IRAQ: Diplomáticos de ONU buscan salvar las relaciones

La crisis que desde hace cuatro meses enfrenta a Iraq y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajó de intensidad mientras se espera la llegada a Bagdad de dos altos funcionarios del foro mundial para entablar mejores relaciones con el gobierno del presidente Saddam Hussein.

No obstante, unos 35.000 soldados de Estados Unidos se encuentran aun en el Golfo en caso de que Bagdad no cumpla con las demandas de la ONU para permitir el pleno acceso de sus inspectores de armas a los sitios que se sospecha contienen armas biológicas, químicas, nucleares o de largo alcance.

Los nuevos enviados de la ONU a Iraq, Prakash Shah y Jayantha Dhanapala, al mando de un equipo especial de diplomáticos designado para asistir en la inspección de ocho complejos presidenciales, encabezan las gestiones del foro mundial esta semana para mejorar las relaciones con Bagdad.

"Es claro que el secretario general cree que existe la necesidad de mejorar las líneas de comunicación entre el gobierno de Iraq y la ONU", declaró Shah este lunes. El enviado anunció que partirá para Bagdad este miércoles, se quedará varios días y volverá a Iraq este mes para organizar su nueva oficina.

Se espera que Shah, ex embajador de India ante la ONU, diluya la tensión causada por lo que Iraq objetó es el predominio de Estados Unidos en los equipos de inspección de armas de la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM).

Shah declaró a la prensa que no sería "blando", pero añadió que esperaba poder aclarar cualquier malentendido que surja.

Dhanapala, diplomático de Sri Lanka designado en enero subsecretario general de Desarme de la ONU, consultará con los funcionarios iraquíes mientras organiza el equipo de diplomáticos que acompañará a la UNSCOM o la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en su inspección de los sitios presidenciales.

Dhanapala partió para Bagdad la noche del lunes. El enviado espera recibir a fines de esta semana nominaciones de diplomáticos calificados para incorporarse a su equipo, llamado Grupo Especial, y comenzar a planificar las inspecciones con el presidente de la UNSCOM, Richard Butler, en los próximos días.

"Brindamos preferencia a los diplomáticos establecidos en Bagdad o la región" de Medio Oriente para conformar el equipo, señaló un funcionario de la ONU.

Butler y Dhanapala decidieron esta semana la forma en que el Grupo Especial trabajará con la UNSCOM y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, informó al respecto al Consejo de Seguridad el lunes.

El acuerdo establece que los equipos de inspección de la ONU que ingresen a un sitio presidencial "se comportarán de manera acorde con la naturaleza" del lugar y tomarán en cuenta los pedidos que funcionarios iraquíes puedan hacer sobre la forma adecuada de ingresar a los lugares.

Pero, recalca el plan, el procedimiento no "afectará la capacidad de los equipos de realizar su tarea".

El acuerdo estipula que Butler, diplomático australiano acusado de parcialidad por Iraq debido a sus críticas contra el encubrimiento de Bagdad de sus programas de armas, seguirá a cargo de decidir las inspecciones.

Pero Dhanapala informará al gobierno iraquí sobre "la intención de realizar tareas dentro de un sitio presidencial" y del número de diplomáticos e inspectores que participarán en la inspección.

Dhanapala también podrá informar a Butler y Annan de las objeciones o sugerencias que los funcionarios iraquíes o el grupo diplomático tengan sobre la labor de la UNSCOM, asegurando que se transmita el sentir de Bagdad.

Un alto funcionario destacó que los diplomáticos que acompañen a la UNSCOM no podrán vetar las actividades programadas por los inspectores.

El acuerdo para crear lo que algunos denominaron la "UNSCOM Más" permitió que Bagdad retirara el bloqueo a las inspecciones de los complejos presidenciales, que suman 1.058 edificios en 31,5 kilómetros cuadrados.

El enfrentamiento con los inspectores agravó la tensión en la región, mientras Estados Unidos reiteraba la amenaza de utilizar la fuerza para obligar a ceder a Bagdad.

Annan, en su visita a Bagdad el mes pasado, usó el plan de la UNSCOM Más para convencer a Iraq de aceptar a los inspectores por medios pacíficos sin perder la dignidad.

Ahora, sin embargo, la ONU se enfrenta a una verdadera prueba, la de llevar a cabo investigaciones que sean aceptables para Washington y Bagdad.

El plan, por tanto, incluye un mensaje doble. Por un lado, asegura a Iraq que los procedimientos especiales para investigar los sitios presidenciales se realizarán en "buena fe". Por otro, garantiza al Consejo de Seguridad que las inspecciones no serán obstaculizadas.

Pero Washington quizá no esté del todo convencido. Algunos líderes republicanos del Congreso criticaron a la ONU por su "contemporización" al permitir que Saddam Hussein mantenga las apariencias.

A Annan le esperan al menos algunas palabras severas cuando llegue a Washington este miércoles para discutir el acuerdo alcanzado con Iraq el mes pasado.

El secretario general también podría recibir objeciones por las gestiones de Rusia, principal aliado de Iraq en el Consejo de Seguridad, de contar con un vicepresidente ruso en la UNSCOM.

En la actualidad, la UNSCOM tiene un vicepresidente, Charles Duelfer, de Estados Unidos. Para crear otro cargo similar, el Consejo de Seguridad tendría que decidirlo por voto, explicó el portavoz de la ONU, Fred Eckhard.

Estados Unidos podría vetar esta propuesta, si surge en el Consejo. El embajador de Washington ante la ONU, Bill Richardson, argumentó que no hay necesidad de "equilibrar (a la UNSCOM) con componentes étnicos o regionales". (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq-lp/ip/98

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