La ONU declara la guerra a los plásticos que inundan los océanos: más de ocho millones de toneladas terminan en sus aguas cada año, como si se vertiera un camión de ese material por minuto, lo que causa estragos en la vida marina, la pesca y el turismo, y tiene un costo de unos 8.000 millones de dólares.
De hecho, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), con sede en Nairobi, lanzó este jueves 23 una campaña mundial para eliminar para 2022 las principales fuentes de la contaminación marina, como son los microplásticos contenidos en productos cosméticos y el despilfarro de artículos descartados con un solo uso.[pullquote]3[/pullquote]
Presentada en la Cumbre Mundial de los Océanos, organizada por The Economist en la ciudad indonesia de Bali, la campaña #MaresLimpios urge a los gobiernos a diseñar políticas para reducir el uso de plásticos, en especial dirigidas a la industria, con el fin de minimizar los envoltorios de ese material y de rediseñar el empaquetado, y a los consumidores, para cambiar sus hábitos de descarte, antes de que haya un daño irreversible.
“Ya es hora de que encaremos el problema del plástico que arruina nuestros océanos”, subrayó Erik Solheim, director ejecutivo del Pnuma.
“La contaminación plástica navega por las playas indonesias, depositándose en el suelo oceánico del Polo Norte, y regresa a través de la cadena alimentaria para instalarse en nuestra mesa. Esperamos demasiado tiempo y el problema empeoró. Debe terminar”, sentenció.
En el marco de la campaña se anunciarán nuevas medidas ambiciosas de los países, pero también de las empresas, con el fin de eliminar los microplásticos de los productos de cuidado personal, prohibir o poner impuestos a las bolsas con un solo uso y reducir de forma drástica otros artículos plásticos desechables.
La iniciativa mundial procura sensibilizar a los gobiernos, a la industria y a los consumidores para que reduzcan de forma urgente la producción y el abuso de plásticos, que contaminan los océanos, atentan contra la vida marina y amenazan la salud humana.
El Pnuma procura transformar todas las esferas: hábitos, prácticas, estándares y políticas en todo el mundo, con el fin de reducir drásticamente la basura marina, así como sus consecuencias negativas.
Ya se unieron 10 países a la campaña, Bélgica, Costa Rica, Francia, Granada, Indonesia, Noruega, Panamá, Santa Lucía, Sierra Leona y Uruguay.
Promesas para frenar la ola plástica
Indonesia se comprometió a disminuir su basura marina en 70 por ciento para 2025; Uruguay anunció que gravaría las bolsas de plástico desechables este año; y Costa Rica tomará medidas para reducirlas drásticamente mediante una mejor gestión de los residuos y educación.
“Proteger los mares y la vida marina del plástico es un cuestión urgente para Noruega”, destacó el ministro de Clima y Ambiente, Vidar Helgesen. “La basura marina eleva con rapidez los riesgos para la vida marina, la seguridad de los mariscos y peces y afecta de forma negativa la vida de las poblaciones costeras de todo el mundo. Los océanos ya no pueden esperar”, insistió.
Por su parte, la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay, Eneida de León, subrayó: “Nuestro objetivo es desalentar el uso de bolsas plásticas mediante regulaciones, ofrecer alternativas a los trabajadores del sector de la basura y desarrollar planes de educación sobre el impacto del uso de las bolsas plásticas en nuestro ambiente”.
Al ritmo con el que tiramos botellas, bolsas y tasas plásticas, las estimaciones revelan que para 2050, los océanos tendrán más plástico que peces y que alrededor de 99 por ciento de las aves marinas habrán consumido plástico.
Además, se esperan más anuncios en el marco de esta campaña en la Conferencia sobre los Océanos, que se realizará en la sede de la ONU en Nueva York, del 5 al 9 de junio, así como en la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, que se organizará en Nairobi en diciembre.[related_articles]
“No es necesario inventar ni negociar nada nuevo”
Además de los ocho millones de toneladas de plástico que se vierten a los océanos todos los años, estos también padecen la sobrepesca, la acidificación y el aumento de la temperatura del agua, a consecuencia del cambio climático.
La ONU organizó una reunión el 15 y el 16 de este mes en Nueva York para preparar la Conferencia sobre los Océanos de junio, la que procura “contribuir a salvaguardar los océanos y a recuperar los problemas causados por las actividades humanas”.
La ministra de Clima de Suecia, Isabella Lövin, señaló en un video publicado en Twitter que la conferencia sería una “oportunidad única en la vida” para salvar los océanos que soportan un estrés enorme.
“No necesitamos negociar nada nuevo, solo tenemos que actuar para implementar lo que ya acordamos”, arguyó, básicamente resumiendo el sentir de la mayoría de la comunidad científica, de ambientalistas y de organizaciones de la sociedad civil.
Lövin se refería a la esperada “Llamada a la acción”, que surgirá de la conferencia en lo que respecta a la sobrepesca, a frenar la contaminación marina y a atender las circunstancias especiales de los pequeños estados insulares.
“El mundo avanza en una dirección totalmente equivocada”
En lo que respecta al objetivo de lograr océanos sostenibles y preservar la vida bajo el agua, Lövin dijo en entrevista con IPS que el mundo “avanza en una dirección totalmente equivocada”.
“Si observamos las tendencias, vemos cada vez más sobrepesca, cada vez más contaminación, basura marina que llega a los océanos, y también vemos el estrés que soportan los océanos por el cambio climático, la acidificación del agua, pero también por el recalentamiento y el aumento del nivel del mar, y todo esto ejerce una tremenda, tremenda presión sobre nuestros océanos”, subrayó.
En la reunión de Nueva York, la ONU pidió compromisos voluntarios para implementar el 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, el 15 de febrero, lanzó un registro de compromisos en línea, que ya tiene tres anotados, el gobierno de Suecia, el Pnuma y la organización no gubernamental Peaceboat.
El sitio estará pronto al final de la conferencia, que comienza el Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio: durante la misma también se celebrará el Día Mundial de los Océanos, el 8 de ese mes.
Los compromisos voluntarios “subrayan la necesidad de acción y de soluciones urgentes”, destacó el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Wu Hongbo, quien será el secretario general de la conferencia.
Traducido por Verónica Firme