Seis anos despues que el general Omer El Beshir se apoderara del poder en Sudan con un golpe militar, su regimen es uno de los mas aislados de Africa, mientras combate contra adversidades internas y externas y trata desesperadamente de mantener a flote su economia.
Rodeado por gobiernos hostiles, el regimen sudanes logro atraer a solo un jefe de Estado extranjero, el mozambiqueno Joaquim Chissano, a la celebracion del aniversario del golpe que tuvo lugar el 30 de junio de 1989.
La celebracion de este ano se vio ensombrecida por la creciente tension entre Sudan y sus dos vecinos del norte y el este, Egipto y Eritrea, respectivamente.
Mientras Chissano y El Beshir inauguraron caminos y hospitales, los guardias fronterizos egipcios y sudaneses intercambiaron disparos en la disputada area de Halaib, un pequeno triangulo de territorio reclamado por los dos paises.
Ademas, ambos gobiernos lanzaron mutuas advertencias porque Jartum acuso a las fuerzas egipcias de la muerte de dos policias.
Jartum tambien acuso a Eritrea, a cuyos combatientes de la libertad apoyo por 30 anos contra Addis Abeba hasta que el pais se separo de Etiopia en 1993, de brindar bases y entrenamiento a sudaneses disidentes que planean invadir el pais.
En una breve declaracion formulada el domingo, el vocero del ejercito sudanes, brigadier Mohammed Beshir Suleiman, dijo que "hay continuas provocaciones en la frontera por parte de algunos elementos de Eritrea", si bien no dio detalles.
A su vez, Egipto y Eritrea acusaron a Sudan de apoyar a los militantes islamicos opuestos a sus gobiernos y, cuando un comando monto el lunes un fracasado intento de asesinato contra el presidente Hosni Mubarak en Addis Abeba, no perdieron tiempo en senalar a Jartum.
Ghazi Salih Eddin, ministro de Estado en la cancilleria sudanesa, afirmo el domingo que ambas naciones responsabilizaban erroneamente a Sudan de sus conflictos internos. "Es mejor que esos paises resuelvan sus problemas y pongan fin a la violencia interna… Las acusaciones no sirven de nada", dijo.
Sudan pidio al Consejo de Seguridad de la ONU que presione al gobierno de Mubarak para que cese lo que Jartum llama "agresion egipcia contra Sudan", mientras estimula sentimientos nacionalistas en casa.
El lunes unas 20.000 personas montaron una demostracion anti- egipcia a dos kilometros del centro de Jartum.
"El camino de Halaib, el camino de la Jihad (guerra santa) esta abierto", decia una de las consignas propalada por altoparlantes durante la manifestacion. "La provocacion del regimen egipcio solo agrega mas fuerza a nuestra determinacion", vociferaron.
Hablando a los manifestantes, Badel Absait Sabdrat, ministro de Informacion y Cultura, dijo que la demostracion era una expresion de rabia contra el "agente israeli" (el gobierno egipcio).
En el sur, no hay romance entre el regimen de El Beshir y el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que rompio relaciones diplomaticas con Jartum en abril, acusandolo de apoyar al Ejercito de Resistencia del Senor (LRA), un grupo etnico rebelde que opera desde Sudan.
Jartum, por su parte, acusa a Museveni de respaldar al Ejercito Popular de Liberacion de Sudan (SPLA), que ha venido luchando por su autodeterminacion y un Sudan meruidional no musulman desde 1983.
No obstanbte, el SPLA, afectado por una lucha interna, se ha fijado objetivos todavia mas lejanos que antes de dividirse en facciones rivales e n 1991. El gobierno, dominado por fundamentalistas islamicos, gasta aproximadamente un millon de dolares diarios en su lucha contra los rebeldes.
Parte del dinero esta destinado a entrenar y armar unidades contrainsurgentes de voluntarios llamadas Fuerzas Populares de Defensa (PDF). Expertos del ejercito dijeron que tres millones de personas recibieron entrenamiento en campos del PDF.
La guerra civil no ha dejado de causar severos efectos entre los 28 millones de habitantes de Sudan, su infraestructura y economia.
La escasez de agua y los cortes de electricidad, que a menudo paralizan el trabajo de las fabricas, se complementan con el desempleo e inflacion y constituyen los principales problemas que afectan a los habitantes de Jartum y otras poblaciones.
Las exportaciones, constituidas principalmente por algodon y goma arabiga, declinaron de un promedio de 450 millones de dolares en los anos '80 a apenas 53 millones en el periodo 1993-1994. La deuda externa de Sudan aumento a 15.000 millones de dolares.
El pais depende pesadamente de los envios de dinero procedentes de sus connacionales en el exterior, la mayor parte en los estados del Golfo y Arabia Saudita, pero las malas relaciones entre Jartum y sus ex amigos arabes obligo a unos 300.000 expatriados sudaneses volver a casa en los ultimos anos.
Como resultado, las remesas han descendido de 500 millones de dolares en 1989 a 60 millones en 1994.
La ayuda exterior cayo de 800 millones de dolares la decada anterior a cerca de 10 millones el ano pasado y se preve que disminuira en otros cinco millones a fin de 1995.
Esto se debe principalmente a la batalla que Jartum esta librando contra Occidente -especialmente Estados Unidos que puso a Sudan en su lista negra de terrorismo- y agencias multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha suspendido a este pais del Africa nororiental.
Un equipo del FMI visito Jartum el mes pasado y decidio seguir monitoreando al pais por otros seis meses antes de levantar la suspension, pese a que el ministro de Finanzas Abdallah Hassan Ahmed afirmo que su administracion habia seguido a la letra las indicaciones del Fondo.
Hassan indico que su gobierno levanto el control de precios, quito los subsidios de los articulos de consumo basico y refloto la libra sudanesa.
Sin embargo, el FMI, que no presto un centavo desde que El Beshir se encaramo en el poder, indico que Jartum debe realizar su programa de privatizaciones en forma mas vigorosa.
Si bien el programa ha llevado a miles de despidos, puede allanar el camino facilmente a otra de las imposiciones del Fondo: reducir el gasto estatal, que sigue alto por la guerra civil en el sur del pais. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/ego/ip).
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