México espera captar este año por ventas de petróleo al menos 11.700 millones de dólares, 18 por ciento más que en 1999, gracias al aumento de precio del crudo. Pero ese dinero cubrirá agujeros en las finanzas públicas sin beneficiar de modo directo a la población.
Por ahora, el gobierno respira tranquilo pues su barril de crudo se cotiza sobre los 24 dólares, ocho más de lo previsto para este año en el presupuesto del Estado y 14 más que en 1998, cuando la caída de los precios petroleros lo obligó a recortar más de 4.000 millones los gastos del gobierno.
Un tercio de la finanzas públicas de México están atadas a los ingresos petroleros. Cuando los precios del barril suben o se ajustan a lo esperado no hay sobresaltos, pero si bajan, cualquier proyecto de gobierno podría ser suspendido.
El aparato estatal mexicano depende demasiado de los ingresos petroleros y por eso requiere una reforma fiscal que aumente los ingresos por otras vías, señaló Ernesto Derbez, principal asesor económico del presidente electo Vicente Fox, quien asumirá el cargo en diciembre.
Si no se buscan otros ingresos, el presupuesto estatal siempre estará asociado a los vaivenes de los mercados internacionales de crudo, advirtió Derbez, considerado en el ámbito político el próximo secretario (ministro) de Hacienda de México.
Pero además, la falta de una reforma fiscal impedirá la capitalización de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), la mayor de este país.
Casi todo lo que ingresa por ventas de crudo se vierte en las arcas de la Secretaría de Hacienda, y Pemex no puede definir nuevas inversiones ni disponer del dinero que produce.
En más de una oportunidad durante los últimos años, los directivos de Pemex se quejaron de un trato presupuestario injusto y reclamaron al gobierno cierta independencia financiera. Asesores de Fox afirman que esa idea será considerada a partir de diciembre.
Según las autoridades de Hacienda, que mantuvieron a raya el déficit fiscal a pesar de las oscilaciones de los precios del crudo de los últimos años, los ingresos adicionales recibidos este año sirven para atender programas pendientes y pagar deudas.
El 31 de agosto, México pagó al Fondo Monetario Internacional 3.000 millones de dólares, con lo que sus deudas con ese organismo multilateral quedaron saldadas. Pero en materia de gasto social directo no hay variaciones.
El gobierno de Ernesto Zedillo afirma que mantener finanzas equilibradas y programas sociales a largo plazo es la mejor receta para que México supere la pobreza, que afecta a más de la mitad de los 100 millones de habitantes del país.
Cuando el precio del crudo varía, los mexicanos no sienten ningún beneficio. Apenas se les informa que las finanzas del Estado sufrirán recortes o que están en orden. Ni siquiera se les concede el recorte del costo de los combustibles.
México es uno de los 10 principales exportadores de crudo del mundo y uno de los cinco con mayores reservas comprobadas, pero las autoridades financieras determinan el precio de los combustibles por otras variables.
Además, el país importa unos 2.600 millones de dólares en derivados de petróleo cada año.
El gobierno estableció sus previsiones de ingresos adicionales por ventas de crudo para este año sobre la base de un precio de 18,69 dólares por barril, pero el precio actual supera los 24 dólares.
Hay una subestimación y los ingresos para el fisco podrían ser mayores, según analistas.
Pero las necesidades del país son muchas y ningún dinero adicional será despreciado ni desperdiciado, dijeron las autoridades.
El gobierno mexicanos participó los dos últimos años activamente con Venezuela y Arabia Saudita en la definición de planes conjuntos para evitar que los precios del crudo lleguen a niveles muy altos. Así, en más de una ocasión elevó su producción y ventas para aumentar la oferta mundial.
Aunque no es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, México participará como observador en la cita que ese grupo mantendrá en Viena el domingo 10.
El interés de México es apoyar todos intentos para mantener al crudo en precios razonables, ni muy altos, ni muy bajos, declaró el secretario (ministro) de Energía, Luis Tellez.
En el primer semestre del año, México exportó 1,6 millones de barrilles por día, frente a los 1,5 de 1999. Más de 80 por ciento de las ventas se dirigieron a Estados Unidos. (FIN/IPS/dc/mj/if/00