ALEMANIA-VENEZUELA: Herzog concluye petrolizada visita

El presidente de Alemania, Roman Herzog, concluyó hoy una visita de cinco días a Venezuela, que dedicó a dar aliento político a las relaciones bilaterales, marcadas por el negocio petrolero.

Aunque "no somos un país socialista, no es el Estado el que firma compromisos de inversión o hace negocios, sino las empresas privadas, llevaré (a Alemania) la información sobre oportunidades de negocios", dijo Herzog.

Nuevas inversiones alemanas pueden fluir hacia Venezuela, dijo Herzog, pero recordó que las mismas corresponden a empresas privadas que invierten "en países y regiones donde pueden obtener ganancias y contar con seguridad administrativa, jurídica y la que debe garantizar la policía".

En Venezuela hay inversiones alemanas por unos 380 millones de dólares, especialmente por firmas de máquinas y manufacturas como Hoechst, Bayer, Telenorma, Henkel, Siemens y Shering.

Venezuela, en cambio, es el mayor inversor latinoamericano en Alemania, con unos 1.300 millones de dólares colocados en complejos de refinación y distribución de productos petroleros, en sociedad con la empresa estatal alemana Veba Oel.

La sociedad de Veba y el grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) adquirió 38 por ciento de la refinería de Schwedt, en la ex República Democrática Alemana, y ahora se proyecta una nueva planta que extraerá metales de los residuos de la orimulsión.

La orimulsión, combustible sustituto del carbón en plantas térmicas, es una mezcla de hidrocarburos extrapesados, agua y aditivos surfactantes, creada en los años 80. PDVSA vende unos cuatro millones de toneladas anuales a clientes de América del Norte y Europa.

De sus cenizas, una planta en suelo alemán, que construirán PDVSA-Veba, podría extraer níquel, vanadio y magnesio, lo que afirmaría el mercadeo de ese producto hacia Europa central y oriental.

Pero para su consumo como combustible en Alemania deben encontrarse "condiciones iguales para la hulla y para la orimulsión", dijo Herzog.

"La orimulsión es prácticamete carbón líquido y no queremos que desaparezca la hulla de nuestra economía nacional", afirmó el presidente alemán.

Al lado de las inversiones, la visita de Herzog puede animar el comercio bilateral, cercano a 900 millones de dólares anuales, y que tiene como base el petróleo venezolano y los productos que manufacturan o venden las firmas alemanas asentadas en Venezuela.

Herzog destacó por otra parte la fuerte presencia en Venezuela de la figura del explorador alemán Alejandro de Humboldt, quien viajó por este territorio hace 200 años.

"Creo que en el futuro deberíamos cuidar este tema más de lo que hemos hecho hasta ahora", confesó en rueda de prensa este martes.

El presidente alemán visitó la Guayana venezolana, para ver la catarata más alta del mundo (1.000 metros), y un pueblecito de estilo alemán fundado por agricultores de Baviera en 1843.

Su estadía en Venezuela siguió a una visita a Nicaragua y se inscribió en una especie de "ofensiva diplomática" que este año ha traído y seguirá trayendo altos responsables del gobierno y del Estado alemán a diversos países latinoamericanos.

Alemania tiende "un nuevo puente político, económico y cultural hacia América Latina, basado en la cooperación", dijo Herzog ante el parlamento de Venezuela. (FIN/IPS/hm/ag/ip/96)

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