MERCOSUR-CA: Avances signficativos en negociaciones técnicas

Representantes del Mercosur y la Comunidad Andina (CA) concluyeron hoy con moderado optimismo una nueva ronda de negociaciones para la creación de una zona de libre comercio común a partir del 2000, que se iniciará el miércoles en esta capital.

Luego de tres días de intensas y fatigosas tratativas, las delegaciones técnicas produjeron avances sustanciales, al abordar por primera vez los sectores más sensibles para ambos bloques, explicaron portavoces diplomáticos.

Sin embargo, fuentes del sector privado andino presentes fuera de sala manifestaron desconfianza en que se puedan cumplir los plazos previstos originalmente.

La finalización de la primera fase de las negociaciones entre la CA, integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, y el Mercosur (Mercado Común del Sur, compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), está fijada para el 31 de marzo.

Para esa fecha se pretende dejar cerrado los acuerdos que extenderán bloque a bloque las preferencias arancelarias bilaterales que se han conseguido a lo largo de los años, en lo que se denomina patrimonio histórico.

De cumplirse el plazo previsto, como estimaron este viernes portavoces de las delegaciones de Brasil y Venezuela, la desgravación parcial "cuatro más cinco" de unos 3.000 productos operaría desde abril.

Gerardo Arellano, coordinador técnico de Venezuela para las negociaciones con el Mercosur, afirmó que en estos tres días "de arduas conversaciones se consiguió llegar a acuerdos sobre una importante cantidad de productos y avanzar en muchos otros en los que sólo existen pequeñas diferencias".

Representantes brasileños manifestaron a IPS similar optimismo, aunque lo supeditaron a una mayor flexibilización de ambas partes, que quedarán demostradas en la próxima reunión.

La nueva instancia negociadora a nivel técnico se realizará en la sede de la secretaría general de la CA en Lima, posiblemente entre el 14 y el 18 de marzo, según propuso el bloque andino.

"El trabajo más difícil que nos queda es el que encararemos en la reunión de Lima, pero no tengo dudas en que vamos a cumplir con los plazos fijados", estimó Arellano.

"Cada una de las partes deberá hacer un esfuerzo en reducir expectativas y mejorar ofertas", agregó.

El delegado venezolano dijo comprender el pesimismo del sector privado, pero lo atribuyó a que mira las negociaciones desde una perspectiva muy puntual de sus propios productos, "lo que no le permite ver la globalidad".

Arellano recordó "que hace más de 30 años que lo intentamos", por lo cual no se puede pretender resolver este arduo tema en cuatro o seis meses y menos definirlo en una sola reunión.

"Las negociaciones, para lo compleja y difíciles que son, han avanzado susntancialemten en estos tres días", agregó.

Advirtió, además, que seguramente los rubros de mayor sensibilidad merecerán una definición política, luego de las revisiones que se deban hacer una vez concluidas las rondas técnicas.

"Fue una reunión muy compleja, muy agotadora y de trabajo muy intenso, ya que usamos una nueva metodología al comenzar a negociar los productos prioritarios, la parte más difícil de las discusiones", explicó Arellano

El total de los productos incluidos en patrimonio histórico suman unos 3.000, de los cuales cerca de 1.400 presenta la CA y más de 1.600 corresponden al Mercosur.

Los productos prioritarios, en cambio, no superan los 500 por cada bloque.

En el caso de la CA, las áreas más sensibles refieren a aquellas que tienen preferencias arancelarias y corrientes de comercio, sobre los cuales los sectores productivos quieren mantener esa ventaja.

Arellano informó que Venezuela tiene especial interés en preservar las ventajas arancelarias del sector siderúrgico, la industria petroquímica, el aluminio, la cerámica y las agroindustrias, claves en su oferta exportadora.

El Mercosur, a su vez, ha sido muy duro en tratar de preservar las preferencias del patrimonio histórico en sus corrientes de comercio.

Para el bloque sureño también es fundamental que las respuestas andinas sean "más comunitarias y ese es un esfuerzo que queda por realizar al interior de la CA", según admitió el venezolano Arellano.

La reunión finalizada este viernes es la primera que se realiza luego de la crisis desatada en Brasil, a partir de la modificación cambiaria producida el 13 de enero, que produjo un cambio en el flujo comercial en el bloque sureño.

Pese a los temores previos, generados por los problemas internos que enfrenta este bloque, y que ha llevado a algunos expertos a dudar de su futuro, el tema ni "siquiera sobrevoló en la mesa de negociaciones", según señalaron varios de los delegados presentes.

"La depreciación del real no estuvo en las conversaciones en sala ni en los pasillos", aseguraron a IPS representantes brasileños y de otros países. (FIN/IPS/dm/dg/ip-if/99

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