violar la legislación penal venezolana.
Así mismo, han progresado las conversaciones con Nicaragua tendentes a solucionar el caso de la expropiación de bienes de ciudadanos alemanes durante el gobierno sandinista. La presidenta Violeta Chamorro se comprometió a resolver el caso antes de abandonar su cargo a fines de este año.
Herzog conversó también en Managua con los presidentes José María Figueres, de Costa Rica, Armando Calderón, de El Salvador, Alvaro Arzú, de Guatemala, Carlos Reina, de Honduras, y Ernesto Pérez Balladares, de Panamá. (FIN/IPS/sa/ff/eu la ip/96)
