Unanime repudio provoco en los gobiernos de America Latina el asesinato del jefe del gobierno israeli Yitshak Rabin, quien fue abatido esta tarde en Tel Aviv por un extremista judio.
"Como el expresidente egipcio Anuar Sadat, tambien Rabin murio a manos de un compatriota fundamentalista", recordo el primer mandatario uruguayo Julio Sanguinetti.
Como el, "fue victima del dogmatismo, de la intolerancia, del fanatismo", anadio.
Sanguinetti manifesto su seguridad de que "la causa de la paz no se torcera por este episodio". Es mas, la ola de dolor y conmocion que provocara este homicidio "fortalecera aun mas la conviccion de que hay que asegurar la paz".
El presidente uruguayo anuncio que su gobierno decretara duelo nacional por la muerte del lider judio.
Sanguinetti recordo al hombre "honrado y luchador de la causa de su pueblo", al que defendio en todos los terrenos, tanto a nivel militar en una epoca, como ahora, "construyendo la paz" con sus vecinos.
Para el presidente argentino Carlos Menem, la muerte de Rabin constituye "una tragedia", el alto precio que pago por su dedicacion a construir la paz y el entendimiento entre los hombres.
Eduardo Frei, presidente de Chile, atribuyo la muerte de Rabin al "ciego fanatismo" que esta tratando por todos los medios de trabar el proceso de paz en Medio Oriente, y condeno en nombre del gobierno y el pueblo chilenos el "barbaro asesinato".
La presidenta nicaraguense Violeta Chamorro considero condenable y repudiable el asesinato de Rabin, en una declaracion oficial de su gobierno.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras sostuvo que el asesinado premier israeli deja una herencia magnifica, y formulo un llamado de alerta a los jefes de gobierno de todo el mundo para que cuiden su seguridad. (FIN/IPS/jc/ip/95