Un chiste popular de Irlanda del Norte dice que Dios es protestante, y prueba de ello sería el buen tiempo que hace cuando los miles de integrantes de la protestante Orden de Orange realizan en julio su desfile anual.
Por el contrario, suele llover durante los festivales católicos del día de San Patricio y Hallowe'en, en la primavera y otoño boreales.
Pero este año, Dios parece haberle dado la espalda a los hombres de la Orden de Orange. En sus largas marchas, los "orangemen" recorrieron los pueblos de Irlanda del Norte bajo cielos sombríos y cargados, como el estado de ánimo de la mayoría de la gente de esta provincia británica.
La población está conmocionada por la muerte de tres niños de una familia católica a causa del ataque incendiario contra su casa, a primeras horas del domingo.
La policía considera que el atentado fue sectario y perpetrado, aparentemente, por hombres que protestaban en la calle en apoyo de los orangemen de Drumcree, en otra parte de la provincia.
Todas las noches de la semana pasada, miles de protestantes se congregaron en las calles de Drumcree y se enfrentaron a la policía en la ladera de una colina. Los manifestantes exigían la autorización de un desfile previamente prohibido que atravesaría una zona de mayoría católica.
La comisión que regula la realización de los desfiles dictaminó que los orangemen de Drumcree no podrían marchar mientras se negaran a discutir sus planes con sus vecinos católicos.
La policía reveló el lunes que 130 viviendas católicas fueron atacadas durante las protestas en Drumcree. En uno de los ataques, una bomba incendiaria quemó la casa donde se encontraban los tres niños, Jason, Richard y Mark Quinn.
La mayor parte de la provincia consideró el lunes las muertes de los niños como el precio que se pagó en forma atrasada por la locura sectaria de la semana pasada. Algunos orangemen aseguran que sus protestas no estuvieron relacionadas con las tres muertes.
El mayor desfile de la Orden de Orange en la provincia, realizado en Belfast, pasó por el centro y salió de la ciudad hasta llegar al río Lagan.
Las bandas militares pasaron exhibiéndose frente a grupos o logias de hombres ancianos y de mediana edad, sombríos y vestidos con sus mejores ropas y sombreros hongo.
Los hombres de las logias portaban sus solapas típicas de la Orden de Orange y desfilaron con pasos iguales, mientras los hombres y mujeres de las bandas se pavoneaban como si fueran un ejército popular.
Esa es la paradoja de la Orden de Orange, la mezcla de comerciantes y granjeros conservadores y bien educados con los jóvenes ruidosos que los conducen al campo.
Una vez allí, un sector se reúne para escuchar sermones y pasar un día de campo mientras el resto se dedica a beber cerveza hasta embriagarse.
El desfile de Belfast fue sombrío por el tiempo y porque la Orden de Orange es consciente de las críticas y el severo escrutinio al que está sujeta. En cierto sentido, muchos en Irlanda del Norte atribuyen las muertes de los niños Quinn a la conducta de los orangemen.
Cuando los orangemen se reunieron en el campo, sus integrantes se comprometieron a moderar su actitud el próximo año. Confirmaron su "devoción al Trono y la Persona de Su Más Graciosa Majestad", la reina Isabel II.
Así mismo, prometieron hacer un esfuerzo mayor para asegurar que su compromiso al "Señor Jesucristo y las elevados ideales de conducta incorporados en la Orden de Orange sean honrados" por todos los orangemen. Nuevamente, se comprometieron con su lema: "Libertad civil y religiosa para todos".
La opinión que tienen los orangemen de su Orden es superior a la de la mayoría de la gente. Sus integrantes proclaman altos ideales, pero prácticamente provocaron el caos de nuevo en la provincia cuando parecía que la paz era segura.
Tras los desfiles del lunes, los manifestantes de Drumcree esperaron para ver cuántos orangemen se unirían a sus protestas. El temor la semana pasada fue que la cantidad sería tan grande que la policía y el ejército no podrían manejar la situación.
Pero el tiempo y el ánimo de la provincia estuvieron en su contra. Dios quizá no sea católico, pero parece ser un protestante muy diferente a los de la Orden de Orange. (FIN/IPS/tra- en/mod/rj/aq-ml/ip/98