Congresistas colombianos condenaron hoy los términos que utilizó el subsecratario de Estados Unidos, Robert Gelbard, para referirse al ministro de Justicia de Colombia, Carlos Medellín, cuyo apellido relacionó con un cartel de narcotraficantes.
"Fue un comentario ridículo del adecuadamente apellidado Medellín", afirmó Gelbard luego que el ministro colombiano califciara de "moneditas" la ayuda para la lucha antidrogas que su país recibía hasta ahora de Washington.
Gelbard vinculó el apellido del ministro de Justicia con la ciudad de Medellín, que fue sede del cartel de la droga de ese mismo nombre, liderado por el extinto Pablo Escobar.
El vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Luis Sierra, del gobernante Partido Liberal, dijo que el comentario de Gelbard "no contribuye en nada en las tensas relaciones entre Colombia y Estados Unidos.
Juan Restrepo, del Partido Conservador (segunda fuerza política) calificó a su vez de "descortés y torpe" la afirmación del subsecretario.
El sentimiento anti Estados Unidos se expresó igualmente cuando el senador de izquierda Jorge Santos intentó quemar este jueves una bandera de ese país en el recinto del congreso, hecho que fue impedido por su colega del Partido Conservador Guillermo Ocampo.
Santos indicó que con su gesto buscaba protestar contra la decisión, el día 1, del gobierno de Estados Unidos de "descertificar" a Colombia en relación a su lucha antidrogas.
Se trató de un acto de intromisión en los asuntos internos de Colombia, ya que obedeció sobre todo a una sanción al gobierno por la presunta infiltración de dinero del narcotráfico en la campaña electoral del presidente Ernesto Samper, en 1994.
Samper admitió en una entrevista publicada este viernes en el diario estadounidense Washington Post que hay pruebas serias de que el narcotráfico invirtió dinero en esa campaña.
Sin embargo, negó que hubiese estado enterado de este hecho y criticó a Estados Unidos por no haber otorgado a Colombia la certificación. (FIN/IPS/yf/dg/ip/96)
