
Conferencia moviliza “solidaridad internacional” con Yemen
La comunidad internacional se comprometió a reunir 2.000 millones de dólares para la tan necesaria asistencia humanitaria que le urge al atribulado Yemen.
Las conflictos bélicos, las guerras civiles, los alzamientos y golpes de Estado, los genocidios y la violencia étnica y política están a la orden del día en buena parte del mundo. La lista de zonas turbulentas es extensa, y los más afectados son siempre los pobres, las mujeres, las niñas y los niños. Lea más en IPS Noticias.

La comunidad internacional se comprometió a reunir 2.000 millones de dólares para la tan necesaria asistencia humanitaria que le urge al atribulado Yemen.

Jaled se fue de Siria en 2015, cuando su país llevaba cuatro años de guerra. Con 27 años recuerda claramente cómo era su vida antes en Damasco: llevaba una vida feliz con una familia feliz en un país feliz.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, lanzó una bomba política cuando dijo que su país no tenía evidencias para confirmar las denuncias de que el gobierno de Siria había lanzado el mortal gas sarín contra la población

Los cinco mayores proveedores de armas coinciden con cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que, irónicamente, abogan por una coexistencia pacífica y defienden los principios del desarme.

«La asediada Guta Oriental sufre una catástrofe humana», aseguró el asesor especial del enviado de la ONU a Siria, Jan Egeland, para quien el conflicto en ese país «es el más sangriento en una generación».

En una choza en esta ciudad india de Jammu, varias mujeres de entre 19 y 30 años comparten dos cosas: son refugiadas rohinyás de Myanmar (Birmania) y todas tienen miedo de que las devuelvan a la fuerza a su país,

Casi dos millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares en 2017 en República Democrática del Congo (RDC). La peor epidemia de cólera en 15 años, con 55.000 casos y más de 1.000 muertos, además del innumerable número de asesinados,

No se sabe exactamente cuántos niñas y niños soldados hay en el mundo, pero se estima que en la actualidad son decenas de miles. Para tomar medidas efectivas y contrarrestar el flagelo, es necesario conocer las causas de raíz.

El olor a tragedia en el Iraq devastado por tres décadas de conflicto armado impregna también al ambiente, víctima olvidada entre tantas personas muertas, heridas o desplazadas.

Organizaciones internacionales critican la decisión de Estados Unidos de recortar más de la mitad de su contribución a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) para este año.

Todavía es incierta la repatriación de rohinyás, quienes buscaron refugio en Bangladesh tras ser expulsados de Myanmar (Birmania) por la violencia contra su pueblo, pues el acuerdo para legalizar el proceso es controvertido y poco práctico.

“La unidad es el camino. Nuestro futuro depende de ella”, subrayó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, al lanzar una Alerta Roja al cierre de 2017.

Cientos de miles de rohinyás refugiadas de Myanmar (Birmania) viven en campamentos hacinados a lo largo de la frontera de ese país con Bangladesh. Víctimas de violencia sexual y física en el estado birmano de Rakhine, las mujeres ahora sufren

Julio Aro, excombatiente argentino en la guerra de Malvinas en 1982, volvió a las islas en 2008. Cuando visitó el cementerio de Darwin encontró 121 tumbas que decían: “Soldado argentino solo conocido por Dios”, y se propuso devolver la identidad

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel no solo significa un “beso de la muerte” a la solución de dos estados, sino también un duro golpe para 57 países musulmanes,

Mariam Akhtar*, de 23 años, busca desesperadamente a su hija menor desde hace dos semanas, cuando llegó a esta sureña ciudad en la costa de Bangladesh, procedente del vecino Myanmar (Birmania).

La ONU lucha y pierde la batalla contra el abuso y la explotación sexual generalizadas y continuas de efectivos de las fuerzas de paz y funcionarios civiles, con muy pocos procesamientos debido a enormes problemas para perseguir a los abusadores