Los nacionalistas radicales serbios en Bosnia-Herzegovina sufrieron una reducción de su electorado en los comicios parlamentarias del fin de semana pero conservarán la primera minoría, según resultados extraoficiales difundidos hoy.
La comisión electoral informó que el Partido Democrático Serbio (SDS) al que pertenece el prófugo por crímenes de guerra Radovan Karadzic obtuvo 32,87 por ciento de los sufragios. Pero hasta ahora, el SDS contaba con más de la mitad de los escaños parlamentarios, 45 en 83.
Los radicales rechazan el acuerdo de Dayton, que dispone la constitución de un único estado bosnio con una autoridad tripartita (musulmanes, serbios y croatas), y cuentan con el apoyo del presidente de la Federación Yugoslava, Slobodan Milosevic.
En segundo lugar, con 21 por ciento de los votos, se ubicó el grupo de la presidenta Biljana Plavsic, la Alianza Popular Serbia (SNS), que respalda los acuerdos de paz de Dayton y goza de respaldo internacional.
La SNS obtuvo una buena votación en Banjaluka y otras localidades orientales antes hegemonizados por los radicales.
Pero el ultraderechista Partido Radical, cercano al líder nacionalista serbio Vojislav Seselj y aliado al SDS, logró el tercer puesto, con 19,36 por ciento de los votos.
El Partido Socialista, posible aliado de Plavsic, se ubicó en cuarto lugar, con 12,24 por ciento de los votos.
Plavsic, de 67 años, era una acérrima nacionalista y socia política de Karadzic antes de asumir la presidencia el año pasado, cuando el líder militar debió abandonar el cargo por presión de Occidente.
Karadzic, de 52 años, fue acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad por un tribunal internacional establecido en La Haya por la Organización de las Naciones Unidas.
La disputa de poder obligó a Occidente a adoptar peculiares métodos para preservar la viabilidad del acuerdo de Dayton. Uno de ellos es su claro apoyo a una de las partes, y el otro, el uso de tropas de la OTAN para proteger la posición de Plavsic y garantizar el acceso de sus partidarios a los medios.
Los resultados representan un indudable retroceso para el SDS. De todos modos, los radicales nacionalistas efectuaron una lectura positiva del escrutinio parcial.
"Este 33 por ciento significa que ningún partido puede por sí solo gobernar sin un socio en coalición o una distribución del poder", dijo Momcilo Krajisnik, integrante serbio de la presidencia tripartita de Bosnia-Herzegovina y uno de los más duros críticos de Plavsic.
"No habrá gobierno sin el SDS y cualquier coalición o asociación que tienda a este objetivo será bienvenida", agregó Krajisnik.
De todos modos, un parlamento fragmentado dará más espacio a Plavsic en la presidencia.
Plavsic acusó a los líderes radicales en el centro de deportes de invierno en Pale de corrupción, comercio ilegal y aprovechamiento de la guerra en su beneficio.
La presidenta "tocó el nido de la serpiente en julio, cuando desafió a Pale", cuyos líderes "no están prontos, al parecer, para cederle una pulgada de poder, aun cuando no gocen más de mayoría en el parlamento", observó Radosa Milutinovic, periodista en Belgrado.
"No sé en qué terminará esto. La única esperanza que tenemos en esta instancia es que el resultado sirva para construir una contraparte con la cual podamos cooperar sobre la base del acuerdo de Dayton", dijo el vicerepresentante de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina, el alemán Hans Schumacher.
Pero el resultado más probable es una coalición entre el nacionalista SDS y el ultraderechista Partido Radical.
El conductor de misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el estadounidense Robert Frowick, dijo que un triunfo radical representaría una "oportunidad perdida".
La OSCE, que organizó las elecciones, anunció que es aún "demasiado temprano" para difundir los resultados finales debido al complicado escrutinio, que incluye el conteo de balotas de cientos de miles de refugiados y desplazados.
Además de los 1,1 millones de votantes en la denominada Republika Srpska, otros decenas de miles de croatas y musulmanes expulsados por la guerra y la política de limpieza étnica pudieron emitir su voto desde sus actuales lugares de residencia.
La Comisión Electoral anunció el domingo a la noche que la asistencia a las urnas fue de 56 por ciento, pero la OSCE sostuvo que ese porcentaje fue en realidad de 70 por ciento. (FIN/IPS/tra- en/vpz-mom/rj/mj/97