PANAMA: Autopista costera desata conflicto ecológico

La construcción de una autopista en Panamá por parte de una empresa mexicana generó un grave conflicto entre los promotores de la obra y los habitantes del residencial barrio de Paitilla, en esta capital, quienes aducen aumento de la contaminación ambiental.

La disputa se originó cuando la firma Ingenieros Civiles Asociados (ICA) ganó en agosto de 1996 una licitación para realizar el llamado Corredor Sur, de 19 kilómetros de extensión en la costa del océano Pacífico, con un costo de 222 millones de dólares, a recuperar a través del cobro de peajes por 30 años.

Félix Wing, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, interpuso una demanda contra la empresa constructora de más de 50 millones de dólares por daños ecológicos.

Asimismo, rechazó las intenciones ICA de utilizar la isla Melones, próxima al lugar, para depositar lama contaminada extraída de la bahía de Panamá.

Wing manifestó que el área podría convertirse en un "pantano de lama fecal", ya que la bahía de Panamá es un vertedero de sustancias orgánicas y químicas que no reciben ningún tratamiento previo.

El contrato suscrito entre ICA y el gobierno otorgó a la compañía mexicana 35 hectáreas de relleno marino y otras 29.5 hectáreas en tierra firme, que serán utilizados en proyectos inmobiliarios.

El director de la Autoridad Nacional de Ambiente, Ricardo Anguizola, afirmó que las áreas de relleno se han convertido en un problema ambiental, por lo que la empresa mexicana tendrá que cambiar de planes.

Anguizola aclaró que, aunque ICA esté amparada por estudios de impacto ambiental, no está exenta de responsabilidades por daños a los ecosistemas marinos y terrestres.

Sin embargo, Itzel Velásquez, portavoz de la firma, dijo a IPS que "la empresa ignora las protestas" y continuará los planes trazados en virtud de un estudio de impacto ambiental realizado por la empresa holandesa Delsf Hidraulics.

Pero Wing aseguró que ese estudio tiene graves deficiencias, al no haber contemplado los efectos de arrastre de la corriente costera, que se mueve de este a oeste y recorre la bahía de Panamá en forma paralela a la costa.

Consideró como una falla el hecho de que la empresa consultora no previera que los rellenos pueden alterar el curso normal de las corrientes marinas e incrementar la sedimentación en las playas.

El proyecto de ICA contempla la creación de islas artificiales en Punta Pacífica, próxima a Punta Paitilla, con material dragado en áreas costeras.

Al respecto, Angel Ureña, director de política ambiental de la no gubernamental Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza, abogó por la suspensión del proyecto, ya que crea "riesgos de contaminación" y es una fuente para el deterioro de playas y lugares turísticos.

En la bahía de Panamá desembocan varios tubos colectores de aguas servidas, el contaminado río Matasnillo y más de 50 tuberías clandestinas, que podrían quedar bloqueados por un terraplén de tres kilómetros de extensión construido por ICA, según portavoces de las comunidades afectadas.

Antes de la construcción del corredor, la bahía presentaba una concentración de bacterias de 20.000 unidades por mililitro de agua, pero tras la construcción del terraplén, algunas áreas presentan hasta 47.000 bacterias por mililitro, señala un informe de la firma Laboratorios de Análisis Industriales.

A las denuncias por contaminación marina se sumaron otras voces, como la de Rodrigo Mejía, residente en Punta Paitilla, quien opina que la construcción de varios tramos del Corredor Sur "lo único que ha conseguido es que podamos llegar más rápido a los bloqueos" de automóviles, en una ciudad afectada por el intenso tráfico.

La autopista fue concebida para mejorar los sistemas de transporte y comunicación en áreas urbanas.

Sin embargo, desde que comenzó su construcción originó conflictos con miles de habitantes de áreas residenciales a lo largo de la costa, quienes piensan que la obra puede desmejorar el valor de sus propiedades y causar daños ambientales.

Moradores de los barrios Campo Lindbergh, Romeral y Casa Blancas bloquearon en agosto el acceso al corredor, en protesta por el uso de sus estrechas calles para el paso de pesados camiones de ICA, que las agrietan y aumentan la contaminación por ruido.

Manuel Choy, presidente de la Sociedad Panameña de Ingeniero y Arquitectos, indicó que "aún no conocemos los planes finales de ese proyecto" , por lo cual reclamó transparencia en la celebración de los contratos entre el gobierno y la empresa mexicana. (FIN/IPS/dc/dm/en/99)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe