La reforma de la seguridad social en Brasil llega esta semana a la fase final de deliberacion en su formula mas sencilla, la disyuntiva entre mantener o eliminar privilegios, especialmente de los parlamentarios, llamados a votar contra sus propios intereses.
La Camara de Diputados discute desde este martes los tramites para la votacion de la enmienda constitucional intensamente negociada en las ultimas semanas entre el gobierno, centrales sindicales y lideres partidarios.
Los diputados y senadores pueden actualmente jubilarse tras ocho anos de ejercicio de la actividad, a partir de los 50 anos, ganando un minimo de 2.100 dolares mensuales. Con 30 anos en el parlamento se jubilan con ingresos integrales, de 8.160 dolares.
El relator del proyecto de reforma, Euler Ribeiro, mantuvo en el texto que propone para votacion el sistema que favorece a los parlamentarios, con la justificacion de que se trata de "derechos adquiridos".
Es un "privilegio inaceptable", reaccionaron los sindicalistas que estuvieron negociando una propuesta de consenso. El presidente de la central Fuerza Sindical, Luiz Antonio Medeiros, exige el fin de "todos los privilegios", para apoyar la reforma.
"Queremos un sistema unico de jubilacion para el sector publico y el privado, con igualdad de condiciones", con vigencia inmediata, anadio Medeiros, amenazando con retirarse de las negociaciones.
Se estima imposible satisfacer sus exigencias, ya que se trataria practicamente de una revolucion, al eliminar ventajas que se acumularon en medio siglo, y una confrontacion con los parlamentarios, jueces y los empleados publicos en general, aparece como un obstaculo insuperable.
La Central Unica de Trabajadores (CUT), mayor organizacion sindical del pais, que se ubica en general a la izquierda de Fuerza Sindical, tiene una posicion mas flexible y trata de negociar con el gobierno para mantener algunos derechos y eliminar parte de los privilegios.
Esa flexibilidad se debe en parte a que los empleados publicos son una fuerza importante en la CUT y condenaron su participacion en las negociaciones. Del sector publico provienen dos tercios de los dirigentes nacionales de la central.
El enfasis en los privilegios a eliminar, impulsado por las centrales sindicales, opone a los trabajadores de los sectores privado y publico. Mientras los primeros sufren una drastica reduccion de ingresos al jubilarse, los segundos mantienen el mismo sueldo o pasan a ganar 20 por ciento mas.
Los 16 millones de jubilados y pensionistas brasilenos del sector privado ganan en promedio cerca de 170 dolares y unos 12 millones ganan solo el salario minimo de cien dolares, segun el ministro de Administracion Federal, Luiz Carlos Bresser Pereira.
Mientras, los funcionarios inactivos del Poder Ejecutivo se retiran con mas de 1.400 dolares, los del Judicial con 3.500 y los del Poder Legislativo con 3.700 dolares, 21,7 veces lo que ganan los jubilados de empresas privadas, destaco el ministro.
De esa forma, mientras el Instituto Nacional de Seguridad Social gasto 34.000 millones de reales (34.700 millones de dolares) para pagar a sus 16 millones de jubilados el ano pasado, el gobierno tuvo que destinar la mitad de esa suma solo a 760.000 de sus inactivos.
Los empleados publicos en Brasil formalmente no se jubilan, sino que pasan a la inactividad, un eufemismo que justifica el aumento de sus sueldos cuando se retiran, en general por una elevacion de su rango al retirarse.
Para el gobierno importa mas el aspecto fiscal que la cuestion etica. Su objetivo con la reforma es detener el proceso que fatalmente llevara a la quiebra del sistema publico de seguridad social y ya es fuente importante de su deficit.
En esa busqueda coincide con algunos planteos de los sindicalistas, lo que permitio llegar a un acuerdo en varios puntos.
El ministro de Prevision Social, Reynhold Stephanes, insiste en subrayar la injusticia y el dano que causan las jubilaciones precoces. En diciembre y enero pasados se jubilaron 15 funcionarias entre 37 y 40 anos, revelo en un articulo que hizo publicado recientemente.
Maria Lucia Ueno, quien se jubilo a los 39 anos tras trabajar 24 anos y 15 dias, es un ejemplo de esto. Las funcionarias pueden retirarse con 25 anos de trabajo, pero se cuentan doble los tres meses de licencia-premio a que tienen derecho cada cinco anos de actividad.
Esto seguira vigente para los maestros de escuelas primarias y secundarias, por el acuerdo entre sindicalistas y gobierno, y la "inactividad" sera premiada con un aumento salarial de 20 por ciento, mientras en el sector privado el maximo permitido es de 1.040 dolares.
Esa distorsion crea otro problema insoluble. Los funcionarios publicos se quejan, con razon en los ultimos anos, de sus bajos salarios, pero su sistema de jubilacion dificulta los aumentos, por elevar demasiado los gastos con los inactivos.
A los parlamentarios les resulta inconveniente aprobar una reforma que, ademas de atacar sus propios "derechos adquiridos", dana intereses de gran cantidad de personas que votaran en las elecciones municipales de octubre proximo.
Ante este panorama, no se espera que la reforma a ser votada en las proximas semanas por los diputados resuelva el deficit previsible y las inequidades del sistema de seguridad social.
Dentro de unos anos sera necesario volver sobre este tema, admitieron el ministro Stephanes, politicos y sindicalistas involucrados en las negociaciones. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)
