Las incursiones en Ruanda de extremistas hutus refugiados en Zaire tendrian por fin desestabilizar la economia y la politica del pais para retomar el poder en forma violenta, advirtieron activistas y funcionarios de gobierno.
Nuevos ataques de bandas armadas establecidas en Zaire contra localidades e instalaciones del oeste y sur de Ruanda causaron cerca de 30 muertos en una semana, informaron autoridades ruandesas.
Al menos cinco aldeas fueron atacadas entre el 27 de enero y el 2 de febrero en los distritos de Gisenyi, en el oeste del pais, y Gikongoro, en el sur.
Ademas, un puente de Gisenyi fue volado y las instalaciones que suministran agua y electricidad a la cerveceria estatal Bralirwa fueron saboteadas la semana pasada, por tercera vez en los ultimos meses.
Mientras, el 1 de este mes, una patrulla del Frente Patriotico Ruandes (FPR) se enfrento con miembros del anterior ejercito infiltrados en la comunidad rubavu, en Gisenyi. El FPR mato a tres soldados, ademas de capturar un rifle de gran poder y ocho granadas de mano.
"Los ataques a Bralirwa, la principal fuente de recursos del gobierno, tienen por fin destruir la economia nacional", comento el economista Enock Kabera.
"Los asesinatos y los actos de sabotaje constituyen una clara senal de que las fuerzas que perpetraron el genocidio (de casi un millon de ruandeses en 1994) no han renunciado a su diabolico plan de repetir la matanza", afirmo Kabera, un sobreviviente de las masacres.
Los recientes ataques confirmaron una serie de informes de una comision investigadora internacional, segun los cuales la seguridad de Ruanda esta amenazada por incursiones de extremistas hutus desde campos de refugiados del vecino Zaire.
"Estos ataques tienen un efecto desestabilizador en el pais", dice el informe de la comision, formada para investigar la venta ilegal de armas a fuerzas del antiguo ejercito y milicias Interahamwe establecidas en campos de refugiados de Zaire y Tanzania.
Miles de hutus, entre ellos milicianos y miembros del gobierno y el ejercito anteriores, huyeron de Ruanda tras la derrota del gobierno extremista hutu por el FPR en julio de 1994, que puso fin a las masacres en que murieron principalmente tutsis y hutus moderados.
Desde entonces, existen senales de que refugiados ruandeses en campos de Zaire estan siendo entrenados para realizar incursiones a traves de la frontera con Ruanda, revelo el informe, citado por la Mision de Asistencia de las Naciones Unidas en Ruanda (UNAMIR).
Las fuerzas de seguridad afirmaron que estos ataques forman parte de un plan para asesinar altos funcionarios del gobierno, trastornar la economia e impedir la colaboracion de la poblacion con las nuevas autoridades.
Ademas, "esas fuerzas que utilizan a los refugiados como escudos humanos estan disgustadas por el reciente exito de las repatriaciones desde campos de Burundi", dijo a IPS un funcionario del Ministerio de Rehabilitacion.
"Los actos criminales tienen por objetivo desalentar las repatriaciones voluntarias mediante un incremento de la inseguridad", agrego.
El gobierno de Ruanda, en colaboracion con UNAMIR y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, repatrio recientemente a mas de 2.000 refugiados desde el campo de Ntamba, en el norte de Burundi, y a otros 1.166 procedentes de campos de Zaire, que cruzaron la frontera este viernes.
Un activista de los derechos humanos residente en Kigali opino que "estas sangrientas incursiones tambien tienen por fin matar a sobrevivientes del genocidio considerados peligrosos por las milicias Interahamwe y el anterior ejercito".
Kabera senalo que la comunidad internacional asistio pasivamente al genocidio de 1994 y actualmente hace poco por impedir un violento regreso al poder de sus responsables. (FIN/IPS/tra-en/jbk/jm/kb/ml/ip/96) ITEM CLOSED
