COLOMBIA: El color gris prevalece en gestión de Pastrana

El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, comenzará este martes su último año de gobierno, con la economía en crisis y escasos logros en las negociaciones de paz con los guerrilleros de izquierda.

Empresarios, sindicalistas, académicos y otros expertos evaluaron los tres años de gestión de Pastrana. Algunos la defendieron, mientras otros consideraron que las promesas de su campaña electoral se desdibujaron ante los hechos.

La Confederación General de Trabajadores Democráticos de Colombia (CGTD), segunda central sindical de este país, otorgó al mandatario una calificación de dos en una escala de uno a cinco.

«Desastres y de equivocaciones» en lo económico y social caracterizaron la gestión de Pastrana, iniciada el 7 de agosto de 1998, dijo a IPS Julio Gómez, secretario ejecutivo de la CGTD.

«Lo único rescatable en la gestión del mandatario han sido sus esfuerzos para negociar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el nombramiento del sindicalista Angelino Garzón como ministro del Trabajo», afirmó Gómez.

Durante el gobierno de Pastrana se registró «la peor recesión económica del último siglo», sostuvo, por su parte, Juan Echavarría, director de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), centro de investigaciones del sector privado.

Mientras, Santiago Montenegro, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), afirmó que la pobreza de los colombianos aumentó de manera dramática, a pesar de que algunos indicadores macroeconómicos mejoraron.

ANIF calculó que el porcentaje de la población en situación de pobreza pasó de 51,5 en 1998 a 59,8 este año. Así, 4,3 millones personas cayeron en la pobreza, y la distribución del ingreso de las familias se deterioró de manera notable.

Una encuesta realizada por Fedesarrollo indicó que las familias recortaron su consumo de mercancías básicas, entre ellos los dirigidos a la alimentación y la vivienda. El centro de estudios sostuvo que el grueso de la crisis recae sobre los más pobres, que carecen de ahorros y de acceso al crédito bancario.

Sergio Clavijo, codirector del Banco de la República (central), y Carlos Caballero, gerente de la institución, dieron a Pastrana una calificación de cuatro en materia de manejo monetario.

Según Clavijo y Caballero, el gobierno «hizo lo que tenía que hacer» en cuanto a la macreoeconomía. Entre los logros, mencionaron la reducción de las tasas de interés, el control del déficit de cuenta corriente y la estabilidad cambiaria.

No obstante, Eduardo Sarmiento, analista del diario El Espectador y ex decano de la facultad de Economía de la privada Universidad de los Andes, asignó a Pastrana una nota de dos por su desempeño en el plano económico.

Sarmiento dijo a IPS que el presidente recibió de su antecesor, Ernesto Samper, una economía debilitada por el proceso de apertura comercial y una desacertada política monetaria. En lugar de modificar estas políticas, Pastrana «optó por un severo choque fiscal» que acentuó el deterioro.

Por su parte, el presidente del Consejo Gremial, organización que nuclea las 15 principales organizaciones empresariales del sector productivo, Sabas Pretelt, dijo que Pastrana pasó el examen, «promediando y ponderando los distintos aspectos» de su gestión.

Pretelt dijo tener dudas para calificar la gestión de Pastrana, a la que consideró «buena» en el plano económico, si bien ensombrecida por el crecimiento del desempleo, al que calificó de «tragedia nacional'.

Al comienzo de la Presidencia de Pastrana, el desempleo era de 16 por ciento, la inflación, de 20 por ciento anual, y el crecimiento económico, de 0,8 por ciento.

El estatal Departamento Nacional de Estadísticas (DANE) informó que la desocupación ascendía a 18,6 por ciento de los dos millones de personas que constituyen la población económicamente activa en junio de 2001.

Mientras, la inflación bajó a cerca de nueve por ciento anual, pero el gobierno prevé para este año un crecimiento económico inferior al tres por ciento pronosticado en enero.

El ministro de Hacienda, Juan Santos, afirmó que los resultados económicos son producto de «un ajuste doloroso» que debió hacer el gobierno para posibilitar la llegada «de tiempos mejores».

El congresista independiente Antonio Navarro elogió la persistencia de Pastrana en «buscar una paz negociada» con las FARC y con el también insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero cuestionó la falta de consistencia y claridad en el diálogo.

Pastrana anunció al ser investido que una de sus prioridades sería la negociación de la paz con la guerrilla, y el proceso comenzó en enero de 1999.

Pero en los tres últimos años no se alcanzó ningún acuerdo en torno de los 12 puntos establecidos en la agenda de negociaciones con las FARC, y los acercamientos con el ELN han sido aun más lentos.

Carlos Rodríguez, de la Comisión Colombiana de Juristas, afirmó que la gestión en materia de derechos humanos ha sido negativa.

Rodríguez recordó que la cantidad de víctimas de asesinato se duplicó, de 10 diarias en 1997 a 20 en 2000, y opinó que «no hay una política seria contra el paramilitarismo» de derecha.

Ochenta por ciento de las masacres (asesinato simultáneo de más de cuatro personas en el mismo lugar) son atribuidas a paramilitares. (FIN/IPS/yf/mj/ip/01

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