La Iglesia Católica de México, analistas y políticos criticaron hoy al presidente Ernesto Zedillo por enterrar, a 15 meses de gestión, su característico discurso de tolerancia frente a la oposición y de distancia con el oficilialismo.
El presidente, "como cualquier otra persona constituida en autoridad, debe gobernar para todos y jamás entrar a la lucha de partidos, ni inclinarse por ninguna fuerza política en especial", señaló el arzobispo Norberto Ribera.
El domingo, Zedillo acusó a la oposición de frenar la reforma política del país. Los adversarios del gobierno actuan de mala fe, dijo.
Días antes, el mandatario expresó que las autoridades del Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobiernan para todos los mexicanos, mientras que la oposición lo hace sólo con ánimo partidista.
"Nadie puede negar a qué partido pertenece, pero si se ha transformado en autoridad debe dejar el campo de las pugnas de partidos y gobernar para todos", declaró Ribera.
El Partido Acción Nacional (PAN), primera fuerza de oposición, calificó de "facciosas" las declaraciones de Zedillo y de algunos dirigentes del PRI, partido en el poder desde 1929. "Sin base ni necesidad, inicia el presidente un enfrentamiento de modo ofensivo y con tono de provocación", señaló ese partido.
Tras meses de llamar a la concertación y al diálogo a sus opositores, con quienes se reunió varias veces, Zedillo "pasó a una política de confrontación intensa y de alejamiento", opinó el analista Juan Molinar.
Las críticas de Zedillo fueron expresadas en actos conmemorativos del PRI, partido al que el mandatario alabó y dijo respaldar, pese a que en el pasado declaró que se mantendría a distancia de sus correligionarios.
El presidente debería bajar el tono de sus intervenciones y gobernar con imparcialidad, opinaron portavoces del Partido de la Revolución Democrática, tercera fuerza política del país.
Para los analistas, la confrontacíon entre el gobierno y sus opositores podría frustrar el proceso de negociación política iniciado en octubre pasado, entre autoridades, PRI y la oposición para definir cambios institucionales y reformas electorales.
El PAN se retiró de la negociación en febrero por problemas electorales presentados en un poblado, donde se habría beneficiado con un fraude al PRI.
Según Molinar, Zedillo "ha decidido romper lanzas con la oposición, olvidar cualquier intento de compromiso y colaboración y pasar a una política de alejamiento".
"El presidente ha equivocado rotundamente los tiempos políticos y ha adelantado una confrontación que no tenía por qué darse en esos términos antes de 1997", año en que se celebrarán elecciones legislativas, opinó el analista. (FIN/IPS/dc/dg/ip/96).