El estado venezolano amanecio hoy como dueno de medio centenar de empresas con mas de 300 inmuebles, tras intervenir los bancos Progreso y Republica, cuyo ex propietario de origen cubano, Orlando Castro, se proclamo victima de "una cadena de ataques publicos como nunca en la historia".
Ademas de los bancos y empresas financieras y de seguros relacionadas, Castro perdio 38 emisoras de radio, varias de ellas lideres de sintonia, fincas, aeronaves y su propia residencia en Caracas, pues entrego esos haberes como garantias al buscar recursos para reflotar sus bancos.
"Nunca en la historia un conglomerado empresarial estuvo sometido a una cadena de ataques publicos como la que, desde hace ya algun tiempo, se desato contra el grupo", dijo el banquero en un comunicado que divulgo para reiterar que seguira en el pais.
"Mantenemos la fe. Estamos aqui y seguiremos aqui", dijo Castro, repitiendo el eslogan que adopto su grupo de empresas al iniciarse en agosto la "tercera ola" de la crisis bancaria en Venezuela y de la cual un coletazo le alcanzo este miercoles.
Esa "ola" llevo a manos del Estado dos de los mas grandes bancos comerciales, el Consolidado y el Venezuela, este ultimo con Castro como socio minoritario.
En sucesivas olas y desde enero, el Estado ocupo 14 bancos comerciales, de los 47 en manos privadas hace un ano, y detenta ahora 52 por ciento de los activos y operaciones del sector.
El presidente Rafael Caldera dijo que la crisis, "mas grave que la de cualquier pais del mundo, en proporcion a nuestra poblacion y Producto Interno Bruto", ha comprometido 16 puntos del PIB, es decir, 7.500 millones de dolares.
Esa cifra equivale a la mitad de los ingresos anuales por exportaciones, incluidas las petroleras, y a dos terceras partes del gasto publico ejecutado este ano.
Los bancos Progreso y Republica, 13 y 14 en la clasificacion de la firma consultora especializada Softline, pero cuyos depositos combinados, 450 millones de dolares, equivalen a los del quinto o sexto banco del pais, se hundieron bajo el mismo patron que forzo la estatizacion del Venezuela y Consolidado.
Una deficiente cartera de prestamos e insuficiencias en el patrimonio -que cubria 8 por ciento de activos inmovilizados, cuando la relacion ideal entre esas cuentas es de 100 por ciento- se sumaron a faltas de liquidez cada vez mas agudas.
Desde junio, el banco lider del grupo, Progreso, pacto con el estatal Fondo de Garantias de Depositos un programa de auxilios que llego a 300 millones de dolares y no pudo cubrir en los lapsos desde entonces previstos, pese a los desesperados esfuerzos de Castro.
El empresario comprometio incluso haberes personales como vivienda en Caracas y avion privado, y gestionaba en Europa un credito por 50 millones de dolares, pero estos recursos no llegaron a tiempo.
Aunque proclamo que seguira luchando en Venezuela, dado su amor por este pais, el empresario recrimino amargamente la "cadena de ataques publicos" a que estuvo sometido.
Alude a rumores sobre lavado de dinero que se esparcieron cuando hace cinco anos comenzo a comprar acciones del banco de Venezuela, que encabezaba, como rival de Castro, el actual ministro que preside el Fondo de Inversiones, Carlos Bernardez.
La primera semana de julio ultimo, apenas suspendidas seis garantias constitucionales para enmarcar las medidas de emergencia financiera, la residencia de Castro fue allanada por la policia politica, que investigaba denuncias de conspiracion para un golpe de estado contra Caldera.
Las entidades del Grupo Progreso, finalmente, han padecido olas de rumores como otras con fallas de liquidez que a la postre se revelaron insolventes y fueron intervenidas por el Estado.
Castro, fogoso lider socialdemocrata en su juventud, en la Cuba de la decada de 1950, se radico en Venezuela hace 30 anos y se proyecto como un empresario "hecho a si mismo".
Mientras, el Estado venezolano, que paradojicamente quiere acelerar un proceso de privatizacion de sus empresas basicas, de telefonia y abrir sus pozos petroleros a capitales internacionales, se llena de activos y nuevas propiedades y obligaciones con cada banco que llega a sus manos.
Son responsabilidad del Estado 51 por ciento de los depositos del publico, 50 por ciento de los creditos y 42 por ciento de las cuentas de patrimonio, capital y reservas, segun Softline.
Tambien decenas de miles de trabajadores bancarios, millares de edificios y oficinas, y empresas y diversos bienes dados en garantia por los bancos intervenidos, al punto de que ahora el gobierno queda subitamente a cargo de la cadena de radio Mundial, consagrada a la musica popular y la mas escuchada en el pais. (Fin/IPS/hm- eg/ne/94
