Dos organizaciones estadounidenses y una mexicana protestan contra supuestas violaciones a los derechos laborales en México, en lo que consideran una prueba a la eficacia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) en la protección de los derechos de los trabajadores.
Human Rights Watch/Americas, el Fondo Internacional para los Derechos Laborales y la Asociación Mexicana de Abogados Demócratas presentaron esta semana una queja a la Oficina de Administración Nacional de Estados Unidos (USNAO) por la supuesta obstaculización del gobierno de México a la libertad de asociación de los trabajadores.
USNAO fue establecida para responder a violaciones al Tratado de Derechos Laborales de América del Norte, un acuerdo colateral del TLC. Estados Unidos, México y Canadá lo aprobaron bajo presión de algunos críticos, que argumentaban que el tratado principal no protegía derechos básicos de los trabajadores.
"Estamos probando el proceso, el sistema en su conjunto", y "esperamos que nuestra reclamación sea tomada en serio", manifestó José Miguel Vivanco, director ejecutivo de Human Rights Watch/America, una organización no gubernamental estadounidense para la defensa de los derechos humanos.
Los tres grupos acusan al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje de México de impedir el derecho de asociación y organización a miembros del Sindicato Unico del Ministerio de Pesca desde marzo de 1995, cuando fue sustituido por otro sindicato leal al gobernante Partido Revolucionario Institucional.
El tribunal, que entiende en causas relacionadas con funcionarios federales, bloqueó al anterior sindicato mediante una ley que limita a uno el número de asociaciones de trabajadores dentro de cualquier organismo gubernamental, como un ministerio.
Los autores de la protesta argumentan que la ley aplicada viola las obligaciones de México en el marco del acuerdo colateral del TLC.
"Las leyes y estructuras de los sindicatos mexicanos progubernamentales se utilizan para inhibir la actividad sindical independiente", afirmó Vivanco.
"Esperamos que el Tratado de Derechos Laborales de América del Norte sea lo suficientemente fuerte como para resolver tanto violaciones específicas como problemas estructurales más amplios", agregó.
La atención de los tres grupos se concentra en el derecho de organización porque "es un derecho fundamental" sin el cual sería imposible luchar por mejores salarios y condiciones laborales, explicó Vivanco.
Añadió que este desafío se produce en un momento crítico, en que los países americanos se preparan para la extensión del pacto comercial a todo el continente.
El resultado final de este caso contribuirá a determinar si los activistas lucharán para proteger los derechos laborales como parte integrante de un tratado de libre comercio más amplio o si se conformarán con un nuevo acuerdo colateral, concluyó Vivanco. (FIN/IPS/tra-en/pz/jl/ml/lb/96)