IRAQ: Unión Europea pide que la ONU dirija reconstrucción

Los 15 países de la Unión Europea y los 10 que se integrarán a ella en 2004 demandaron este jueves que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desempeñe un papel central en el Iraq de posguerra, al concluir la reunión de sus mandatarios en Atenas.

El texto de la declaración aprobada por los jefes de gobiernos europeos, reunidos desde el miércoles, fue negociado previamente por los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania y Francia, opositores a la invasión de Iraq, con los de España y Gran Bretaña, que la apoyaron.

Pero la canciller española Ana Palacio aseguró este jueves en rueda de prensa que esos cuatro países, integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU, mantienen diferencias sobre la cuestión iraquí, y en especial sobre el procedimiento para levantar las sanciones impuestas a Bagdad desde que invadió Kuwait en 1990.

También negó que Alemania, España, Francia y Gran Bretaña hayan sido los autores del documento aprobado por los mandatarios europeos, a pesar de que ella misma participó en las reuniones de esos cuatro países para elaborar el proyecto de declaración.

El primer ministro griego y presidente de turno de la Unión Europea, Costas Simitis, admitió que persisten diferencias entre los 15 sobre la crisis iraquí, y que aún no está claro el papel que la ONU puede y debe desempeñar de inmediato en la posguerra.
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La declaración, aprobada en presencia del secretario general de la ONU, Kofi Annan, destaca y apoya el nombramiento por parte de éste ”de un asesor especial para Iraq, y espera que se refuerce el involucramiento de ese organismo (la ONU) en la etapa post- conflicto en Iraq, inicialmente en la coordinación de la asistencia humanitaria”.

”La coalición (invasora de Iraq, encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña) tiene la responsabilidad de garantizar un espacio seguro, incluido el de suministro de asistencia humanitaria y la protección del patrimonio cultural y los museos” iraquíes, afirmaron los gobernantes europeos.

La declaración no mencionó específicamente a Siria, pero varios mandatarios se pronunciaron en contra de que se ataque a ese país, como parece posible tras declaraciones de altos funcionarios estadounidenses.

Pocas horas antes de la firma de la declaración, el propio presidente estadounidense George Bush se refirió a la posibilidad de acciones militares contra Damasco.

Bush expresó que su objetivo fundamental es proteger la seguridad de su país y la paz del mundo, para lo cual ”debe mantener todas las ventajas que tiene en armas, tecnología y espionaje”, en diálogo con trabajadores de la fábrica de aviones Boeing en la que se producen los cazas F-18, usados contra Iraq.

El presidente del gobierno de España, José María Aznar, reiteró en cambio, en Atenas, que Siria no es objetivo militar ”de nadie” y que las relaciones con ese país ”están bien encaminadas”, tras una conversación telefónica con el presidente sirio Bashar al Assad, que mantuvo a pedido de Bush.

Aznar añadió que Al Assad le manifestó un compromiso muy claro contra el terrorismo y le dio garantías de que su país no dará refugio a ex integrantes del derrocado gobierno iraquí.

Pero el embajador estadounidense en la ONU, John Negroponte, acusó el miércoles a Siria, ante el Consejo de Seguridad, de desarrollar armas de destrucción masiva y de albergar a terroristas. El embajador sirio Mijail Wejbe rechazó rotundamente ambas acusaciones.

Wejbe destacó que su país firmó el Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares y lo cumple, a diferencia de Israel, e insistió en que todo Medio Oriente sea declarado ”zona libre de armas de destrucción masiva”, lo que obligaría también al gobierno israelí.

Esa iniciativa de Damasco ya cuenta con el apoyo de la mayoría de los países de la zona, con la excepción de Israel, un Estado al que se atribuye incluso la posesión de armamento nuclear.

Es llamativa la posición del gobierno español sobre la cuestión del asilo a terroristas y la definición de los mismos.

Aznar opinó que la detención del palestino Abu Abbas en Iraq es una prueba de que ese país albergaba a terroristas, pero la oposición española no está de acuerdo.

El diputado socialista Manuel Marín, ex comisario de la UE y miembro de la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, dijo a IPS que lo manifestado por Aznar carece por completo de sustento.

Abu Abbas reconoció públicamente que fue un error el secuestro de un barco que dirigió en 1985, destacó el parlamentario, quien añadió que los acuerdos de paz de Oslo entre el gobierno israelí y la Autoridad Nacional Palestina, firmados en 1995, incluyeron la amnistía de todos los guerrilleros.

Esos acuerdos fueron rubricados también por el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.

Israel concedió inmunidad a Abbas en 1999, cuando el ex guerrillero palestino renunció expresamente al uso del terrorismo y la violencia. Previamente, en una reunión del Parlamento palestino realizada en 1996, Abbas votó por el abandono de la lucha armada.

Además, su residencia en Bagdad desde hace 17 años no era secreta ni clandestina.

Los acuerdos y matices en la reunión de Atenas muestran la voluntad de superar diferencias en la UE, pero también que éstas se mantienen, y que el fantasma de posibles nuevas intervenciones armadas aún ronda.

Como dijo a IPS el subdirector de relaciones internacionales del madrileño diario El País, Miguel Angel Abstener, el primer ministro británico ”Tony Blair dijo que Siria no es el siguiente Estado en la lista… o sea que hay una lista”.

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