IRAQ: Consejo de Seguridad aprobó resolución sobre acuerdo de paz

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que advierte a Iraq que deberá "atenerse a las más severas consecuencias" si no cumple el acuerdo para la inspección de sus armas de destrucción masiva.

La resolución fue tomada el lunes, después de una semana de debates y el agregado de varias disposiciones al documento.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Kofi Annan, quien el 23 de febrero firmó el acuerdo en Bagdad con el viceprimer ministro iraquí, Tariq Aziz, advirtió que "ninguna promesa de paz, y ninguna política de paciencia pueden existir sin límites".

Annan sostuvo que "si este esfuerzo para asegurar el cumplimiento a través de la negociación es obstruido, por evasión o engaño, como lo fueron esfuerzos previos, la diplomacia podría no tener una segunda opción".

La resolución, a insistencia de una amplia gama de naciones, entre ellas Rusia, aliado iraquí, Brasil, Francia y Portugal, establece la autoridad del Consejo de Seguridad para cualquier nueva acción a emprenderse en el caso de Iraq.

Estados Unidos ganó la batalla por la votación de la resolución sólo después de acordar una redacción que establece la "responsabilidad" del Consejo de Seguridad "bajo la Carta (de la ONU) de mantenerse activamente vinculado al asunto, para poder asegurar la implementación de esta resolución, y de asegurar la paz y la seguridad en el área".

Los diplomáticos explícitamente exigieron esa redacción para asegurar que Washington no utilice la resolución del Consejo como justificación para lanzar un ataque automático a Bagdad si el acuerdo enfrenta obstáculos.

El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, sostuvo que la resolución fue una victoria para Washington, porque envía a Iraq una señal de que, si no permite el acceso irrestricto a todos los inspectores de la ONU, "habrá muy severas consecuencias".

"Con esta redacción, no hay forma en que (Estados Unidos) pueda evadir al Consejo", dijo Phyllis Bennis, del Institute for Policy Studies, con sede en Washington.

Para la mayoría de los diplomáticos de la ONU, la cuestión es semántica, ya que Washington no ocultó su intención de bombardear Iraq, unilateralmente si es necesario, si aparecen nuevas dudas sobre el cumplimiento de Bagdad con las inspecciones de Armas.

Richardson repitió afirmaciones de que Washington no necesita autorización para atacar Iraq, alegando que "ya hay suficiente autoridad legal" para tal acción.

Estados Unidos citó la resolución 687 del Consejo de Seguridad, la cual fijó el acceso de inspectores como uno de los términos del cese al fuego de la guerra del Golfo, cuando justificó ataques militares contra Iraq en 1993 y 1996.

El embajador de Gran Bretaña, John Weston, agregó que la advertencia del Consejo sobre "las más severas consecuencias", "no es una amenaza, sino simplemente una declaración de hecho".

Este es un hecho que muchos miembros del Consejo no quieren reconocer como automáticamente aplicable. El voto del Consejo se retrasó varios días precisamente porque naciones claves como Francia, Rusia y China resistieron la idea de una redacción que justificara el uso de la fuerza.

La amenaza del conflicto armado sigue siendo fuerte, incluso después que Annan y Aziz firmaran un acuerdo para permitir a los inspectores investigar los sitios en Iraq siempre que adopten procedimientos especiales para ocho complejos presidenciales diplomáticamente sensibles.

En Bagadad, Aziz dijo que su país actuará conforme con el acuerdo. "Es nuestro acuerdo, no se nos impuso", dijo el viceprimer ministro, y prometió que se concederá tiempo suficiente a diplomáticos e inspectores para que realicen su trabajo.

Estados Unidos mantiene más de 30.000 soldados en el Golfo Pérsico, y el presidente Bill Clinton dijo que su país respondería "en tiempo, lugar y manera de nuestra propia elección" a posibles violaciones del acuerdo.

El Consejo de Seguridad también está dividido sobre cuándo levantar las sanciones a Iraq, impuestas hace siete años. La resolución del lunes reafirmó al intención del Consejo de actuar en concordancia con la resolución 687, poniendo fin al embargo una vez que Iraq cumpla con sus demandas.

Pero los miembros del Consejo no están de acuerdo sobre la extensión de ese cumplimiento, y la mayoría de los países afirma que Bagdad sólo necesita seguir adelante con las inspecciones de las armas mientras Washington insiste en su cooperación con una amplia gama de demandas.

Annan, afirmó que la ONU debe estar preparada para levantar las sanciones.

"Todos podemos estar de acuerdo en que las sanciones agrandaron el sufrimiento del pueblo iraquí (…) y que algún día, tarde o temprano -y oramos para que sea pronto-, un Iraq totalmente desarmado y pacífico sería capaz de reunirse con la familia de naciones", dijo Annan el lunes. (FIN/IPS/tra-en/fh/mk/lp/ip/98

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