ECONOMÍA-CHINA: Sin expectativas para cumbre del G-20

China podría perseguir sus propios objetivos, según analistas, si la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) países industrializados y emergentes no logra definir una estrategia para reactivar la economía mundial, en el marco de las discrepancias entre Estados Unidos y Europa.

"Es sabido que el fracaso de las negociaciones internacionales en la cumbre de Londres de 1933 sentó las bases para el surgimiento de Estados Unidos como potencia financiera", señaló un editorial del influyente diario en chino de Shangai Diyi Caijing Ribao.

"En el marco de la actual debacle, sin precedentes, del sistema financiero dependiente de Estados Unidos, ¿podría China aspirar a crear un nuevo orden mundial si fracasa la cumbre de Londres?" del 2 de abril, se pregunta.

China no tiene muchas expectativas respecto de la cumbre del G-20, a juzgar por la retórica oficial.

El ex vicepresidente del Banco Popular de China, Wu Xiaoling, no fue muy optimista sobre su resultado en conferencia de prensa en Shangai. "Es imposible que se alcance un acuerdo concreto. No debemos hacernos muchas ilusiones", declaró. "Por eso tenemos que alzar nuestra voz".
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Aun así, Beijing dedicó mucho esfuerzo a preparar la cumbre. Funcionarios de los ministerios de Comercio y Finanzas, del Banco Central y de la Comisión de Regulación Bancaria fueron enviados a Londres a principios de este mes para forjar y presentar una estrategia unida en la reunión de abril.

Divididos en dos grupos, las autoridades financieras trabajan para sentar las bases de la participación de China en las vastas negociaciones, incluidas la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros órganos multilaterales de crédito, la dimensión y la coordinación de las medidas de estímulo y el inicio de un sistema de regulación internacional.

La postura de China comenzó a vislumbrarse en la reunión de ministros de Finanzas del G-20 del fin de semana, preparatoria de la cumbre de abril.

El titular de la cartera Xie Xueren pidió a la comunidad internacional acelerar las reformas de las instituciones financieras internacionales y construir un nuevo sistema, "justo y honesto, compatible y ordenado".

Wu Xiaoling coincidió con Xie. Las naciones industrializadas deben tener una mayor responsabilidad en la protección de los intereses de los países en desarrollo y dar a las economías emergentes más poder en instituciones internacionales como el FMI.

"El FMI debería aumentar la participación de las economías emergentes y tratar a todos los miembros por igual", remarcó. "Habría que implementar un nuevo conjunto de normas para regular a la economía mundial, en torno a las superpotencias".

En la reunión de ministros de Finanzas también quedó en evidencia la magnitud de los desacuerdos entre Estados Unidos y Europa. Funcionarios estadounidenses, con respaldo de Gran Bretaña y Japón, tratan de conseguir apoyo para impulsar más medidas de estímulo promovidas por los gobiernos.

Pero las naciones europeas son cautelosas respecto de medidas basadas sobre el endeudamiento. En cambio promueven una mayor regulación y supervisión para evitar un mayor deterioro de la economía mundial.

Las diferencias entre Estados Unidos y Europa y la profundización de la crisis económica desviaron el debate sobre la responsabilidad de China en los desequilibrios económicos internacionales, que dominaron los círculos financieros a fines de 2008.

Para desilusión de Beijing, las diferentes opiniones también empujaron la agenda de la cumbre de abril hacia un aumento de las contribuciones al FMI, en vez de discutir una reformar.

"Las naciones industrializadas dejaron por el camino lo que tendría que haber sido el asunto central de la cumbre, cómo reformar el FMI", sostuvo Xu Mingqi, economista de la Academia de Ciencias Sociales de Shangai.

En vez de discutir cómo redistribuir los derechos de voto dentro de la institución, arguyó Xu, los gobernantes tendrían que decidir cómo crear un mecanismo monetario que se aplique a los países con divisas fuertes y que sirva para proteger los intereses de inversores globales.

Por su parte, el primer ministro chino se refirió al asunto en su conferencia de prensa anual de la semana pasada. Wen Jiabao dijo estar "preocupado" por la seguridad de los activos de China en Estados Unidos y pidió a Washington garantías respecto de que mantendrá su valor.

China es el mayor poseedor de bonos del tesoro de Estados Unidos. El monto de su inversión ascendía a 696.000 millones de dólares al 31 de diciembre de 2008.

Este país también tiene que lidiar con la caída de la demanda internacional, de la que depende su economía basada sobre las exportaciones, pero Beijing ve la crisis como una oportunidad para impulsar sus objetivos de aumentar su peso en el concierto mundial y su voz en los organismos multilaterales de crédito.

En los últimos meses, Beijing dio los primeros pasos tendientes a transformar su moneda, controlada y parcialmente convertible, en una divisa regional mediante préstamos y acuerdos comerciales regionales basados sobre el yuan.

Además, China prometió contribuir con sus enormes reservas de divisas al fondo de rescate del FMI a condición de que se aumente su derecho de voto en la institución.

La participación de los países BRIC, Brasil, Rusia, India y China, en el FMI es de 9,62 por ciento del total, alrededor de la mitad de la de Estados Unidos.

Algunos economistas chinos advirtieron a las autoridades de no comprometer fondos al FMI antes de que Estados Unidos pierda su derecho de veto.

"Aun si China opta por inyectar una gran cantidad de dinero al FMI, no tiene sentido aumentar su peso en la institución", dijo Yu Yongding, presidente del Instituto de Economía y Política Mundial, de la Academia de Ciencias Sociales china, el sitio de noticias en inglés China Daily, "pues Estados Unidos tiene poder de veto en los procesos de decisión"

Pero otros especialistas consideran que hay más espacio para que China logre sus objetivos y proponen una cooperación directa con Estados Unidos.

"Me la jugaría más por el G2, Estados Unidos y China, que por el G-20 para resolver la crisis", señaló Liu Yuhui, economista del Instituto de Estudios Financieros, de la Academia de Ciencias Sociales.

"No creo que haya grandes avances en la cumbre del G-20", señaló Liu. "El FMI es una institución con un poder económico distribuido de forma rígida y llevará mucho tiempo cambiar el estatus quo".

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