Las consultas por problemas de salud mental son muy altas en relación a la capacidad de atención del servicio público en la región de Coquimbo, en el centro-norte de Chile, pero un trabajo específico en sectores de pobreza es realizado por un equipo de profesionales.
Así lo expuso a IPS la psiquiatra Carolina Salgado, asesora en salud mental de estatal servicio de salud Coquimbo (SSC), entidad que supervisa la atención de salud pública en todos los niveles de esta región, situado a unos 400 kolómetros de Santiago.
"La situación de salud mental es grave en Chile y también en esta región que presenta índices sobre el promedio nacional", afirma la profesional.
La mayoría de los casos se presentan por consumo de drogas y alcohol, trastornos emocionales, violencia intrafamiliar y también casos de esquizofrenia de la patologías, añade.
La carencia de recursos e infraestructura se aprecia en el hecho de que en esta región existe solamente un hospital que tiene una sección de psiquiatría. "Y esa sección tiene nueve camas para una población de más de medio millón de personas", puntualiza la doctora Clara Frindel, también psiquiatra del SSC.
Otro ejemplo de carencia de recursos es que existe solamente un centro comunitario de salud mental familiar (COSAM) en la región de Coquimbo, el cual enfrenta permanentemente una demanda superior a la capacidad de atención.
Según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene Frindel, debería haber un COSAM cada 50.000 habitantes, pero con dos o tres más bastaría para cubrir la actual demanda.
A nivel nacional, las autoridades del sector salud sostienen que 24 por ciento de la población sufre algún tipo de trastorno mental en diversos grados.
La cifra ha llamado la atención de la prensa nacional y diversos reportajes muestran los problemas asociándolos a causas económicas y sociales, como la amenaza de desempleo, el endeudamiento por consumo, frustaciones por no consumir, la exigencia de productividad y otras.
"Los problemas de salud mental existen hace mucho tiempo pero en los últimos años se notan más, porque ha habido un cambio de enfoque en la atención de salud pública", estima la psicóloga Elizabeth Aquea, directora del COSAM situado en la localidad de Tierras Blancas, en la comuna de Coquimbo.
La profesional explica que en los últimos cinco años en la atención de salud pública se está empleando un enfoque bio-psico- social, superando la orientación anterior conocida como enfoque bio-médico.
La psicóloga cuenta que se inició trabajando en el consultorio público de Tierras Blancas, un barrio de más de 30.000 habitantes con alta concentración de pobreza donde se hicieron algunos "diagnósticos comunitarios" sobre el estado de salud de esa población.
En esos trabajos se apreció la alta incidencia de problemas de salud mental asociados a una situación socio-económica de pobreza.
"Problemas como drogadicción, alcoholismo, violencia intrafamiliar, depresión y otros aparecían asociados a la cesantía (desempleo), hacinamiento, bajos salarios", señala.
En Tierras Blancas viven cientos de familias "allegadas", que comparten temporalmante las casas de parientes o amigos. Son personas que se han trasladado desde Santiago y otras ciudades a Coquimbo en busca de trabajo.
En Coquimbo, La Serena (capital regional) y otras ciudades cercanas se emplea numerosa mano de obra por temporada tanto en las cosechas como en el turismo y en la construcción.
Esas familias muchas veces viven en condiciones de hacinamiento y los niños y jóvenes pasan gran parte del tiempo en las calles, siendo vulnerables a la delincuencia y tráfico y consumo de drogas.
"Para un niño la calle es una zona de riesgo", afirma categórico el profesor de educación física Carlos Castillo, encargado de actividades deportivas y recreativas en el equipo de profesionales que integran el COSAM en Tierras Blancas.
El principal problema es la facilidad con que los niños y jóvenes pueden acceder a la droga. "El mayor problema es el consumo de la pasta base (derivado de la cocaína) por el deterioro y rápida dependencia que crea", apoya la psicóloga, quien trabaja con niños y adolescentes en su consulta.
Para reducir la vulnerabilidad de esa población infanto-juvenil es que en el COSAM se lleva a cabo una serie de actividades deportivo-recreativas. El equipo del centro obtuvo recursos del Estado para un programa específico de deportes.
"Por segundo año consecutivo tenemos recursos para implementos deportivos y también para el pago de salarios a monitores", celebra el profesor Castillo, quien tiene contacto diario con los niños y jóvenes de Tierras Blancas.
Castillo y la psicóloga Aquea destacan el trabajo preventivo del COSAM y señalan que la capacidad de atender problemas graves de salud mental es muy limitada para ellos, por lo que deben enviar a pacientes con cuadros graves al hopsital de Coquimbo, el cual también tiene una capacidad reducida de atención.
"Trabajamos antes que surjan los problemas con técnicas de autoconocimiento y casi siempre en grupos de personas", explica la psicóloga.
El deporte, la relación de talleres de manualidades como costura y carpintería, talleres de danza, gimnasia aeróbica, son partes de las diversas actividades que realiza el COSAM con un equipo de 10 profesionales.
En el deporte, los instructores intentan trasmitir a los jóvenes el respeto por las reglas, el trabajo en grupo, elevar su autoestima, pero además el solo hecho de que ocupen su tiempo en algo sano ayuda a reducir su vulnerabiliad, sostiene Castillo.
Desde que fue creado, a fines de 1993, el COSAM de Tierras Blancas ha atendido a unas 2.000 personas, muchas de ellas varias veces.
"Acá llega gente de otros barrios de Coquimbo y también de La Serena pero damos atención prioritariamente a los de Tierras Blancas porque sabemos que los otros pueden dejar de venir por el costo del pasaje (transporte)", señala la directora.
El COSAM de Tierras Blancas no es el único en Chile, ya que también hay algunos en Santiago y otras ciudades, pero "es sí el único que se creó como centro comunitario en zona de pobreza, dedicado a la atención de salud mental", destaca la psicóloga. (FIN/IPS/gcm/dg/pr-he/96)