SALUD: Campaña mundial contra el sarampión comienza en Africa

Ocho países africanos serán la plataforma de lanzamiento de una nueva campaña mundial para reducir la mortalidad del sarampión, una enfermedad de la infancia aún considerada mortal en casi 40 países en desarrollo.

Tanzania será el primer país en beneficiarse de este esfuerzo de dos agencias de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

La OMS y Unicef proveerán en agosto la primera dosis de vacunas contra el sarampión para todos los niños de Tanzania, y posteriormente les ofrecerán una «segunda oportunidad».

«Esperamos alcanzar una cobertura de 90 por ciento», expresó Edward Hoekstra, director de la iniciativa mundial de Unicef contra el sarampión.

«Esto implicará la presencia de todos los niños de uno a cinco años en hospitales y centros de salud de Tanzania para su vacunación», agregó.

El objetivo de la campaña es reducir a la mitad, antes de 2005, el número de niños que mueren de sarampión.

«Una cobertura casi universal es esencial para contener la enfermedad», destacaron la OMS y Unicef en una declaración conjunta emitida el pasado jueves, en ocasión del lanzamiento del Plan Mundial Estratégico contra el Sarampión.

El sarampión, una enfermedad infecto-contagiosa que se manifiesta con síntomas catarrales y una erupción de manchas rojas en la piel, es «una importante causa de muerte en la infancia».

Según la OMS, en los últimos años se han producido «más de 30 millones de casos y casi 900.000 muertes anuales».

Además, el sarampión es la causa de la mayor parte de las 1,6 millones de muertes que se estima ocurren cada año debido a enfermedades infantiles para las cuales existen vacunas disponibles. Las otras enfermedades son la poliomielitis, difteria, tuberculosis, tos convulsa y tétanos.

«Estas cifras resultan aún más sorprendentes al saberse que la inmunización efectiva cuesta apenas 0,26 dólares y ha estado disponible más de 30 años», señaló Bjorn Melgaard, director de Vacunas y Productos Biológicos de la OMS.

Según Hoekstra, la alta mortalidad del sarampión se debe al uso insuficiente de la vacuna. «En más de 20 países, no se realiza la debida inmunización», dijo a IPS.

En efecto, un estudio de la OMS reveló que, en 1999, la cobertura de la vacuna del sarampión era inferior a 50 por ciento en 14 países, entre ellos Afganistán, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República Democrática de Congo, Liberia, Madagascar, Níger, Senegal, Somalia y Togo (todos africanos).

En contraste, el mundo industrializado tiene una cobertura cercana a 100 por ciento, y en general la vacuna contra el sarampión se administra junto con otras.

«Aun en América Latina, esto es así gracias a una exitosa campaña de vacunación impulsada por la Organización Panamericana de la Salud», señaló Hoekstra.

Pero el éxito de la nueva iniciativa, que costará 40 millones de dólares el primer año, dependerá de un cambio en la actitud política hacia la enfermedad.

«Los políticos y planificadores de los países afectados en Africa y partes de Asia no se han concentrado en el sarampión últimamente, por suponer que no es un problema», observó Hoekstra.

Sin embargo, esta enfermedad no puede ser ignorada, dada la facilidad con que se contagia, a menudo por gotitas microscópicas lanzadas en la tos o el estornudo, el contacto directo con secreciones de la nariz o la garganta de las personas infectadas o bien con objetos contaminados.

En las poblaciones no inmunizadas, cada dos o tres años hay epidemias de sarampión, según la OMS.

Los grupos de mayor riesgo son los pobres urbanos, los niños escolares, las minorías étnicas «que no han recibido inmunización adecuada por razones culturales», los niños hospitalizados y los que viven en campamentos de refugiados.

Igualmente preocupantes son las discapacidades permanentes que puede provocar el sarampión, como la ceguera o la sordera.

«En áreas donde la carencia de vitamina A es un problema, los niños con sarampión pueden perder total o parcialmente su visión debido a úlceras de cornea o sequedad de los ojos», advirtió la OMS.

Los niños que no se vacunan regularmente contra el sarampión se encuentran entre los 30 millones de niños que nacen cada año en países pobres y no son inmunizados contra las seis enfermedades que se pueden prevenir con vacunas.

El Plan Mundial Estratégico procurará revertir esta tendencia. «Debemos vacunar a más niños para bajar la mortalidad, no para erradicar el sarampión», explicó Hoekstra. (FIN/IPS/tra-en/mmm/da/mlm/he-dv/01)

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