Los europeos vuelven a interesarse en Asia más de cuatro décadas después del colapso de su gobierno colonial, pero esta vez buscan la asociación y la cooperación con la región de mayor crecimiento del planeta.
Líderes asiáticos y europeos iniciaron este viernes una cumbre de dos días, con el fin de crear una nueva asociación que subraye "la cooperación, no la confrontación".
En la reunión participan los 15 países de la Unión Europea (UE) y los siete de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). También fueron invitados China, Japón y Corea del Sur.
Los gobiernos europeos, temerosos de quedar al margen de los nuevos bloques económicos regionales, como el Foro de Cooperación de Asia-Pacífico (APEC), están ansiosos por ponerse a tiro con las naciones de la cuenca del Pacífico y establecer estrechos lazos con las dinámicas economías asiáticas.
El primer ministro italiano, Lamberto Dini, dijo que espera que la cumbre ASEAN-UE resulte en una asociación que vaya a la par de los sólidos lazos creados con APEC.
"Buscamos un mayor equilibrio en el segmento Europa-Asia en relación a los lazos individuales de Europa y Asia con otras organizaciones", dijo Dini en un discurso inaugural, ante más de 300 participantes.
"Nuestras relaciones se quedaron atrás, y ha llegado el momento de recuperar terreno", añadió el primer ministro italiano.
Preocupadas por su propia reconstrucción tras la segunda guerra mundial y más cercanas a los mercados norteamericanos, las naciones europeas jugaron un papel insignificante en el crecimiento de las economías de los llamados tigres asiáticos.
Como resultado, el comercio y la inversión entre Europa y Asia no alcanzaron los niveles reflejados por el peso de cada región en la economía mundial. Entre 1982 y 1992, Asia representó menos de uno por ciento de la inversión extranjera en la UE.
La UE y la Organización Mundial de Comercio (OMC) presionan en la cumbre de Bangkok por un acuerdo de inversión multilateral, pero organizaciones no gubernamentales (ONG) sostienen que la OMC fue creada como una organización de comercio y no para decidir inversiones.
Negar a países individuales el derecho de controlar las operaciones de inversores extranjeros podría tener un serio impacto económico y repercusiones sociales negativas, alegan las ONG.
"Lograr el acceso a los recursos y mercados del sur fue el objetivo que promovió la toma de los territorios del Tercer Mundo en la era colonial. Sería una gran ironía que las potencias ex coloniales tuvieran éxito una vez más", dijo un vocero de la Red del Tercer Mundo, con sede en Malasia.
En la apertura de la cumbre este viernes, el primer ministro de Tailandia, Banharn Silpa-archa, dijo que el propósito de la reunión es "crear una nueva relación dinámica y formar una nueva asociación entre Asia y Europa", y afirmó que ambas regiones deben "promover el desarme".
ONG asiáticas y europeas demandan la prohibición de la venta de armas convencionales de Europa a Asia, y recuerdan que la proliferación de armas, en particular en ASEAN, ha estado abastecida por compras a fabricantes europeos.
Se espera que Banharn exhorte a los países europeos a respaldar el Acuerdo de Zona Libre de Armas Nucleares del Sudeste Asiático, alcanzado en diciembre por 10 países del sur y el este del continente.
Aunque los delegados asiáticos y europeos acordaron no tocar el espinoso tema de los derechos humanos durante la cumbre, el primer ministro de Portugal, Antonio Guterrez, lo planteó en conversaciones informales con delegados de Indonesia.
"Mi voz no permanecerá en silencio en defensa de los derechos humanos. Los derechos de la gente de Timor Oriental me precupan permanentemente", dijo Guterrez a comienzos de esta semana.
En su reunión con delegados indonesios, Guterrez propuso el restablecimiento parcial de las relaciones diplomáticas, pero el canciller de Indonesia, Ali Alatas, desestimó la iniciativa diciendo que no tiene elementos nuevos. (FIN/IPS/tra-en/tg/lnh/lp/ip-if/96)
