Una reunión de un grupo de siete países muy vulnerables, que se realizará la semana próxima en Timor oriental, puede llegar a cambiar de forma radical la asistencia brindada por los donantes.
Será una semana importante para este país. El primer ministro timorense José Alexandre "Xanana" Gusmão tiene previsto anunciar el miércoles un proyecto de Plan de Desarrollo Estratégico para los próximos 20 años.
Al día siguiente, los siete países participantes Afganistán, Costa de Marfil, Haití, Timor oriental, Sierra Leona, República Centroafricana, República Democrática del Congose reunirán en Dili para intercambiar experiencias en materia de pacificación y de construcción del Estado.
Luego, en la capital timorense se llevará a cabo entre el 9 y 10 de este mes el Diálogo Internacional sobre Pacificación y Construcción del Estado. Será una oportunidad para que los países frágiles y afectados por conflictos digan a los delegados de más de 100 estados que participarán en el encuentro cómo mejorar la relación entre las naciones en desarrollo y los estados vulnerables.
"Nos gustaría trabajar mucho más,m ejor y tener una buena coordinación con los socios de Timor oriental para que lo prometido, en particular la propiedad, la alineación, la armonización, la gestión de recursos y la mutua responsabilidad en el ámbito local, pueda mejorarse", dijo en entrevista con IPS Helder da Costa, coordinar nacional de las iniciativas de estados frágiles de la dirección de efectividad de la asistencia, del Ministerio de Finanzas.
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Tras el encuentro se elaborará la Declaración de Dili, que los organizadores esperan que influya en las futuras negociaciones sobre pacificación y construcción del Estado.
"El primer foro de alto nivel se realizó en Roma en 2003, donde se llamó a una mejor coordinación de la asistencia y se analizaron los antecedentes históricos de cuando, tras el fin la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se comenzó a otorgar recursos", añadió Da Costa.
"La cuestión ahora es cómo podemos utilizar la asistencia para reducir la pobreza", remarcó.
Tras el segundo encuentro de alto nivel en la capital francesa en 2005, se elaboró la Declaración de París sobre Asistencia Efectiva. El tercero, realizado en Ghana en 2008, concluyó con la Agenda para la Acción de Accra. El cuarto está previsto organizarse en Seúl en 2011.
Timor oriental logró su independencia en 2002, tras una sangrienta ocupación de 24 años del ejército de Indonesia.
Este país recibe asistencia, pero la sociedad civil, el gobierno y los donantes no coinciden en cómo utilizarla.
La sociedad civil seguirá de cerca lo que ocurra la semana que viene y analizará en detalle el resultado de las reuniones.
"El gobierno debe ocuparse de la construcción del país y de la pacificación, no los donantes", señaló Dinorah Granadeiro, directora del Foro ONG de Timor Oriental, conocido por su acrónimo portugués FONGTIL.
"Necesitamos ayuda del exterior, pero el gobierno es el que debe tomar las decisiones, no los extranjeros. Tenemos un país y tenemos autoridades", apuntó. "Tenemos un gobierno fuerte para que tome las decisiones, pero necesitamos asesoramiento de otros países y donantes", añadió.
Lo que más necesita Timor oriental de los donantes es ayuda para crear un sistema judicial fuerte y eliminar la corrupción, dos prioridades para este año, remarcó Granadeiro.
Por su parte, Rebecca Engel, investigadora del Centro para la Resolución de Conflictos, de la estadounidense Universidad de Columbia, señaló: "Hay muchos indicadores de que se mejoró el enfoque en materia de desarrollo en la última década. Pero quedan significativos obstáculos vinculados con los limitados recursos y los cronogramas previstos para alcanzar los resultados deseados".
"Se necesita tener un pensamiento más estratégico para que el apoyo internacional sea más coherente y relevante para los actores nacionales", añadió.
Desde que los timorenses votaron a favor de la independencia en 1999, este país recibió más de 8.800 millones de dólares en asistencia. Pero el desempleo supera 50 por ciento de la población económicamente activa en zonas rurales y 20 por cientos en las ciudades. La mitad de los más de un millón de habitantes son analfabetos y la infraestructura está destrozada.
Alrededor de 14 por ciento de la población era pobre entre 2001 y 2007, según cifras oficiales. Pensar en la asistencia como una gran donación no contribuye a llegar al fondo de lo que ocurre en este país, señaló Engel.
"Hay tantos tipos diferentes de asistencia. Generalizar sobre cómo se gasta no es de particular ayuda ni contribuye a que la comunidad internacional diferencie entre sus aspectos positivos y negativos", explicó.
"La comunidad internacional puede hacer mucho más para entender el contexto local y analizar el impacto de la ayuda", añadió Engel.
Una de las personas que está convencida de que la asistencia internacional pudo usarse mejor es el presidente José Ramos-Horta, quien señaló que la pobreza "se habría eliminado" si se hubieran volcado más fondos a la economía.
Cuando hace poco Ramos-Horta realizó una visita de Estado a Irlanda lanzó una diatriba contra los donantes por cómo gastan el dinero. Unas de las lecciones que aprendió Timor oriental es que la paz "debe conseguirse desde adentro", concluyó.