SALUD: Peste de los pesticidas, epidemia del mundo en desarrollo

Los países industrializados usan alrededor de 80 por ciento de los agroquímicos que se consumen en el mundo, pero 99 por ciento de las muertes por envenenamiento a causa de los pesticidas ocurre en países en desarrollo, según un estudio realizado en Zimbabwe.

Los autores del informe "Pesticidas en Zimbabwe, toxicidad y consecuencias sanitarias" sostuvieron el uso de los de estos tóxicos en el mundo en desarrollo se conjuga con factores ambientales y sociales que aumentan los peligros en el manejo de estas sustancias.

El estudio, publicado por la Universidad de Zimbabwe este mes, sostuvo que la falta de control y equipos conduce en los países pobres al uso indiscriminado de substancias tóxicas que han sido prohibidas o restringidas en las naciones industrializadas.

En climas tropicales, los trabajadores agrícolas prefieren obviar los peligros y manipular estos productos sin ropa y equipo protector, si es que se dispone de ellos, debido al calor.

"La mayoría de los pesticidas son desarrollados, probados y fabricados en países industrializados de clima templado. El intento de simular climas tropicales no tiene en cuenta los factores que interactúan en los países en desarrollo", según los investigadores René Loewenson y Charles Nhachi.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó su preocupación por el hecho de que pesticidas prohibidos en países industrializados se promocionan en el resto del mundo como "más efectivos".

Las ventas mundiales de pesticidas se duplicaron entre 1972 y 1985. El crecimiento más rápido se registró en los países en desarrollo. En la última década, Africa, donde las ventas aumentaron 182 por ciento entre 1980 y 1984, fue el mercado de mayor crecimiento, según el informe.

El uso de pesticidas continúa jugando un papel fundamental en el mantenimiento de la producción agrícola, especialmente en granjas de gran escala.

La mayoría de las economías de Africa se basan en este sector, y en Zimbabwe, por ejemplo, las exportaciones agrarias constituyen más de la mitad de las divisas extranjeras que ingresan al país.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las malas hierbas, las enfermedades vegetales y los insectos provocan la pérdida de entre 30 y 35 por ciento de las cosechas del mundo.

"Se afirma que, si no se usaran pesticidas, esas pérdidas serían aun mayores", escribió Rodwell Chitemerere, inspector de Seguridad y Salud del Ministerio de Trabajo de Zimbabwe.

Pero todos los años resultan intoxicados por el uso de agroquímicos alrededor de 25 millones de trabajadores agrícolas, de los cuales mueren 20.000.

El uso de estas sustancias se convirtio en parte integral de la producción agrícola. Según la OMS, por cada habitante del mundo se aplica actualmente un kilogramo de pesticidas al año.

Entre 30 y 50 por ciento de los trabajadores de granjas de gran escala en Zimbabwe están expuestos a intoxicación. En este país de Africa meridional, más de 60 por ciento de la fuerza de trabajo está empleada o depende de la agricultura.

"Cuando se rocían los cultivos desde aviones, los campesinos permanecen a veces en los predios para marcarlos. En ese caso, deberían usar ropa protectora", anotó Trish Mbanga, de la Asociación de la Industria Agroquímica.

Una encuesta realizada en Zimbabwe demostró que la mayoría de los trabajadores ignora el efecto de la intoxicación por uso de pesticidas.

"Este factor se suma a las altas temperaturas en el verano para explicar por qué algunos trabajadores no cumplen con las normas de seguridad", sostuvo Reginald Matchaba, del Departamento de Medicina Comunitaria de la Universidad de Zimbabwe.

De todos modos, un análisis del registro estadístico de accidentes ocasionados por el uso de pesticidas no muestra un número alarmante de accidentes o fatalidades.

"La mayoría de los casos de envenenamiento no se comunican a las autoridades. Muchos trabajadores sufrieron uno o dos espasmos o problemas de piel, y podrían sufrir efectos a largo plazo que van de cambios en la conducta al cáncer", afirmó Chitemerere.

"Los casos crónicos no se registran hasta que el trabajador está jubilado o su salud se ve seriamente afectada. Además, hay errores de diagnóstico debido a la falta de conocimientos entre los médicos", agregó. (FIN/IPS/tra-en/lm/oa/mj/he/96)

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