La pintora mexicana Frida Kahlo, muerta hace 46 años, es centro de una fuerte disputa en Hollywood entre las actrices Salma Hayek y Jennifer López, quienes pretenden filmar su azarosa vida.
La industria cinematográfica de Estados Unidos pretende al parecer una tajada del negocio que representa la trascendencia actual en ese país y en Europa de Kahlo, a quien se recuerda, según quien haga el comentario, como surrealista, lesbiana, masoquista y comunista.
El crítico de cine Gustavo García comentó que si la pintora viviera sufriría al verse interpretada por actrices que no se parecen a ella ni física ni emocionalmente, y que intentan introducirla en un negocio al más puro estilo hollywoodense.
Kahlo (1907-1954), esposa del célebre pintor muralista mexicano Diego Rivera, fue junto a éste una protagonista de una nueva forma de entender el arte, creadora incansable y defensora de la identidad nacional y del comunismo.
La mexicana Hayek, conocida por su actuación en películas estadounidenses y por aparecer con frecuencia en promociones de cosméticos y en artículos de revistas internacionales sobre moda y espectáculos, pretende interpretar a Kahlo desde hace más de un lustro.
Sin embargo, cuando las revistas especializadas informaban a comienzos de este mes que Hayek concretaría su proyecto, la puertorriqueña López salió a escena para anunciar que encarnará a la pintora mexicana en una película que se prepara en Hollywood.
Hayek y López son consideradas rivales en su carrera por el cetro de «diva latina» en Estados Unidos.
«A Hayek no la conozco ni tenemos ninguna relación personal. Kahlo, quien era una persona increíble, polémica, dinámica y bisexual, no es exclusiva de Salma, aunque ambas sean mexicanas», declaró López.
Por su parte, Hayek comentó que «estaría más tranquila con Madonna interpretando a Frida pues, aunque no sea mexicana, siempre ha sido una enamorada de su obra, no como otras personas que sólo se han interesado cuando la pintora se puso de moda».
García cree que se harán las dos películas entre este año y 2001 y ambas acapararán una parte del público.
La película protagonizada por López será producida por Francis Ford Coppola y dirigida por Luis Valdez, un mexicano radicado en Hollywood que obtuvo relativo éxito en esa industria cinematográfica con el filme «La Bamba».
En tanto, el proyecto de Hayek aún no tiene director ni productor, pero la actriz sostiene que pronto tendrá el equipo para realizarlo.
Hayek es admirada en México, entre otras cosas, por conquistar un sitio destacado en Hollywood gracias a películas como «Desperado», «Del crepúsculo al amanecer», » Un impulsivo y loco amor». «Studio 54» y «The Velocity of Gary».
Esos antecedentes le dieron el voto de sus compatriotas para que interprete a Frida Kahlo, sostuvo el crítico cinematográfico Héctor Sánchez.
La competencia por interpretar a Kahlo se relaciona con el aumento actual de la cotización de sus pinturas en los países del Norte y con la admiración que genera hoy la personalidad y el exotismo de la forma de pensar, vestir y hasta sufrir que tuvo en vida la pintora mexicana, opinó Sánchez.
Conocida por mucho tiempo simplemente como la esposa de Diego Rivera, la vida y obra de la pintora ganó en los últimos años un lugar importante en varios países.
La vida de la artista mexicana ya fue recreada en la película «Frida, naturaleza viva», una coproducción franco-mexicana dirigida en 1983 por Paul Leduc.
En la pintura de Kahlo, quien era 21 años menor que Rivera, destacan trazos surrealistas y una obsesión por su propio ser.
Kahlo tuvo una vida marcada por el dolor físico, debido a una incipiente poliomielitis y a las consecuencias de un accidente de tránsito sufrido a los 18 años, que afectó su espalda. Gran parte de la obra de la artista refleja esos problemas.
Condenada a pasar muchos meses en cama, pintaba en ese lugar, para lo cual adaptó mecanismos especiales con el fin de tener a su alcance los lienzos y las pinturas.
La pintora y su esposo, quien en numerosas ocasiones la engañó con otras mujeres, incluida la propia hermana de Frida, formaban parte en los años 30 y 40 de los círculos de intelectuales mexicanos sobre cuya obra y pensamiento se levantan algunos rasgos de actual cultura local.
Muchas de las pinturas de Kahlo tienen tonos autobiográficos y expresan sus dolores.
En la obra de esta pintora, que acostumbraba a dejarse crecer las cejas hasta que formaran una sola línea y buscaba acentuar su bozo, siempre estuvo presente la reivindicación de la iconografía del arte popular mexicano.
Kahlo usó vestidos multicolores, al estilo de las indígenas de este país, joyería llamativa y múltiples cintas en su cabello, lo cual le dieron un sello de identidad.
Sin paralelismo con la forma de vida de la pintora, Hayek y López luchan ahora por interpretarla en una película que podría darles algo más de fama y, quizá, también aumentar la cotización de algunas obras de la desaparecida creadora. (FIN/IPS/dc/dm/cr/00