Si en algo coincidieron muchos de los cineastas latinoamericanos que acudieron al XIII Festival de Cine de Miami es en que Hollywood es un lugar intimidante para trabajar.
Para algunos, la todopoderosa industria del cine de Estados Unidos es una maquina de producir dinero, y las peliculas que surgen alli no son mas que un medio para generar ganancias. De ese modo, las pretensiones artisticas de directores y actores pasan a un segundo plano.
El precio de trabajar en la capital mundial del cine, para muchos, resulta demasiado alto.
"El sueno de integrar el perversisimo sistema de Hollywood no es el mio", declaro rotundamente el cineasta argentino Eliseo Subiela, quien presento en Miami su ultima pelicula, "No te mueras sin decirme adonde vas", una alegoria sobre la eternidad del amor.
A su vez, la venezolana Fina Torres, aclamada en Miami por "Mecanicas Celestes", vendio los derechos de esa pelicula a la compania Disney, uno de los mayores estudios estadounidenses, pero admitio que no tiene idea de lo que haran con su historia de una Cenicienta moderna.
Para muchos cineastas de Estados Unidos las cosas no han sido mas faciles.
En Hollywood "se hacen peliculas como salchicas o gaseosas, lo cual no quiere decir que no haya peliculas excelentes", dijo Subiela. "Pero creo que la esencia de esa poderosisima industria no tiene nada que ver con el arte", concluyo.
Las grandes companias cinematograficas del pais norteamericano no otorgan a los directores "el derecho al corte final" o poder de decision sobre la version definitiva del filme, lo cual, segun el cineasta, "es una aberracion, es perverso".
Subiela ha hecho cuatro peliculas, de las cuales solo la primera ("Hombre mirando al sudeste") se exhibio en salas comerciales de Estados Unidos. Su exito lo llevo a recibir ofertas para vender los derechos de ese filme e incluso trabajar en la industria de ese pais, pero hasta ahora no lo ha hecho.
En cambio, la venezolana Torres, cuya segunda pelicula sera distribuida comercialmente en Estados Unidos, vendio a la compania Disney el derecho a producir una nueva version de su pelicula, en ingles.
"Yo tuve total control creativo sobre la pelicula", comento sobre "Mecanicas celestes", rodado en Venezuela y Portugal a un costo de 2,2 millones de dolares. "Con la pelicula que hara Disney no tengo control alguno. Sera la pelicula de ellos", acoto.
Pero los latinoamericanos no son los unicos que creen que Hollywood, la tan mentada "fabrica de suenos", es una pesadilla.
Despues de triunfar en el festival de Cannes con su monumental tragicomedia "Underground" ("Subterraneo"), pelicula que recorre cuatro decadas en la historia de los Balcanes, el yugoslavo Emir Kusturica fue abordado por tres distribuidoras estadounidenses.
Una de ellas le exigio quitarle 45 minutos al filme para considerar su distribucion en salas comerciales de Estados Unidos. La segunda planteo cortes que sumaban 20 minutos y la tercera pidio 12 minutos menos. Se trata de una pelicula de dimensiones operaticas, con mas de tres horas de duracion.
CIBA 2000, la productora de Kusturica, estaba urgida por recuperar los costos, lo cual obligo al cineasta a aceptar la oferta de la tercera distribuidora. El publico de Miami debio conformarse con esa version.
Pero incluso los cineastas estadounidenses han tenido que lidiar con el dilema.
El veterano Jerry Schatzberg, autor de numerosas peliculas celebres como "Panic in Needle Park" y "Scarecrow", considero que el sistema de los estudios de produccion hace imposible la produccion de peliculas personales.
Los ejecutivos del cine "no creen que valga la pena invertir un millon de dolares y sacar un millon en ganancias. Un productor solo puede hacerse respetar si obtiene cientos de millones", comento.
Schatzberg, el descubridor de Al Pacino, aseguro que no habria podido filmar sus primeras peliculas si se hubiera sometido al sistema de los grandes estudios.
El novato Bryan Gordon probo las dificultades de hacer cine con su primera pelicula, "Pie in the sky", a la que produjo en forma independiente y exhibio exitosamente en el Festival de Miami.
Pero en sus proyectos actuales se ha visto obligado a jugar bajo las reglas de Hollywood.
"Ahora tengo que someter los borradores a las companias, y, a la vuelta, ellos me mandan sus observaciones sobre como creen que debe ser. Esto me esta desconcertando", senalo en un foro.
El XIII Festival de Miami coincidio con el centenario de la invencion del cine, a cargo de los hermanos Lumiere. Ellos no sabian que su invento seria capaz de generar una industria capaz de subyugar de tal manera al arte. (FIN/IPS/ec/mj/la na cr/96)
