La población del sur de Sudán podrá elegir entre la unidad o la secesión y no debe descartarse la segunda opción, afirmaron hoy los antiguos rebeldes que firmaron este lunes un acuerdo de paz con el gobierno.
Sin embargo, el principal grupo rebelde armado, el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA), rechazó el acuerdo y continuará su lucha contra el gobierno islámico del presidente Omar al Bashir.
"Si no estamos listos para vivir como iguales (con la población del norte del país), separémonos en paz", dijo en una conferencia de prensa conjunta Riek Machar, conductor del Movimiento del Ejército Independiente del Sur de Sudán (SSIA/M), uno de los firmantes del pacto con el gobierno.
"Elegiremos la unidad si somos iguales en empleo, desarrollo y religión. Pero si no es así, el país deberá dividirse por medios pacíficos o por la fuerza", dijo, por su parte, Kerubin Kanyeino Bol, líder de la facción Bahr El Ghazal del SPLA, que también suscribió el pacto.
Ambos grupos firmaron este lunes un acuerdo con el gobierno y las paramilitares Fuerzas de Defensa de Equatoria, junto con otras dos facciones del SPLA, el Frente Independiente del Sur de Sudán (SSIF) y el Grupo Bor, y un grupo de exiliados políticos.
Los únicos presidentes africanos que asistieron a la ceremonia fueron el de Chad, Idris Deby, y el de República Centroafricana, Felix Ange Patasse.
El presidente Al Bashir dijo ante unas 30.000 enfervorizadas personas concentradas frente a la sede del gobierno que la firma de los acuerdos marcaban el inicio de un camino hacia la paz y el desarrollo del país.
El pacto establece que los 10 estados meridionales de Sudán, cuyos pobladores son en su mayoría cristianos o seguidores de religiones tradicionales africanas, serán supervisados por un Consejo Coordinado de Transición.
La seguridad nacional, la política exterior, las finanzas y la recaudación de impuestos permanecerán a cargo del gobierno federal en Jartum.
Si el pacto no se rompe, la población del sur concurrirá en el 2001 a las urnas para determinar si se creará un nuevo estado o si ese territorio permanecerá unido con el norte, mayoritariamente musulmán.
Al Bashir se comprometió a aceptar en paz el destino que elija la población de los 10 estados meridionales.
Pero existen dudas de que esto sea así. Jartum combatió contra dos movimientos secesionistas, el primero entre 1955 y 1972 y el siguiente, encabezado por el SPLA, desde 1983. Los antiguos líderes rebeldes aseguraron el martes que no habían renunciado a la idea del divorcio.
Machar afirmó que tomó las armas contra Jartum con el fin de independizar el sur y que, gracias al acuerdo, la población de los diez estados decidirá si se efectúa la secesión.
"No estaba luchando por la unidad y no lo habría hecho. Tomé las armas porque quería la secesión y ahora repito que el SSIA está a favor de la secesión del sur. Durante cuatro decenios, Sudán sufrió una guerra viciosa y se destruyó, pero ahora acordamos que nos uniremos o nos separaremos en paz", dijo.
Machar informó que las cuatro facciones, hoy unidas en la Alianza Independiente del Sur de Sudán, acordaron la creación de una fuerza de defensa y otros órganos de seguridad que funcionarán en la región durante el período interino de cuatro años.
Bol, en tanto, recordó que la guerra dañó al sur del país y manifestó que ahora deseaba ser un defensor de la paz. "Estoy contra la guerra porque sé cuánto daño hicimos en los últimos 14 años", afirmó.
Pero la guerra continuará, pues el pacto no incluye a la principal facción del SPLA ni a la Alianza Democrática Nacional (NDA), que agrupa a ese grupo rebelde y seis partidos políticos ilegalizados que decidieron tomar las armas a fines del año pasado.
El SPLA mantendrá la lucha en el sur del país y, con sus aliados de la NDA, en el este, donde controlan varios poblados. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/mj/ip/97
