Nuevos horizontes se abren para las personas transexuales en Cuba con la aprobación esta semana de una resolución del Ministerio de Salud Pública que establece las normas para su atención sanitaria, inclusive la realización gratuita de operaciones de reasignación sexual.
"Acaba de aprobarse. Las operaciones comenzarán a realizarse tan pronto el equipo médico cubano esté listo para hacerlo", aseguró a IPS Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual y principal impulsora, desde 2004, de una estrategia gubernamental para la atención integral a personas transexuales.
Un equipo de especialistas locales viene preparándose hace meses con asesoría internacional y, según Castro, las operaciones de reasignación sexual podrían empezar a realizarse este mismo año, después de una única experiencia en esta isla caribeña que data de 1988.
La resolución número 126 fue firmada por el ministro de Salud Pública, José Ramón Balaguer, el miércoles, y establece la creación de un centro de atención a la salud integral de las personas transexuales, como la única institución en el país autorizada para realizar tratamientos médicos totales o parciales de cambio de sexo.
Asimismo, "legitima las funciones de la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales", creada en 2005 por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) como continuación del trabajo de un grupo multidisciplinario que funcionaba desde 1979, precisó Castro.
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"Esta resolución establece todos los procesos de cuidado de las personas transexuales, incluida la operación cuando se cumplen los criterios de salud requeridos y también cuando la persona lo desea, porque no todas lo desean", indicó la sexóloga.
Entre las funciones de la comisión nacional, coordinada por el Cenesex, aparecen elaborar, implementar y coordinar la política nacional de atención integral a transexuales, aprobar la pertinencia o no de la cirugía de reasignación sexual en cada caso, promover investigaciones y asesorar al Ministerio de Salud Pública en materia de política.
En tanto, el centro de nueva creación brindará servicios de salud integral, que incluye el diagnóstico, tratamiento y seguimiento a las personas transexuales, antes y después de la operación de cambio de sexo y también a aquellos casos diagnosticados que no deseen someterse a ese procedimiento.
Varios transexuales, reunidos en la Jornada Nacional de Lucha contra la Homofobia y la Transfobia el 17 de mayo, contaron sus historias y ante un público de cientos de personas se cuestionaron hasta cuándo tendrían que esperar para ser respetados por la sociedad y poder solucionar lo que aparece como un verdadero problema de salud.
"Aunque tenga 90 años cuando se apruebe la operación, si estoy vivo me la haría. Pediría como condición a los médicos que, si yo me muriera en la operación, la llevarán hasta el final para poder ser muerto lo que no pude ser vivo", afirmó ese día Juani, diagnosticado como transexual masculino en 1972.
Un plegable, publicado por el Cenesex, asegura que la transexualidad es un término creado por las ciencias médicas para definir a "aquellas personas que, desde su infancia temprana y a lo largo de su vida, demuestran su indisoluble sentimiento de pertenecer a un género (femenino o masculino) que no se corresponde con el sexo asignado al nacer".
Desde su creación como grupo en 1979, la actual Comisión Nacional de Atención a Transexuales ha recibido 92 solicitudes y ha confirmado el diagnóstico de 27 transexuales, dos travestis y dos homosexuales masculinos afeminados, según datos aparecidos en La transexualidad en Cuba, un libro publicado en mayo pasado por la Editorial Cenesex.
Del total de transexuales diagnosticados, 19 esperan beneficiarse con la cirugía y ocho no desean la operación, pero sí el reconocimiento jurídico de la que sienten como su identidad de género. Hasta el momento, 13 han podido cambiar su nombre y foto en el registro de identidad y siete esperan la aprobación del Ministerio de Justicia.
Sólo dos son transexuales masculinos y las estadísticas incluyen a la transexual femenina que fuera sometida a operación y, que desde entonces, vive su vida normal como mujer.
Más de la mitad de estas personas viven en La Habana y están en el rango de edades de entre 31 y 40 años. La mayoría son de la raza blanca, sólo cinco lograron terminar la enseñanza media superior (12 grado) y ocho han sido aceptadas en la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), única organización femenina de la isla.
"Estamos viendo la transexualidad como una realidad especial que requiere de una respuesta especial de la sociedad", dijo Castro, quien recordó cómo muchas de estas personas abandonan los estudios por el rechazo social y la incomprensión que reciben en el aula, tanto de otros estudiantes y sus familias, como del personal docente.
Trabajar aún más en la preparación del personal del sistema de educación cubano y promover estrategias educativas sobre la diversidad sexual desde los medios de comunicación son algunas de las prioridades actuales del Cenesex en espera de una propuesta de reforma del actual Código de Familia.
La reforma establece el deber de la familia de cuidar de todos sus miembros, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, reconoce iguales derechos a parejas homosexuales y heterosexuales y abre las puertas para el reconocimiento legal de las uniones entre gays y lesbianas.
Asimismo, la institución trabaja en la implementación de la Estrategia Nacional de Atención a Personas Transexuales que involucra a los ministerios de Salud Pública, Educación, Educación Superior, del Trabajo y Seguridad Social, del Interior y de Justicia, al Tribunal Supremo Popular y a la Fiscalía General de la República.
"Además, ya entregamos los argumentos para un decreto ley de identidad de género que establecerá legalmente que no es necesaria una operación de reasignación sexual para obtener el cambio de identidad, en los casos de transexuales diagnosticados. Ese será, de hecho, un reconocimiento social de su identidad", afirmó Castro.
