El ACNUR acuso a Tanzania de faltar a sus obligaciones internacionales al cerrar su frontera al paso de los refugiados procedentes del vecino Burundi, escenario de violencia etnica.
"La clausura de la frontera transgrede la Convencion de Ginebra sobre refugiados", afirmo Karl Steinacker, un funcionario del ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) destacado en la capital tanzana.
Tanzania cerro hace dos meses sus pasos fronterizos con Burundi para contener un multitudinario flujo de refugiados que, segun el gobierno, amenazaba la seguridad del pais.
De acuerdo con las autoridades de Dar Es Salaam, entre las miles de personas que ingresaron en el pais se cuentan milicianos pertenecientes a la etnia hutu, que se establecieron en Tanzania para lanzar golpes contra el ejercito de Burundi.
Pero Steinacker replico que, en su opinion, los burundies que aguardan para cruzar los controles fronterizos "tienen el derecho de ser aceptados en Tanzania".
Tanzania alberga mas de 700.000 refugiados huidos de Ruanda y Burundi, dos ex colonias de Belgica que en los ultimos dos anos han sido escenario de guerra entre la minoria etnica tutsi y la mayoria hutu.
Una masacre sucedio en Burundi en octubre de 1993 al golpe de estado de oficiales tutsi, que asesinaron al presidente hutu Melchior Ndadaye, electo democraticamente.
Una debil coalicion que reune a representantes de las dos etnias se encuentra atenazada entre extremistas tutsi que se rehusan a ceder su control del ejercito y las milicias hutu, que lanzaron una campana de terror contra civiles de la tribu rival.
Mientras, dos millones de refugiados cruzaron las fronteras con Tanzania y Zaire para escapar de la guerra civil estallada en abril de 1994 en Ruanda, que dio lugar al asesinato de casi un millon de personas, la mayoria tutsi.
El primer ministro de Tanzania, Cleopa Msuya, advirtio que el gobierno no aceptara que su pais se convierta en un centro de refugiados.
"Tanzania esta dispuesta a recibir refugiados, pero exige, en primer lugar, que los paises vecinos atiendan sus propios problemas", declaro Msuya a una delegacion del ACNUR.
Entre 10 y 15 refugiados mueren cada semana de malaria o anemia en el campamento de Kasulo, situado en el noroeste de Tanzania y donde se hacinan 200.000 personas, entre ruandeses y burundies.
Mientras, grupos humanitarios advirtieron que prevalece la desnutricion en los cinco campamentos de refugiados que se levantan en el distrito de Ngara, donde se encuentra Kasulo, debido a la decreciente provision de alimentos. (FIN/IPS/tra- en/an/oa/ff/pr/95
