El turismo es una de las actividades económicas más pujantes en esta década en Chile, convirtiéndose en la tercera fuente de generación de divisas, pese al escaso apoyo estatal denunciado por los empresarios.
Sin una política gubernamental definida y con una oficina estatal de tercer nivel, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), el sector no ha parado de crecer en los últimos años.
"No encuentro razones para explicar por qué el gobierno no le ha dado la importancia que merece" esta actividad, afirma el presidente del Consejo Superior de Turismo (Consetur), Gabriel Délano.
Atraídos por bellezas naturales, como la Isla de Pascua, la cordillera de Los Andes, las playas del océano Pacífico y los lagos del sur, a lo que se suma la amabilidad de los chilenos, según los propios visitantes, la cantidad de turistas provenientes del exterior aumenta cada año.
En 1997 ingresaron al país 1.693.000 personas, el registro más alto desde que se comenzaron a realizar las estadísticas y que significó un crecimiento de 16,8 por ciento respecto del año anterior, informó el Sernatur.
La cantidad de turistas que llegaron en lo que va de 1998 confirma la tendencia registrada el año pasado, dijo Paula Baeza, directora interina de Sernatur.
Los ingresos generados por la industria del turismo están en consonancia con este crecimiento, lo que ha ubicado a esta actividad como la tercera fuente de generación de divisas, después de las exportaciones mineras e industriales, según los empresarios del sector.
El turismo aportó a la economía chilena en 1997 la cifra récord de 1.050 millones de dólares, superando ampliamente los 905 millones de dólares generados en 1996.
La inversión en la construcción de complejos turísticos, hoteles y otro tipo de infraestructura alcanza en la actualidad a 1.743 millones de dólares, según datos de Sernatur.
Pese a estas alentadoras cifras, los empresarios privados se quejan del casi nulo apoyo oficial. Délano indicó que el Estado sólo destinó 1,5 millones de dólares para la promoción turística de Chile en el exterior, una décima parte de lo que considera se debería haber invertido.
Varios empresarios del área han propuesto la creación de un Ministerio de Turismo o, al menos, una subsecretaría del Ministerio de Economía, para elevar el nivel de importancia de la actual Dirección Nacional.
Sostienen también que el Estado debería ofrecer mayores incentivos a la actividad turística, como la devolución del impuesto al valor agregado a los visitantes en el momento en que abandonen el país.
Los funcionarios de Sernatur apoyan algunas de estos reclamos privados, aunque subrayan que el gobierno es consciente de la importancia del sector.
"Se trata de una de las industrias más dinámicas a nivel mundial y en este país las tasas de crecimiento han sido superiores a las registradas por el resto de la economía", destacó Baeza.
Entre 1990 y 1997, las inversiones en el sector, el ingreso de turistas y el gasto realizado por los visitantes se han duplicados, añadió.
Los atractivos que ofrece el país, que incluyen extensas playas en el cálido norte y las Torres del Paine y los glaciares antárticos el extremo sur, son también cada vez más accesibles para los propios chilenos.
La gran limitación de la demanda nacional es su temporalidad, reducida a los meses de verano, enero y febrero básicamente, por lo que Sernatur y los empresarios están buscando nuevas estrategias para diversificar la oferta durante el año.
También interesa especialmente atraer más turistas de Europa, que viajan preferentemente a mediados de año, cuando es verano en el hemisferio norte.
La cantidad de turistas europeos significa 14 por ciento del total de visitantes, pero aportan 25 por ciento de las divisas, una razón más para promover a Chile en Europa, señalaron los empresarios agrupados en el Consetur. (FIN/IPS/gcm/dm-ag/if/98
