Por mas de tres anos el Movimiento Civilista nicaraguense lucho por la destitucion del general Humberto Ortega de la jefatura del Ejercito Popular Sandinista (EPS), pero paradojicamente, no hubo celebracion publica por su sustitucion, este martes.
Las bocinas de los vehiculos no sonaran y ninguna caravana recorrera las calles de esta ciudad.
Con mucha cautela, escepticismo y pocos brios, los lideres del Movimiento solo han convocado a la sociedad civil para participar en misas de accion de gracias, en los principales templos catolicos del pais.
"No vamos a celebrarlo, porque el problema no es Humberto Ortega, sino el ejercito, el militarismo", afirmo Pablo Cuadra, prestigiado intelectual nicaraguense y lider de ese movimiento de corte antimilitarista, surgido en 1992.
"Nosotros no nos equivocamos, seguiremos luchando por reformar el Codigo para que los militares no sigan fungiendo como un Estado dentro del Estado, como un poder feudal", agrego Cuadra.
Sin embargo, otros lideres, adeversarios del sandinismo, discrepan con esta posicion y consideran que la salida del general Ortega si hay que festejarla, pues marca un hito en la historia nacional.
"Yo siento que el pueblo de Nicaragua si debe estar contento este 21 de febrero, especialmente porque es un traspaso pacifico y esto representa un hecho historico en la vida nacional", apunto Azucena Ferrey, ex miembro del directorio de la Resistencia y actual diputada democristiana.
"Con el paso del tiempo, recordaremos la salida del senor Ortega como la mejor decision politica de alguien que deja el uniforme, por comprender que su tiempo ya termino", agrego Ferrey.
A partir de abril de 1990, al asumir Violeta Barrios de Chamorro el poder politico, un amplio sector de la sociedad nicaraguense emprendio una fuerte y ardua lucha por la destitucion del general Ortega de la jefatura castrense.
Sin embargo, la mandataria lo ratifico en su cargo de Comandante en Jefe del EPS, bajo su subordinacion como Ministra de Defensa y Comandante Supremo.
No obstante, la decision del Ejecutivo fue severamente cuestionada por diversos sectores del pais y hasta por antiguos integrantes de su gabinete de gobierno.
"Fue una dificil decision porque sabia que no iba a ser comprendida. Me abuchearon. me silbaron, me acusaron de co-gobierno y hubo gente que me dio la espalda", admitio hoy Chamorro Barrios, en la ceremonia del traspaso militar.
Desde entonces, a traves de asonadas, bandas rearmadas, secuestros politicos y caravanas de vehiculos, siguio exigiendose el retiro del general Ortega.
Fue hasta el 2 de septiembre de 1993, durante una celebracion del Aniversario del EPS, cuando la Presidenta de la Republica sorprendio al pais y dejo boquiabiertos a los propios jefes militares, con la decision de que Humberto Ortega pasaria a retiro en diciembre de 1994.
A raiz de la decision, se produjo una peligrosa crisis politica que quedo superada al aprobarse el Codigo Militar, en septiembre de 1994.
Semanas despues, se confirmo que Ortega saldria este 21 de febrero, fecha en que se celebra el 65 Aniversario del Asesinato del General Augusto C. Sandino, considerado el "Padre de la Revolucion Sandinista".
En su alocucion de despedida, frente a una tropa que se mantuvo formada durante mas de cuatro horas, el general Ortega aseguro que se marchaba "contento" y "satisfecho", porque "hoy estamos viendo un traspaso decente, digno y ordenado".
"Estamos dejando un ejercito constitucional, antipartidista", comento.
No expuso en su discurso de despedida si se dedicara o no a la actividad economica o politica, sin embargo explicitamente se puso a la orden de los politicos y la agrupaciones politicas pra coadyuvar a forjar lo que llamo" liderazgo politico" en favor del pais.
"Me retiro no con un mensaje pesimista, sino con la seguridad de que en Nicaragua hay lideres experimentados en los diferentes partidos", dijo el ex Jefe del EPS. "Pero, no hemos podido forjar el liderazgo que requiere el pais", anoto a renglon seguido.
Personalidades consultadas coinciden en que el liderazgo y capacidad de interlocucion de Ortega seran casi nulos, una vez que abandone la jefatura castrense. Incluso, de cara al mismo sandinismo, partido que sufre una severa crisis interna.
"Humberto no tiene capacidad para reunificar el sandinismo, sobre todo porque hay un distanciamiento real entre el y Sergio Ramirez", senalo Carlos Fernando Chamorro Barrios, ex director del diario Barricada y connotado dirigente del Movimiento Renovador Sandinista.
"Por otro lado, esta claro que el (Ortega) no quiere volver a ser parte de esa Direccion Nacional del Frente Sandinista, pues no necesita de ellos ya que tienen su propio peso", anadio.
A juicio de Chamorro Barrios, hijo de la mandataria nicaraguense, Ortega tampoco es una candidato viable a la Presidencia del pais en los comicios de 1996.
Explico que el ex jefe militar goza de una fuerte impopularidad, pues fue el a quien correspondio instaurar el Servicio Militar en la decada pasada y permanecio en el cargo a pesar del clamor del electorado y a su "comportamiento confrontativo".
Ademas, recordo su presunto involucramiento o complicidad en el caso Genie, en el que sus escoltas asesinaron a un joven que se "atrevio" a rebasar a la comitiva del militar y que sera juzagado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. "Esa es como una mancha para el", dijo Chamorro Barrios.
El liderazgo politico del general Ortega, segun Luis Humberto Guzman, autor del libro "Politicos en Uniforme" y actual presidente del organo legislativo, estaba intimamente ligado a su cargo a su cargo castrense.
En esa posicion, agrego, contaba con los instrumentos de poder del EPS, como son su capacidad coercitiva, los organos de espionaje, la organizacion y disciplina, asi como su relativa autonomia financiera.
Teoricamente, Ortega no seguira beneficiandose del ejercito. Por tanto, su liderazgo dependera ahora de si mismo, de la actitud y posicion que asumira el general frente a temas vitales para el pais, como la aplicacion de las reformas constitucionales, por ejemplo. (Sigue). – – –
