Población iraní esperanzada ante recta final para acuerdo nuclear

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, fue recibido por una multitud en Teherán luego de negociar el marco para un acuerdo nuclear definitivo el 2 de abril en Lausana, Suiza. Crédito: ISNA/Borna Ghasemi
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, fue recibido por una multitud en Teherán luego de negociar el marco para un acuerdo nuclear definitivo el 2 de abril en Lausana, Suiza. Crédito: ISNA/Borna Ghasemi

El plazo para alcanzar un acuerdo definitivo entre Irán y las potencias mundiales con respecto al programa nuclear de Teherán vence este martes 30, y la población iraní ya anticipa beneficios a corto plazo si las negociaciones llegan a buen puerto.

Las negociaciones se reanudaron el sábado 27 en Viena entre Irán y el grupo del P5+1, integrado por China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más Alemania.[pullquote]3[/pullquote]

Los iraníes están atentos al resultado de las conversaciones en Viena y creen que el acuerdo generaría una mejora económica importante a corto plazo para su país, según una nueva encuesta y un estudio dados a conocer en Washington.

La mayoría de los 80 millones de habitantes de Irán creen que, en el correr del año tras la firma de un acuerdo definitivo, mejorará el acceso a las medicinas y equipos médicos extranjeros, habrá más inversión extranjera y mejoras concretas en el nivel de vida, según una encuesta difundida el día 23.

La encuesta fue realizada por el Centro para la Investigación de la Opinión Pública, de la Universidad de Teherán, e Iran Poll, una organización encuestadora independiente con sede en la ciudad canadiense de Toronto, que trabaja con el Centro de Estudios Internacionales y de Seguridad de la estadounidense Universidad de Maryland (CISSM).

Ante la pregunta de cuánto tiempo creían que demorarían en concretarse los cambios generados por el acuerdo, 61 por ciento de los encuestados respondieron que tendrían mayor acceso a medicinas y equipos médicos extranjeros y 62 por ciento dijeron que «mucho más empresas extranjeras invertirían en Irán» en un año o menos.

En un año se producirá «una mejora tangible en el nivel de vida de la gente”, respondió 55 por ciento de los encuestados.

La encuesta, basada en entrevistas telefónicas con más de 1.000 personas realizadas del 12 al 28 de mayo, encontró un fuerte respaldo a un acuerdo nuclear, pero el mismo parece estar ligado a la creencia de que Estados Unidos levantaría todas las sanciones impuestas a Irán, y no solo las relacionadas con las actividades nucleares del país, como parte del trato.

El plazo para la eliminación y el alcance de las sanciones sigue siendo, sin embargo, un gran obstáculo en las negociaciones, cuyos pormenores se mantienen en reserva mientras que las conversaciones siguen en curso.

El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, habría exigido en un discurso el día 23 que Estados Unidos retire todas las sanciones a partir de la firma del acuerdo, una demanda que podría complicar aún más las negociaciones.

«Si bien existe apoyo mayoritario… al acuerdo, se sustenta en parte por la expectativa de que, además de la ONU y la UE (Unión Europea), Estados Unidos también renuncie a todos sus sanciones, que los efectos positivos del trato se hagan sentir… con rapidez, y que Irán continúe desarrollando su programa nuclear civil», señaló Ebrahim Mohseni, investigador de la Universidad de Teherán y del CISSM.

El presidente iraní, Hassan Ruhani, podría tener «dificultades para ‘vender’ un acuerdo que se aparte significativamente de las expectativas», añadió.

Tibias expectativas

Un estudio realizado por la Campaña Internacional para los Derechos Humanos en Irán (ICHRI), una organización con sede en Nueva York, también concluyó que la sociedad civil, que sigue apoyando las negociaciones aunque critica las políticas nacionales del gobierno, tiene la esperanza de que un acuerdo acabe con años de sanciones y aislamiento.

De las 28 organizaciones de la sociedad civil entrevistadas por ICHRI entre el 13 de mayo y el 2 junio, 71 por ciento respondieron que esperan que el acuerdo genere beneficios económicos, como un crecimiento de la inversión y los ingresos del petróleo, y mejoras en el empleo, la industria manufacturera y el crecimiento económico en general.

Sin embargo, 20 por ciento de quienes prevén beneficios económicos creen que el pueblo no los experimentaría debido a la mala gestión gubernamental.

De hecho, un número importante de personalidades de la sociedad civil desconfían de la capacidad del gobierno de Ruhani para ofrecer resultados concretos al público tras la firma del acuerdo.

Treinta y seis por ciento de los entrevistados no espera mejoras en las libertades políticas o culturales, debido a la falta de autoridad o de voluntad de Ruhani, mientras que 25 por ciento dijo que los beneficios económicos solo alcanzarían a los ricos y políticamente influyentes.[related_articles]

«Ruhani no está en control. Primero tendría que pedirle permiso a la oficina del líder supremo para lo que quiera implementar», afirmó Mohammad Nourizad, cineasta y activista político, a la ICHRI.

«Las expectativas que tenemos del Sr. Ruhani no coinciden con sus capacidades», agregó.

Sin embargo, 61 por ciento de los encuestados todavía creen que un acuerdo le daría a la administración de Ruhani la influencia política necesaria para aplicar reformas políticas y culturales.

«Podría llevar tiempo, pero la alineación de las promesas de Ruhani con las expectativas de la gente respecto a la resolución de la cuestión nuclear le dará más herramientas para… la apertura cultural y política y la liberalización económica”, opinó Farideh Farhi, una profesora de la Universidad de Hawái, en diálogo con IPS.

«Aún tendrá resistencia y competencia, pero no hay duda de que saldrá fortalecido», dijo.

Los representantes de la sociedad civil encuestados por la ICHRI expresaron un mayor grado de escepticismo y matices que la población general encuestada por el CISSM, pero una mayoría considerable en ambas encuestas argumentó que las sanciones perjudican de manera significativa a la población, algo que solo se agravará si no se llega a un acuerdo.

El fracaso de las negociaciones “causaría un daño terrible a la gente y a las actividades sociales, culturales, políticas y económicas», según dijo Fajrossadat Mohtashamipur, activista y esposa de un preso político, a la ICHRI.

«El mayor costo de las sanciones lo paga el pueblo, sobre todo los de bajos ingresos y los grupos vulnerables», aseguró.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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