(Arte y Cultura) ECUADOR: El pintor de la selva

La vida del ecuatoriano Ramón Piyaguaje cambió desde que decidió dedicarse a la pintura, pero la selva amazónica es todavía la principal fuente de recursos de ese artista indígena elogiado por Oswaldo Guayasamín.

Piyaguaje, del pueblo secoya, entró al mercado internacional del arte hace dos años y de una forma casual. Sus paisajes selváticos lo han convertido en uno de los artistas más importantes de este país.

Los secoyas, uno de los siete grupos indígenas de Ecuador, habitan en la región amazónica, y también tienen comunidades en Perú. Su población fue dividida al trazarse la frontera, en el siglo pasado.

"Yo no comencé a pintar de niño, aunque tal vez lo hacía ocasionalmente, ni tampoco estudié. Simplemente, un día empecé a pintar la selva en una tela", dijo Piyaguaje a IPS.

A los 38 años sólo ha realizado 35 cuadros, adquiridos algunos por personalidades de Ecuador, Colombia y Estados Unidos.

Antes de pintar se dedicaba a la agricultura de subsistencia. "Sigo teniendo sembrados, pero me puedo dar más tiempo para pintar", ya que "tengo algo de dinero para comprar comida", explicó.

"Sus cuadros todavía no alcanzan un precio elevado, pero eso es cuestión de tiempo", pues Piyaguaje "lleva pocos años dedicado a la pintura y en la dinámica de las galerías y exposiciones", comentó el también ecuatoriano Guayasamín, uno de los artistas plásticos más destacados de América Latina.

"Es sorprendente la enorme facilidad que tiene este artista para plasmar mínimos detalles de la selva en el lienzo", señaló Guayasamín.

Piyaguaje se dio a conocer en el mercado ecuatoriano de arte con su primera exposición, organizada en una galería de Quito. Pero antes debió ser "descubierto" por un pintor estadounidense.

Hizo sus primeras obras con pinceles que él mismo fabricaba y "con colores que extraía de plantas, bejucos y semillas", según declaró. "Luego conocí a un señor de Estados Unidos, que vino a tomar unas vacaciones y me propuso viajar con él a Quito con mis cuadros".

Piyaguaje aceptó la invitación, "aunque tenía mucho miedo, porque era la primera vez que me iba tan lejos". Actualmente prepara en la selva una serie de cuadros para exponer a mediados de año en una galería privada de Nueva York.

Aunque Piyaguaje se considera un pintor realista, "sus cuadros contienen magia", según Oswaldo Muñoz, otro artista ecuatoriano.

"La magia y el rito son parte de la realidad" de los indígenas amazónicos", y los espíritus de la selva, como los felinos y las anacondas, aparecen en su vida cotidiana", dijo Muñoz.

"A la gente le gustan mis cuadros y los compran. A veces pagan mil dólares y a veces más", comentó Piyaguaje, "pero lo que están comprando en realidad es el pedazo de selva que yo pongo en un cuadro, con sus sonidos y sus olores".

Piyaguaje advirtió que no está cautivado por la pintura, sino por la selva que retrata, y por eso, agregó, "es posible que en cualquier momento deje de pintar, igual que como empecé a hacerlo". (FIN/IPS/mg/ff/cr/98

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