El presidente de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, se presentó hoy en público para desmentir rumores de su renuncia y asegurar que la crisis institucional desencadenada por el rebelde general Lino Oviedo se resolverá "sin vencedores ni vencidos".
Mas de 15.000 personas se concentraron frente a la casa de gobierno para manifestar su respaldo a Wasmosy, quien llegó al lugar acompañado del embajador de Estados Unidos, Robert Service.
Oviedo, que el lunes se insubordinó ante la decisión del presidente de relevarlo del mando del ejército, continúa acuartelado en la sede del primer cuerpo de esa fuerza.
La marina y la fuerza aéra comunicaron su apoyo al gobierno, pero el ejército, que reúne dos tercios de los 20.000 integrantes de las Fuerzas Armadas, responde al parecer a Oviedo.
Wasmosy pasó la noche en una unidad naval, debido a las amenazas contra su vida y su familia atribuidas al general rebelde, que exigió su renuncia.
Mientras, el parlamento permanece en sesión permanente tras declarar por voto unánime su respaldo a las instituciones y al proceso de democratización comenzado en 1989, con el derrocamiento de la dictadura del general Alfredo Stroessner.
Con uniforme de campaña, Oviedo asistió este martes a los actos del Día del Ejército, realizados en la unidad en que se encuentra acuartelado, vecina al aeropuerto internacional de Asunción.
El pronóstico del presidente de un desenlace "sin vencidos ni vencedores" fue interpretado por analistas como el anuncio de una inminente salida negociada.
Pero algunos parlamentarios creen ver peligro en el carácter "mesiánico" de un militar que aspiraba a la candidatura por el gobernante Partido Colorado en las elecciones presidenciales de 1998.
Su forzado relevo lo obligaría a postergar sus aspiraciones a la presidencia por dos periodos de gobierno, de acuerdo con la Constitución. (FIN/IPS/ff/ip/96).
