A 76 dias de las elecciones, la votacion potencial de la candidatura reelecionista del presidente de Peru, Alberto Fujimori pierde terreno, pero las intenciones de voto perdidas no emigran hacia otros candidatos, sino que amplian el confuso campo de los indecisos.
El sector de votantes que declara no haber decidido aun su opcion, paso de 13 por ciento en diciembre a 20 por ciento en el presente mes.
Los resultados de las investigaciones de dos de las empresas encuestadoras independientes mas importantes, Imasen y Apoyo, coinciden en senalar que Fujimori perdio en las ultimas dos semanas entre 4,5 y siete por ciento, y que en este momento su votacion potencial oscila entre 45 y 46 por ciento.
En consecuencia, las elecciones de abril no definirian el nombre del proximo mandatario, porque ninguno alcanzaria el 50 por ciento exigido por la Constitucion, y sera necesaria otra ronda electoral entre los dos postulantes de mayor votacion.
Si se mantuvieran congeladas las tendencias actuales, Fujimori se impondria con comodidad en la segunda ronda, aunque los votos de todos sus competidores se sumaran contra su postulacion.
Pero los analistas insisten en que hay que "leer las tendencias y no los resultados actuales" y senalan que las tendencias marcan un incremento del sector que suele encerrar las sorpresas: el de los indefinidos, que deciden a ultima hora su voto.
En 1990, Fujimori fue beneficiario de esa caracteristica del electorado, pues hasta dos meses antes de los comicios casi no figuraba en los resultados de las encuestas, que daban un triunfo abrumador al favorito, el escritor Mario Vargas Llosa, quien gano en efecto en la primera vuelta, pero perdio en la segunda.
En dichas elecciones, en las semanas previas el electorado comenzo a fijarse en el "chinito" que recorria las barriadas trepado en un tractor y prometia "tecnologia, educacion y trabajo" y sugeria que su victoria provocaria un alud de inversiones japonesas.
Segun los analistas "a posteriori", Fujimori gano porque su imagen personal estaba mas proxima al electorado que la del escritor Vargas Llosa, cuyo lenguaje, modales y entorno social parecian soberbios a los habitantes de las barriadas.
Tambien senalaron como factor de triunfo de Fujimori el agotamiento de la credibilidad en los partidos.
Todos los analistas, a excepcion naturalmente de los vinculados a las cupulas partidarias, coinciden en senalar que se mantiene el desgaste de los partidos y que ganara quien logre hacer identificar mejor su imagen con el pragmatismo desideologizado y con la independencia.
Los cuatro primeros lugares en la preferencias electorales hasta este momento corresponden a candidatos que han hecho de la independencia su bandera principal: Fujimori, Javier Perez de Cuellar, Alejandro Toledo y Ricardo Belmont.
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