Análisis

¿Cuánto es demasiado para el Everest? ¿Es hora de que Sagarmatha descanse?

El campamento base del Everest en la segunda semana de mayo de 2024, en el noreste de Nepal. En los últimos años, el número de escaladores ha ido aumentando. En la temporada de escalada de primavera, el campamento base parece un colorido asentamiento de la comunidad de montañeros. Imagen: Tanka Dhakal / IPS

KATMANDÚ – «¡Ese es el monte Everest!». Escuché esto de un guía de senderismo a su equipo de excursionistas. Me detuve y le pregunté: ¡cuál! No era nuestro guía, pero me acerqué. Me señaló con el dedo el Everest y me eché a llorar, no sé por qué.

Me sentí abrumado y humilde al presenciar por fin la montaña más alta del mundo; no fue desde el campo base, sino mientras regresaba desde Thyangboche, una pequeña aldea situada a 3867 metros sobre el nivel del mar y donde se encuentra un famoso templo budista.

Siempre que pienso en montañas, inmediatamente me viene a la mente ese momento lleno de emociones y la cantidad de gente que iba allí.

La región de Khumbu, en el nordeste de Nepal, alberga algunas de las montañas más altas del mundo, incluido el Sagarmatha, como se conoce localmente a la montaña más alta del mundo, internacionalmente llamada el Everest.

Esta región, parte de la cordillera del Himalaya y una de las tres zonas habitadas por sherpas, está experimentando una afluencia masiva de escaladores y excursionistas, sobre todo en primavera, y la preocupación es cada vez mayor.

«Para el gobierno, el Everest es solo una cuestión de dinero…Y para los escaladores de hoy en día, solo se trata de crear récords»: Kancha Sherpa.

En mayo tuve la oportunidad de visitar la región e informar sobre ella como corresponsal de IPS en Nepal. Una de las cosas que noté fue la preocupación por el creciente número de escaladores y excursionistas.

Me sorprendió el número de personas que regresaban y se dirigían al campamento base del Everest, lo que me hizo pensar: ¿es sostenible para la región, que ya es vulnerable al impacto del aumento de las temperaturas?

En los últimos años, el número de escaladores y excursionistas ha sido constantemente alto, y la afluencia ha provocado incidentes de «atascos» en el Everest.

Cada año, más de 450 alpinistas de todo el mundo obtienen permisos del gobierno nepalí para escalar el Everest, y este número no deja de crecer.

Más de 50 000 personas caminan cada año hasta el campamento base, lo que me parece demasiado para una zona ecológica y geográficamente vulnerable como Khumbu.

Kancha Sherpa en su casa en Namche, en las inmediaciones del Everest, en el noreste de Nepal. Es el único miembro vivo del primer equipo de expedición exitoso al Everest en 1953. Imagen: Tanka Dhakal / IPS

Allí conocí a Kancha Sherpa, de 92 años, el único miembro vivo del equipo de la primera expedición al Everest que alcanzó su cima en 1953. Expresó sus temores, diciendo que la montaña necesita «descanso» y «respeto».

«Para el gobierno, el Everest es solo una cuestión de dinero», dijo Sherpa. «Y para los escaladores de hoy en día, solo se trata de crear récords», añadió.

En su casa de Namche, en Solukhumbu, uno de los tres municipios nepalíes que conforma la zona de Sagarmatha, Sherpa compartió su frustración por el aumento de las actividades de alpinismo, en gran medida comercializadas.

Para los sherpas, la montaña es su diosa, su hogar. La veneran. Recuerdo a Kancha Sherpa diciendo compasivamente: «Estamos agradecidos. Pero nuestra diosa está cansada por los desechos humanos; necesita descansar un tiempo».

Durante todas mis caminatas por las montañas en búsqueda de información sobre el terreno y después de regresar a Katmandú, la voz de Kancha Sherpa resonaba constantemente en mi mente: la montaña necesita descanso y respeto.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Sí, el turismo y las diferentes actividades de montañismo no solo son un medio de vida para las comunidades de Khumbu, sino también una importante fuente de ingresos para el gobierno de Nepal.

Está creando oportunidades, aunque la población local se vea obligada sobre todo a servir de guía o ayudar a los senderistas y alpinistas a explorar.

¿Pero a qué precio? ¿Es sostenible? No lo creo. La ciencia lleva mucho tiempo diciéndonos que el impacto del aumento de las temperaturas es mayor en las montañas.

Sagarmatha, el nombre original del Everest, se extiende desde la aldea de Thyangboche de camino al campamento base. Los escaladores y excursionistas utilizan esta ruta para acceder a las estribaciones de la parte nepalí de la montaña más alta del mundo. Imagen: Tanka Dhakal / IPS

Los informes dicen que el impacto del cambio climático en las montañas de la región del Himalaya Hindu Kush (HKH), que alberga también la cordillera Sagarmatha, no tiene precedentes y es en gran medida irreversible.

Significa que los cambios en los glaciares, la nieve y el permafrost provocados por el calentamiento global son extremadamente preocupantes y requieren medidas urgentes.

Pero el desbordamiento de población en la región del Everest está actuando como catalizador de la ya vulnerable región y haciéndola más propensa a las peores situaciones e el futuro.

Los glaciares retroceden a un ritmo más rápido y crean lagos glaciares, que pueden explotar en el futuro y arrasar todo a su paso. El creciente número de excursionistas y escaladores puede estar contribuyendo a esta alteración de los fenómenos naturales.

En la región, no solo los escaladores experimentados como Sherpa, sino también los visitantes están expresando su preocupación: el escalador Alex Balauta fue uno de ellos.

Balauta, que viajó desde Austria, dijo: «Fue un lugar secreto durante muchos años, pero ahora se ha vuelto muy comercial y concurrido».

Expresó su preocupación por el posible impacto de la masificación en la región y deseó que hubiera una intervención adecuada del gobierno para proteger la santidad de la región del Everest.

Estoy completamente de acuerdo con su preocupación. Para dar descanso a la frágil geografía y mantenerla limpia y secreta, respetando las creencias de las comunidades locales, debería haber algún tipo de tope en el número de personas autorizadas a escalar y hacer trekking en la región cada año.

El 26 de abril, el Tribunal Supremo de Nepal dictaminó que el número de escaladores y el tiempo de escalada deberían permitirse en función de la capacidad de carga de la montaña.

Creo firmemente que este veredicto es histórico y abre el camino para establecer un límite al número de escaladores en las montañas, incluido el Sagarmatha.

El gobierno debe actuar con prontitud, porque ya ha llegado tarde, y todos debemos pensar críticamente, analizar y decidir sobre la urgente cuestión: ¿Cuánto es demasiado para el monte Everest?

Espero que todos demos prioridad a las necesidades de las montañas antes que a nuestro afán por conquistarlas. Y espero que el gobierno escuche la voz alta del sherpa condecorado: «¡La montaña necesita descanso!».

T: MF / ED: EG

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