La decisión de Estados Unidos y eventualmente de la Unión Europea (UE) de hacer uso de reservas estratégicas de petróleo para abatir los altos precios fue considerada innecesaria por participantes en la segunda cumbre de la OPEP, que se realizó en Venezuela.
El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, tuvo la posición más conciliadora al decir el miércoles que la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) «no debe responder desfavorablemente» a la medida de Estados Unidos. Pero otros líderes presentes realizaron comentarios críticos.
El presidente Bill Clinton resolvió ofrecer al mercado 30 millones de los 571 millones de barriles de petróleo de la reserva estratégica de Estados Unidos y existe expectativa ante la posibilidad de que la UE siga sus pasos.
La decisión se orienta al descenso de los precios, que la semana pasada alcanzaron su nivel más alto en una década, al superar los 37 dólares por cada barril de 159 litros.
De acuerdo con Obasanjo, la OPEP no debe preocuparse y «si eso (la medida de Clinton) estabiliza el mercado, entonces es bueno para todos».
La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, celebró esta semana en Caracas la segunda cumbre en su historia de 40 años y 25 años después de la primera, realizada en Argelia.
Aunque en la agenda de los jefes de Estado y de gobierno de los 11 países de la OPEP no figuraban originalmente los precios y la producción, estos dos factores dominaron el interés internacional, debido a la coyuntura del mercado.
Tras el anuncio de Clinton, lanzado al llegar el otoño al hemisferio Norte, la época en que aumenta la demanda de petróleo, algunos crudos marcadores del mercado, como el Brent del mar del Norte y el estadounidense West Texas Intermediate, perdieron entre cinco y seis dólares por barril.
Este abrupto descenso es indicativo de «la decisiva intervención de los mercados especulativos en la volatilidad de los precios», opinó el ministro venezolano de Energía y presidente de la OPEP, Alí Rodríguez.
«No estamos viviendo una situación de emergencia» para justificar la colocación en el mercado de parte de la reserva estratégica de Estados Unidos, dijo Rodríguez.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, usó una metáfora militar al decir que «en la ciencia de la guerra se usa la reserva cuando hay condiciones y situaciones extraordinarias».
«Recomendaría a Estados Unidos y a los países consumidores que evalúen bien la decisión. Yo, por ejemplo, no usaría esa reserva, porque no hay ninguna situación extraordinaria en este momento», comentó Chávez.
Los miembros de la OPEP creen que el alza de precios del petróleo no se debe sólo a oscilaciones de la demanda y la oferta.
«Hay otros factores que influyen, como la especulación y los altos impuestos», afirmó Chávez, tras entrevistarse con varias de las delegaciones y con el secretario general de la OPEP, el nigeriano Rilwanu Lukman.
Lukman, por su parte, destacó que en este momento sólo se utiliza 90 por ciento de la capacidad mundial de refinación, lo que incide en la subida de precios, y que un mayor volumen de crudo en el mercado puede provocar nuevos cuellos de botella en la etapa de procesamiento.
Entre tanto, Rodríguez aseguró que desde abril hay dos millones de barriles diarios por encima de la demanda internacional.
La OPEP acordó verter en el mercado un volumen adicional de 800.000 barriles a partir del 1 de octubre, con el objetivo de situar las cotizaciones entre 22 y 28 dólares, una banda de precios considerada «razonable» por Clinton.
Con esa decisión, los 11 países reunidos en Caracas suman una producción diaria de 26,2 millones de barriles, que representa algo más de 30 por ciento de la oferta mundial de petróleo. (FIN/IPS/ac/ff/if/00