EGIPTO: Disturbios en Kuwait expusieron problemas de emigrantes

Graves disturbios en Kuwait en los cuales participaron trabajadores egipcios pusieron en evidencia el problema de los emigrantes ilegales, que afecta a toda la región del Golfo.

Todo comenzó con una discusión en un supermercado del suburbio de Khitan, entre un trabajador egipcio y el dueño del establecimiento, quien proviene de Bangladesh, causada por la rotura de algunos platos de porcelana.

Ese incidente derivó en disturbios que involucraron a numerosos habitantes del suburbio, donde viven unos 60.000 egipcios, y a la policía kuwaití. Decenas de inmigrantes egipcios fueron arrestados y cientos fueron evacuados del barrio.

Más de dos millones de egipcios viven y trabajan en la zona del Golfo, y 270.000 de ellos están en Kuwait, cuya población total es de aproximadamente 1.700.000 personas.

Las remesas enviadas por los egipcios que trabajan fuera de su país constituyen una parte significativa de los ingresos en moneda extranjera de Egipto.

"El problema de Kuwait no se debió a la vajilla rota, sino a la gran cantidad de egipcios que residen en Khitan y se ven afectados por condiciones inadecuadas de vida y de trabajo", declaró una fuente oficial kuwaití.

Muchas de las personas que participaron en los disturbios estaban frustradas porque habían perdido su empleo hace poco, agregó la fuente.

La mayoría de esos trabajadores sabían que no podían pedir ayuda a las autoridades locales ni a la embajada de Egipto en Kuwait, porque no tienen permisos de residencia ni de trabajo. Esas personas se sentían traicionadas porque pagaron para llegar a Kuwait, donde fueron abandonados.

"El incidente de la vajilla rota fue sólo la gota que desbordó el vaso", concluyó la fuente.

La situación de los egipcios que viven y trabajan en los prósperos países del Golfo, a menudo sin disponer de permisos de trabajo, suele provocar tensiones entre El Cairo y los gobiernos de esa región, explicaron a IPS funcionarios egipcios.

Funcionarios de los ministerios egipcios de Relaciones Exteriores y de Trabajo realizan giras periódicas por los países del Golfo para ocuparse de esos problemas.

El número de trabajadores egipcios en la región disminuyó tras la Guerra del Golfo de 1991, cuando se produjo una crisis económica regional. Pero Kuwait no fue afectado por esa crisis, y el número de inmigrantes egipcios en ese país se duplicó luego de la guerra.

La disminución de las oportunidades laborales en otros países de la región, sobre todo para quienes no son trabajadores especializados, se acompañó de un aumento del tráfico de permisos de residencia fraudulentos, basados en contratos de trabajo ficticios.

Miles de egipcios adquirieron esos documentos falsificados, que valen unos 3.000 dólares, y se trasladaron a países extranjeros donde no tenían trabajo y debían competir con cientos de personas en la misma situación, mientras la oferta de empleo disminuía.

El ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait, jeque Sabah Al- Ahmed, sostuvo ante el parlamento que los responsables del incidente de Khitan son los "comerciantes de permisos de residencia, que se hicieron ricos gracias al transporte y la explotación de mano de obra extranjera".

El canciller afirmó incluso que esos trabajadores suelen ser tratados como "esclavos". La Organización Kuwaití por los Derechos Humanos, y la Organización Arabe por los Derechos Humanos comparten la opinión del ministro.

Ambas organizaciones acusaron al gobierno de Kuwait de no brindar protección a los egipcios que se encuentran en esa situación.

La Organización Egipcia por los Derechos Humanos declaró a su vez que los disturbios de Khitan fueron un síntoma de "las trágicas condiciones de vida de los trabajadores egipcios" en el extranjero.

En esa declaración se felicitó a los funcionarios de Kuwait por ser "concientes" de las consecuencias negativas del actual sistema laboral, y se los instó a trabajar para mejorarlo.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de Kuwait visitó El Cairo la semana pasada y llegó a un acuerdo preliminar sobre esta cuestión con su homólogo egipcio, Ahmed Al-Amawi.

El acuerdo estipula que los funcionarios de Kuwait se ocuparán de los problemas de los trabajadores egipcios en ese país, y que la embajada de Egipto en Kuwait garantizará que sólo emigren trabajadores calificados.

El Cairo espera lograr acuerdos similares con Arabia Saudita, donde hay entre 700.000 y 900.000 trabajadores egipcios, Emiratos Arabes Unidos, donde hay unos 110.000, Qatar, donde hay unos 25.000, Jordania, Líbano y Libia.

Parte del problema consiste en que los países de la región ya no ofrecen tantos puestos de trabajo como antes. El último informe de la Comisión Social y Económica para Asia Occidental reveló que el número de trabajadores egipcios disminuyó en Arabia Saudita, dónde solía haber cerca de un millón.

Cálculos extraoficiales revelaron que cerca de 20 por ciento de los egipcios que emigran para trabajar no disponen de un contrato. "Habrá que hacer una investigación profunda para revisar el anárquico mercado laboral", recomendó Khaled Addul-Kareem, del periódico Egyptian Gazette.

Una ley modificada en 1991 rige la actividad de las agencias de empleo que reclutan egipcios para trabajar en el extrajero, pero "casi 75 por ciento de las oportunidades de trabajo en el exterior proceden de canales ilegales", explicó Abdul-Galil Migahid, de la Cámara del Comercio de El Cairo.

"En Egipto hay un mercado laboral oficial, y otro que opera en la sombra y se lleva lo mejor", afirmó.

Migahid sostuvo que la mayoría de los emigrantes dejan Egipto con la esperanza de obtener trabajos que no existen.

"Los organizadores (de la emigración de mano de obra) en los países del Golfo tratan a los trabajadores extranjeros como esclavos, y los obligan a pagarles parte de su sueldo, so pena de ser deportados", añadió.

Los dueños de agencias de trabajo legales acusaron a los intermediarios de ser los causantes del problema.

"Los intermediarios brindan facilidades para que viaje una gran cantidad de gente, sin asegurarse de que haya trabajo para todos", denunció Sayed Al-Kholy, quien dirige una agencia de empleo y agregó que la ley debería castigar esas conductas con severidad.

"En el último cuarto de siglo, las tensiones y distorsiones del mercado laboral regional comenzaron a manifestarse. Los trabajadores egipcios empezaron a tener problemas en varios países árabes, y los funcionarios trataron de mitigarlos", sostuvo Ibrahim Nafie, editor del diario semioficial Al-Ahram.

"La lección que deberíamos aprender de lo sucedido en Khitan es que restar importancia a los problemas ya no es una respuesta adecuada", subrayó. (FIN/IPS/tra-en/hh/ak/ceb/mp/lb ip/99

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