COLOMBIA: La disputa Norte-Sur se reproduce en minorías

Las contradicciones Norte-Sur por el manejo de los recursos genéticos del planeta parece reproducirse en las comunidades indígenas, afroamericanas y campesinas de Colombia, marginadas de la estrategia gubernamental de conservación.

Estas contradicciones Norte-Sur se evidencian en las negociaciones internacionales actualmente en curso y serán analizadas por delegados gubernamentales de América Latina y el Caribe, que se reunirán en Bogotá del 18 al 22 de este mes.

La cita es previa que tendra lugar en junio, en Leipzig, Alemania, organizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En esa ocasión serán aprobados el Primer Informe Mundial sobre Recursos Vegetales y el Primer Plan Global de Acción para la Conservación y Uso Sostenible de los Recursos para la Alimentación y la Agricultura.

Durante el encuentro de Bogotá, los delegados buscarán conciliar la necesidad de asegurar el acceso a los recursos genéticos indispensables para el mejoramiento de la agricultura, con la de garantizar una participación equitativa de los países que suministran su desarrollo.

Sin embargo, este punto de equilibrio es difícil de lograr, pues los países desarrollados no parecen dispuestos a facilitar el acceso a la tecnología a las naciones en desarrollo, según algunos analistas.

Estas contradicciones tienen lugar en Colombia con las comunidades indígenas, campesinas y negras, que han sido marginadas por el gobierno de los programas de conservación de los recursos genéticos, dijo Pilar Valencia, de Semillas.

La experta de Semillas, una organización no gubernamental que asesora a pequeños campesinos sobre el manejo y mejoramiento de sus cultivos, apoya su afirmación en el informe presentado por Colombia a la conferencia de Leipzig.

El documento de Colombia sólo reconoce en su programa de conservación de los recursos genéticos en el medio natural a los ecosistemas estratégicos.

El Programa de Protección de Ecosistémas Estratégicos se extiende a las áreas legalmente protegidas, de la que forman parte los Parques Naturales, los resguardos indígenas, las cuencas de los ríos y las reservas forestales.

"Con esa concepción se están desconociendo las parcelas de los agricultores" que están fuera de cualquier zona estratégica de protección, afirmó Valencia.

En su opinión, el desconocimiento de estas minorías "va a tener implicaciones frente a los derechos de estos pequeños agricultores que son pequeños laboratorios de experimentación".

Los indígenas, por ejemplo, hacen "cruces de variedades de ajíes, yuca y maíz con los que permanentemente están renovando y produciendo nuevas variedades" que no serían protegidas, dijo a IPS Valencia.

Se trata de "un gran aporte que el campesino, el indígena y el negro hacen a través del tiempo a la alimentación y la conservación de los ecosistemas", agregó.

Según la investigadora, con estas minorías locales está ocurriendo lo mismo que en la disputa Norte-Sur por el manejo de los recursos fitogenéticos, en la que los países desarrollados "buscan lograr los mejores provechos desconociendo el aporte de las comunidades aborígenes y campesinas que los han cuidado".

Marginar a estas comunidades de las políticas gubernamentales de conservación se traducirá en que no contarán con inversiones ni recursos técnicos estatales para desarrollarse, lo que agravará aun más el deterioro que vienen sufriendo desde 1990, cuando el país inició el proceso de apertura económica.

Con la apertura se acentuó la dependencia de la producción externa de alimentos, lo que se reflejó en que la importación de los mismos se incrementó en 63 por ciento entre 1993 y 1994.

Lucía Vásquez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional (Unijus), dijo que, contra lo que podría esperarse en un país como Colombia por su megadiversidad, "no existe una política que constituya el fundamento de la seguridad alimentaria".

Colombia está catalogada como uno de los 14 países de mayor megadiversidad y cuenta aproximadamente con 10 por ciento del total de especies vegetales y animales de la superficie del planeta. (FIN/IPS/yf/ag/dv/96)

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