AMBIENTE: Primer Día Internacional de la Represa, bajo protesta

En unos 20 países se celebrará este sábado el primer Día Internacional de Acción contra las Represas y por los Ríos, con eventos de denuncia de los ecosistemas en crisis y promoción de una gestión sustentable del medio ambiente.

La decisión de celebrar un día internacional de acción fue tomada el año pasado en Curitiba, Brasil, durante una reunión internacional de grupos afectados por las represas.

Desde hace casi una década, el 14 de marzo es un "día de lucha nacional contra las represas en Brasil, donde, según estima la Red Internacional de Ríos (IRN), unas 250.000 personas fueron desplazadas por estos proyectos.

La conmemoración se realiza en un momento de esperanza para los afectados por represas y ambientalistas opuestos a ellas. La naciente Comisión Mundial de Represas fue lanzada el mes pasado, y en mayo deberá comenzar un estudio de dos años sobre el efecto que las represas han tenido en países en desarrollo.

Aunque negociadores para la formación de la Comisión llegaron a decir que un acuerdo sobre su integración era uan "misión imposible", ambientalistas y grupos indígenas alcanzaron un compromiso con constructores, gobiernos en busca de irrigación y electricidad, el Banco Mundial y otros prestamistas.

La Comisión deberá finalizar sus estudios en el 2000 y presentar recomendaciones para futuros proyectos. Organizaciones no gubernamentales (ONG) presionaron sin éxito por una moratoria a la construcción de represas hasta ese año.

Un consorcio de ingeniería basado en Estados Unidos presiona a autoridades estatales y federales en Argentina para aprobar planes para la construcción de la represa Paraná Medio, pasando por encima de comunidades pescadoras y rurales en el noreste del país.

El desempleo, el alcoholismo y la violencia figuran entre los resultados del Banco Mundial por reasentar y mejorar las condiciones de vida de comunidades rurales desplazadas por la represa de Itaparica en Brasil, construida sin fondos del Banco.

Las medidas de reasentamiento demostraron ser tan desastrosas que las comunidades locales llevaron sus protestas ante el Panel de Inspección independiente del Banco.

Los directores ejecutivos de la institución financiera anularon las recomendaciones del Panel y devolvieron el proyecto a gerentes del Banco que prometieron corregir sus errores.

Promesas similares del Banco Mundial por la represa de Yacyretá, construida en la frontera entre Argentina y Paraguay, aún deben materializarse, dijo Elías Díaz Pena de Sobreviviencia, afiliada paraguaya de la organización Amigos de la Tierra.

Los gobiernos de Argentina y Paraguay, la comisión binacional a cargo del proyecto, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo están involucrados en lo que el presidente de Argentina, Carlos Menem, calificó como "un monumento a la construcción".

Unas 50.000 personas, en su mayoría paraguayas, enfrentan el reasentamiento bajo acuerdos que incluso el Banco Mundial ha admitido como inadecuados. El fracaso de los funcionarios para mantener el diálogo con grupos civiles el mes pasado motivó una huelga de hambre de un grupo de paraguayos.

China comenzó a construir la mayor represa hidroeléctrica del mundo, la represa Tres Gargantas, en el río Yangtze. Prestamistas de Estados Unidos y Japón respaldaron el proyecto, que debería estar listo en el 2009.

Más de un millón de personas enfrentarán el desplazamiento cuando la represa inunde unas 32.000 hectáreas de tierras cultivables, 13 ciudades, 140 pueblos e inumerables villas.

El Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo respladan planes para una red de proyectos en la región del delta del Mekong en Indochina.

Estos incluyen a Nam Theun 2, una represa que podría duplicar las ganancias de divisas para Laos, y enterrarlo con la deuda externa si la electricidad generada no puede ser vendida a ganancia a la vecina Tailandia.

El área a ser inundada por el lago de la represa incluye bosques en que viven especies aún no descubiertas de plantas y animales, y comunidades humanas que no tomaron contacto con la sociedad moderna.

Namibia busca fondos para un nuevo proyecto hidroecléctrico en el río Cunene, por encima de protestas locales y advertencias de grupos ambientalistas internacionales.

Si la represa es construida, acusan activistas, el lago resultante inundará 300 kilómetros cuadrados de tierras habitadas por miles de integrantes del grupo étnico seminómade Ovahimba, o "pastores Himba" en la frontera de Namibia y Angola.

ONG sudafricanas pretenden bloquear la construcción de la represa Mohale en el río Naranja en el vecino Lesotho, donde se le llama río Senqu.

El Banco Mundial deberá votar el mes próximo un préstamo de 45 millones de dólares para la represa, que podría ser la segunda de cinco planificadas para las tierras altas de Lesotho, diseñadas para enviar agua al centro industrial de Sudáfrica y bombear divisas a Lesotho.

Los sudafricanos de bajos ingresos, enfrentando mayores precios del agua para el proyecto, favorecen los esfuerzos de conservación y otras alternativas. Habitantes de villas en Lesotho se quejaron de pérdida de tierras arables y tradiciones en medio de la llegada de constructores de represas. (FIN/IPS/tra-en/aa-dk-an/lp/en ip/98

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