La crisis financiera, las huelgas y las acusaciones de corrupción y desfalco que tanto perjudicaron a la industria pesada de Rusia afectaron también los procedimientos de seguridad en la minería.
El último accidente ocurrió en las primeras horas del lunes 1 de diciembre, cuando una explosión causó la muerte de 67 de los 130 hombres que trabajaban en la mina de Zyryanovskaya, en Novokuznetsk, el corazón del yacimiento carbonífero de Kuzbass, en Rusia central.
Una comisión gubernamental descubrió posteriormente que un único tanque de oxígeno, que formaba parte de un equipo de emergencia, de alguna manera cayó en una máquina y se rompió. El escape de oxígeno convirtió las chispas en fuego, de modo que el polvo de carbón y el gas metano entraron en combustión.
Zyryanovskaya, aunque fue abierta en 1946, es considerada una de las más modernas y rentables de la región de Kuzbass.
El viceprimer ministro Oleg Sysuev, quien encabezó la investigación del accidente, opinó que la mina debe ser reabierta y "recuperar su anterior rentabilidad", pero antes la comisión investigadora deberá identificar a los culpables.
Ivan Mokhnachuk, vicepresidente del Sindicato Independiente de Mineros, advirtió que sería un error adoptar conclusiones apresuradas.
"Lo más fácil sería acusar al ingeniero jefe o al supervisor de la mina, pero eso no resolvería el problema de la falta de seguridad en las minas de carbón de Rusia, que se debe a la carencia de fondos", afirmó.
La industria del carbón necesitó este año al menos 1.700 millones de dólares, pero sólo se le asignaron 1.100 millones, y de esa cantidad, sólo 970 millones llegaron a las minas.
Como resultado, las minas debieron prescindir de trabajadores del personal auxiliar e ingenieros, y muchos mineron no reciben su paga desde hace meses.
Por ejemplo, los trabajadores de Zyryanovskaya no recibían su paga desde hacía dos meses, y a los de otras minas se les adeuda hasta seis meses de salario. "Obviamente, la baja moral afecta la seguridad", señaló Mokhnachuk.
Se trató del segundo accidente minero en importancia ocurrido este año en Rusia. En septiembre, una explosión ocurrida en el complejo estatal minero Arktikugol, que operaba en la isla noruega de Spitsbergen, mató a 23 mineros de Rusia y Ucrania.
Luego, en agosto, cinco trabajadores fallecieron en una explosión de metano ocurrida en una mina de la región de Kemerovo, en la parte austral de Siberia.
El número total de muertos en las minas de Rusia fue de 258 este año, según Vladimir Rossikhin, el principal inspector de seguridad laboral del sindicato de mineros.
En 1996 hubo 121 víctimas fatales, y hasta este año el índice estaba bajando. En 1991 se habían producido 309 muertes accidentales en minas, y 227 en 1995.
La disminución se debió principalmente a la clausura de minas ineficaces y peligrosas más que a mejoras reales en materia de seguridad. Unas 50 minas fueron cerradas en los últimos tres años.
Hasta ahora, la reestructuración de la industria del carbón consistió principalmente en la reducción de la financiación estatal, con los consiguientes endeudamiento y huelgas.
El objetivo consiste en clausurar 140 de las 240 minas de Rusia antes del año 2.000, con una reducción de empleos de 750.000 a 500.000.
Mientras, el primer ministro Viktor Chernomyrdin prometió que los recursos para la restauración de la mina de Zyryanovskaya procederán exclusivamente del presupuesto gubernamental.
Además, la cuenta de caridad de la mina ya recibió 12 millones de rublos de las autoridades del distrito rural de Novokuznetsk, en Kuzbass.
Las familias de los mineros muertos también recibieron alimentos, y la comisión de emergencia regional de la vecina Tomsk les dará cerca de 17.000 dólares.
Ya se apartaron 850.000 dólares del presupuesto federal para operaciones preliminares de limpieza, pero se prevé que el costo total rondará los 3,4 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/ai/jmp/rj/ml/lb-if/97