/BOLETIN-AMBIENTE/ MEXICO: La capital se hunde y se teme un colapso

La capital de México se encamina al colapso, pues se hunde alrededor de nueve centímetros cada año debido la extracción de agua de su subsuelo para abastecer a más de 20 millones de personas, advirtieron expertos.

La ciudad, que hace 500 era una zona lacustre en balance, en 10 años sufrirá problemas de abstecimiento de agua, el sistema de tuberías de 514 kilómetros se dislocará y la infraestructura vial y de edificios podría agrietarse y presentar fisuras, si el patrón de extracción y consumo de agua no cambia.

Además, la urbe, una de las más grandes del planeta, será más vulnerable a movimientos sísmicos y terremotos, fenómenos que se presentarán con fuerza destructiva en algún momento de los próximos 50 o 100 años.

Las advertencias fueron lanzadas el miércoles por portavoces del no gubernamental Centro de Ecología y Desarrollo y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para quienes urge introducir cambios en el sistema de abastecimiento de agua de la ciudad de México.

Más de 70 por ciento del agua que se consume en la ciudad procede de 514 napas ubicadas hasta 500 metros de profundidad, y el resto llega de lugares distantes por diversos sistemas hidráulicos.

Cada habitante de la capital mexicana consume 320 litros por día de agua, una cantidad mayor a la que se registra en grandes metrópolis como Sao Paulo o Tokio, donde no se superan los 250 litros, indican datos oficiales.

Al excesivo consumo de agua se suman el aumento de la descargas de desechos y la escasa capacidad de tratamiento de los vertidos, que han contaminado ya las fuentes de abastecimiento.

La ciudad debe disminuir su demanda de agua y limitar el uso de las fuentes del subsuelo, ya agrietado y arcilloso, dijo Iván Restrepo, portavoz del Centro de Ecología y Desarrollo.

La condición natural acuosa y arcillosa del subsuelo puede magnificar las ondas sísmicas y provocar más destrucción en el caso de un temblor de tierra, advirtió por su parte Cinna Lomitz, sismólogo de la UNAM.

Las costas del Pacífico mexicano son punto de contacto de placas subterráneas que registran movimientos periódicos. Se espera que para algún momento de los próximos años un terremoto de poder suficiente para alcanzar la ciudad de México.

Un sismo con epicentro en el océano Pacífico mató en 1985 a cientos de personas y destruyó decenas de edficios en la capital.

Con el terreno poco firme y en hundimiento, aumentan las posibilidades de daños en caso de terremoto o de fuertes lluvias, señaló el experto de la UNAM.

La capital fue declarada en alerta máxima en septiembre, debido a fuertes lluvias que provocaron inundaciones. Once personas murieron y más de 600 viviendas resultaron afectadas.

La extracción de agua del subsuelo hundió la ciudad unos 11 mertos en los últimos 100 años, según un estudio del Movimiento Ecologista Mexicano.

La ciudad de México está sobre terreno poco propicio para realizar construcciones, reconocen las autoridades municipales.

El valle de México "no es un sitio para construir una ciudad", y "eso lo dijo el primer ingeniero que llegó de España" en el siglo XVI, observó Lommitz.

La ciudad indígena de Tenochtitlán estaba rodeada de agua cuando los españoles llegaron a lo que hoy es la capital de México. Los conquistadores decidieron secar el lugar, para lo que realizaron grandes obras de ingeniería.

Los nativos habían logrado desarrollar su ciudad en medio del lago, evitando las inundaciones mediante obras hidráulicas. Pero los españoles modificaron el entorno, una decisión que hoy causa múltiples problemas.

La ciudad se hunde, mientras las obras para traer agua de zonas aledañas son lentas, caras y, según los expertos, tardías. (FIN/IPS/dc/ff/en/99

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