Granada todavía evalúa los daños de las fuertes lluvias de la primera semana de este mes, que generaron “amplias y extensas” inundaciones y volvieron a subrayar la gran vulnerabilidad de los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID) frente al cambio climático.
El recuerdo de los eventos climáticos extremos de 2004 y 2005 siguen frescos en la mente de la población, recordaron funcionarios locales. La elevación del nivel del mar es responsable de la gran erosión costera, y los huracanes y tormentas tropicales destruyen de forma regular infraestructura crucial para este país del Caribe.
Durante tres horas, entre las nueve y las 12 del mediodía del 1 de este mes, una ola tropical que interactuó con una Zona de Convergencia Intertropical atravesó el país, causando fuertes precipitaciones, que derivaron rápidamente en inundaciones.
La Oficina Meteorológica de Aeropuerto Internacional Maurice Bishop registró 152 milímetros de lluvias en las tres horas. Y las autoridades informaron que en el interior de la isla llovió mucho más, aunque no han dado a conocer datos precisos.
“Las inundaciones fueron amplias y extensas”, dijo Winston Garraway, del Ministerio de Resiliencia Climática, en diálogo con IPS.
Las parroquias de “Saint David y Saint George se vieron muy afectadas y decidimos declararlas áreas de desastre”, apuntó.
En Saint David, Garraway dijo que hubo 60 deslizamientos de terreno que afectaron las rutas de esa parroquia, la principal zona agrícola del país.
Nueve casas quedaron muy dañadas y hubo que reubicar a las familias, apuntó. Las autoridades evalúan si demolerlas y reconstruirlas o reubicarlas.
“El estadio nacional también sufrió el impacto de las inundaciones, lo que probablemente tenga consecuencias sobre las actividades a realizarse en el futuro inmediato”, añadió Garraway.
Los daños sufridos por el piso del estadio obligaron a posponer uno de los principales acontecimientos del carnaval.
Garraway, quien también es responsable de ambiente, silvicultura, pesca y gestión de desastres, dijo que los eventos climáticos eran otro claro recordatorio de que Granada y otros PEID están entre los países más vulnerables al impacto del recalentamiento planetario.
“Hemos capacitado a nuestros funcionarios en medidas de mitigación. Pero cayó tanta agua en tan poco tiempo, que todo el sistema se inundó, y habla claramente de los efectos del cambio climático”, subrayó.
“Uno podría preguntar, ¿hay posibilidades de mitigar frente a esos desafíos que vemos? En cierto sentido, creo que sí, en un sentido amplio, no. El sistema no podría haber absorbido el volumen de agua que tuvimos en tan poco tiempo”, explicó.
El ministro de Comunicaciones, Trabajo y Servicios Públicos, Gregory Bowen, coincidió con Garraway que acontecimientos como ese subrayan los efectos del cambio climático en los PEID.
Bowen señaló que hay una necesidad urgente de fondos para ayudar a las comunidades.
“Un gran volumen del agua de las inundaciones pasan por terrenos privados. El Estado es responsable de la propiedad estatal, pero para los privados, el tamaño del drenaje que tendrá que circular por su propiedad, no lo pueden costear”, explicó Bowen.
“Esa es un área en la que tenemos que trabajar, en conseguir fondos para ayudar a la población. Porque cuando venga la lluvia, encontrará su propios caminos y, por lo general, en tierras privadas. Si tiene un buen sistema de drenaje, puede canalizar de forma adecuada la escorrentía”, abundó.[related_articles]
“Ese es un componente fundamental que tenemos que movilizar de inmediato. Se necesitan millones de dólares para gastar en eso”, añadió.
Pero la isla sencillamente no puede hacer frente a los costos, y señaló que Granada concluyó hace poco un Programa de Ajuste Estructural de tres años, con apoyo del Fondo Monetario Internacional.
Todavía está en marcha la evaluación de impacto formal, a cargo del Ministerio de Obras Pública y el de Finanzas, pero las autoridades ya se han puesto en contacto con socios regionales en busca de apoyo.
Garraway dijo que los funcionarios de la Agencia de Gestión de Emergencia de Desastre del Caribe, con sede en Barbados, se puso en contacto con funcionarios de gestión de desastres para determinar el daño y las necesidades inmediatas.
Mientras, el epidemiólogo del Ministerio de Salud, Shawn Charles, recomendó a la población mantenerse alejada de las aguas estancadas que dejaron las inundaciones. No solo pueden estar contaminadas con desechos, como botellas rotas y plásticos, alertó, sino también pueden contener patógenos que causan problemas de salud que ponen en riesgo la vida.
“El agua de las inundaciones con el nivel de lluvias recibidas de la ola tropical está normalmente contaminada con todo tipo de cosas y no es bueno para nadie quedar expuesto”, explicó Charles a IPS.
“Hay todo tipo de contaminantes que pueden impactar de forma diferente, por lo que debe evitarse nadar, correr o hacer otras cosas en ese tipo en el agua contaminada”, añadió.
“Uno de los contaminantes peligrosos es la orina de rata, el principal transmisor de la leptospirosis, una enfermedad que puede ser mortal”, ejemplificó.
“No se aconseja que la gente se exponga a las aguas inundadas. No es prudente, puede derivar en enfermedades. La gente debe ser muy cuidadosa. El contacto con el agua de las inundaciones debe evitarse”, insistió.
Traducción: Verónica Firme