Grupos humanitarios en Pakistán aplaudieron la decisión del gobierno de Benazir Bhutto de conceder doble derecho de votar a las minorías religiosas, un disparo en el brazo a la implume democracia en esta nación asiática mayoritariamente musulmana.
No obstante, la oposición consideró la medida como parte de los planes del gobernante Partido Popular de Pakistán para amañar las próximas elecciones, e incluso los grupos musulmanes de extrema derecha protestaron contra la decisión.
El largamente postergado cambio electoral fué aconsejado por un panel reformador como parte de un paquete de nuevas normas de consulta, en un país donde el autogobierno fué restaurado hace menos de una década.
El Comité de Reformas Electorales tambien está a favor de realizar comicios simultáneos para elegir la asamblea nacional y aquellas provinciales. Además, propuso munir a los votantes de documentos nacionales de identidad.
Las comunidades no musulmanas, que forman el 3,5 por ciento de la población de 130 millones de habitantes, podrán votar por candidatos musulmanes. Bajo el sistema electoral separado, introducido hace 10 años por el entonces dictador Zia-ul Haq, las minorías solo votan por candidatos minoritarios que compiten en distritos reservados.
"Es un paso valeroso, el primer indicio del coraje del gobierno para ir todavía más adelante", declaró I. A. Rehman, director de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, que condujo la campaña para poner fín a los comicios separados.
La nueva propuesta oficial no termina aún con las elecciones segregadas, pero es vista como el primer paso para llevar a las minorías al centro de la corriente institucional.
"Ahora podremos hacer que miembros de la asamblea nacional y las provinciales trabajen para nosotros", dijo Joseph Francis, secretario general del Partido Nacional Cristiano de Pakistán.
No obstante, señaló que "todavía no podemos competir por escaños generales, digamos en oposición a Nawaz Sharif, Benazir Bhutto o cualquier otro ciudadano musulmán", agregó.
Los críticos del sistema de votación separado venían señalando desde hace mucho tiempo que solo alentaba la discriminación contra las minorías religiosas.
La asamblea general de 217 miembros dispone de 10 bancas para no musulmanes -ocho para cristianos e hindúes y dos para otros-, mientras en las provincias las minorías cuentan con nueve escaños en la asamblea Sindh de 109 miembros, ocho en Punjab con 248 bancas, uno por cada grupo entre los 41 legisladores de Baluchistán y tambien en las provincias fronterizas con asambleas de 81 bancas.
Lideres de minorías y activistas humanitarios afirmaron que los electorados separados marginalizaron todavía más las sectas no musulmanas en Pakistán. Los principales partidos políticos no creyeron necesario atraer los votos de las minorías, y los escasos candidatos de esos grupos que resultaban electos carecían de impacto en las políticas oficiales y la legislación.
"Ni una sola ley ni resolución referida a las minorías ha sido aprobada en la asamblea nacional o las provinciales desde que se introdujo la separación del electorado", apuntó Francis. "Nuestras leyes personales y de familia datan de 1872 y necesitan ser actualizadas, pero la cuestión fué completamente ignorada".
El sistema de doble voto, previsiblemente, reducirá abusos contra los derechos humanos, de los cuales las minorías llevan la peor parte. "Los terratenientes locales prestarán más atención a las minorías religiosas en sus distritos, y no se apresurarán a apoyar a aquellos que nos acusan, digamos de blasfemias", explicó.
Los no musulmanes fueron los más afectados por la ley sobre la blasfemia introducida por el ex dictador Haq, que dispone hasta la pena de muerte por cualquier manifestación irrespetuosa hacia el Profeta Mahoma.
Los intentos del gobierno de Bhutto de hacer la ley menos estricta chocaron contra la cerrada resistencia de los grupos religiosos de extrema derecha, respaldados por los partidos de la oposición.
La concesión del doble voto ha sido rechazada por los partidos derechistas como "un paso hacia la secularización". Además, los electorados separados son "la base del país", según Qazi Hussain Ahmed, del Jamat-i-Islami, quién previno al gobierno que no le será fácil "desgarrar esa identidad".
Observadores políticos reconocieron que la oposición podría crear serias dificultades para abolir los electorados separados.
Esto solo puede hacerse mediante una enmienda constitucional aprobada por una mayoría de dos tercios de los legisladores en cada una de las cámaras del parlamento paquistaní, que el partido gobernante no domina.
Sin embargo, algunos señalaron que el gobierno podría obviar temporalmente el problema de los dos electorados, al menos en los próximos comicios.
Rehman explicó que una ordenanza gubernamental aboliendo los electorados separados, emitida dos meses antes del comicio previsto para el año próximo, sería válida por cuatro meses, previamente a la aprobación del parlamento. (FIN/IPS/tra- en/bs/mu/ego/ip).
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